21 de Abril/2018

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No sé cómo comenzó todo esto, lo último que recuerdo fue a ver visto el rostro asustado de Tails, de ahí todo se quedó negro. Desperté en una celda gris con barrotes del mismo color. Mi primer instinto fue intentar levantarme, pero no fue posible, debido a que tanto mis manos como mis piernas estaban sujetadas por cadenas de un grosor bastante considerable. La cabeza me dolía, tenía cortadas y moretones por todo el cuerpo, pero la herida que más me preocupaba era la que se encontraba en mi pecho, era bastante profunda y me impedía respirar con normalidad.

-Estaba -dije intentando recordar lo que había pasado - en...Green Hills...cuando un sujeto...

-Vaya dijo una voz proveniente de un chico que tenía un aspecto bastante misterioso- me alegre de que te haya causado una buena impresión.

Su traje era negro con destellos tanto rojos como blancos en las muñecas, poseía unas botas de color negro y una máscara blanca que ocultaba su rostro, pero el detalle que más me llamaba la atención era la piedra rosada que se encontraba en su pecho.

- ¿A quién tenemos aquí? -dije con un tono de ironía, ya estoy acostumbrado a los aliados de Eggman, siempre tiene uno nuevo.

-Mi nombre es Infinite -respondió con un tono inexpresivo y frío.

Su voz era algo grave, pero de alguna forma daba cierto miedo. El silencio se prolongó por varios minutos que para mí fueron interminables, hasta que fue roto por un grito que me alarmó.

- ¡Sonic, ayúdame! -grito una voz muy joven.

-¡Tails!

Mi grito fue ahogado por un golpe en el estómago que saco el poco aire que me quedaba. Frente a mí, estaba una chica con el cabello negro suelto y un vestido morado que le llegaba hasta los tobillos con unos jeans de color negro.

-Oh- dijo la recién llegada con un tono burlón- te saque el aire.

- ¿Y ahora...que tra...mas...Shadow? -dije sin aliento

- Ya lo veras - dijo guiñándome el ojo.

Solo pude soltar un gruñido cuando Tails volvió a gritar.

- No le hagan daño o si no... -dije sujetándome de las argollas.

- ¿O si no qué? - dijo Shadow- no se si te das cuenta, pero tú no estás en condiciones de pedir nada.

- Pórtate bien -dijo infinite sujetándome el rostro - y no le haremos daño, ni a ella ni a ti.

Solo quite mi rostro de su mano sin decir nada más.

- Ya veremos por cuanto tiempo te resistes Sonic -añadió

- Bienvenido a una nueva era -dijo Shadow con una sonrisa.

180 días en las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora