13 de julio / 2018
Ya no había vuelta atrás, el plan ya estaba en marcha. Gracias al bolígrafo que me dio Eggman para escribir, fuimos capaces de empezar a redactar cartas en las servilletas, era la forma más fácil para comunicarse sin que nos descubrieran.
La primera nota que redactamos fue al momento del desayuno, lo que escribimos fue lo siguiente:
"Somos los de la cocina, estamos haciendo un plan para organizar un motín en la deth Egg, si estás de acuerdo dobla tu servilleta y ponla encima de tu plato cuando lo entregues"
En total, 55 servilletas fueron dobladas, es decir que todos están de acuerdo, eso era una gran noticia, que mejor manera de acabar con todo esto, que uniéndonos todos en contra de un enemigo en común.
Con esto, pusimos la segunda fase en proceso, escribimos la segunda carta para la hora del almuerzo.
"Si eres de armamento pon tu servilleta en el vaso y entrégalo, sino rompe la servilleta y deséchala."
Al terminar, ocho vasos tenían servilletas, no era un gran número, pero para lo que se planeaba hacer, era el número suficiente. La última carta era la definitiva, si esta fallaba por algún motivo, todo el plan se iría a la basura.
" Para los de armamento, den el número de golpes en la mesa que consideren que son los días que necesitan para armar bombas tan poderosas que puedan volar la fabrica de armamento de Eggman"
Estuvimos esperando en silencio hasta que se escucharon dos golpes, dos días para que las terminen, será algo complicado lograrlo sin levantar sospechas, pero es posible. Lo único que me preocupa es que falle todo el plan, si es así me abre llevado entre las patas a todos mis compañeros, pero vale la pena, ahora sólo tenemos que esperar que el plan funcione sin que nos descubran, todo va a salir bien, ¿verdad?
No pude dormir por la emoción y los nervios, cada vez que pasaba un robot tenía a miedo que nos detuvieran, pero no fue así, lo único que hacía era rogar porque el plan de verdad funcionara.
Por fin llego el gran día, nos encontrábamos alistándonos para empezar a cocinar el almuerzo, cuando recibimos una nota que, por la información que mostraba, era del equipo armamento. La hoja decía que después de la cena las bombas explotarían, había que pasar la información a los demás, por eso escribimos una nota final, en la que expresamos toda la situación.
El día paso muy lento, todos manteníamos la respiración, esperando que no descubrieran las bombas antes de tiempo, hasta que por fin llegó el final de la cena, todos regresamos a nuestras celdas esperando el momento justo.
No pude acostarme por la emoción, solo me senté en la puerta con las piernas cruzadas, esperando. Poco a poco me entró el sueño y empecé a cabecear, no sé en qué momento me dormí, pero cuando desperté, me encontraba en una sala blanca con flores e instrumentos médicos, parecía una clínica, pero no era la de la deth egg, se veía mucho más rustica. En una cama me encontré con uno de mis más grandes amigos.
— Silver — dije sorprendido.
Se veía exhausto, tenía muchas curitas y su brazo izquierdo estaba vendado.
— ¿Qué te hicieron? — susurre.
Empezó a sonar una alarma, lo que provocó que me despertara, estaba acostado en el suelo frío, todavía me encontraba en la deth Egg, pero el entorno estaba iluminado con luces rojas y una alarma que no dejaba de sonar. Los robots cruzaban de un lado a otro alarmados por intentar apagar el incendio, había funcionado, las bombas habían explotado. Paso un largo rato hasta que todo quedó en silencio, la conmoción había terminado.
Espere un rato que vinieran a sacarnos para castigarnos, pero no paso, realmente habían creído que había sido un accidente. Tenían mis respetos los del armamento por haber hecho bombas tan poderosas que aparentaban ser un incidente, así nadie nunca se imaginara que fuimos nosotros. Sé que la situación puede empeorar, pero por ahora sólo me voy a acostar a dormir feliz, al saber que Eggman perdió su fábrica de armas, espero que esto ayude a la resistencia a ganar.
Pasaron algunos días, pero nada pasó, la situación se mantuvo callada, pensé que Eggman llegaría unas horas después del incidente, pero no fue así, lo que me hace pensar que la situación en la tierra es tan crítica que no puede abandonarla si quiere diezmar a la resistencia. No nos dejaron salir ni nos dieron alimento, esta vez no fue solo a mi sino a todo la deth egg, quería pensar que fue por falta de robots, pero muy en el fondo sabía que tenían sospechas sobre el origen de la explosión, todo se confirmó cuando nos sacaron a todos al patio.
Ahí estaba Eggman e Infinite con una cara de pocos amigos.
— Lo descubrieron — Susurre.
— Hace unos días — empezó Eggman con una voz potente — se registró una explosión en la deth egg.
— Creímos que fue un accidente — continuo Infinite — pero.... hay una nueva evidencia.
Al escuchar eso no pude evitar empezar a temblar, mi corazón se acelero, eso no era bueno.
— Un preso nos contó todo, — continuo el calvo — fue un plan ideado por alguno de ustedes, él que nos aviso ya es libre y todo delito en contra del Imperio le ha sido perdonado, pero, el que ideó este plan no tendrá la misma suerte — concluyo — el comunicante no dijo quién o en donde se originó esta situación así que al menos que quieran que les deje a todos sin comer por mucho tiempo y que reciban castigos físicos todos los días, es mejor que me digan de quien fue la brillante idea.
El silencio Reino hasta que los gritos empezaron.
— Fue en la cocina — empezaron a gritar.
No lo podía creer, todavía intentamos ayudarles y nos delatan sin más, jamás me detuve a pensar que las demás personas nos traicionarían, pensé que todos estábamos de acuerdo con esto, pero parece que me equivoque. Sentí como una mano me tocó, al voltear vi a Natalia, Ronaldo y Milo a mi lado, sus rostros denotaban miedo, pero también indignación por lo que había pasado. Habíamos acordado no hablar, que si nos descubrían todos pagaríamos las consecuencias, pero ¿sería capaz de mantener esa promesa? Ellos no tienen la culpa, el plan fue mío y lo único que hicieron fue seguirme y eso me preocupaba ya que podría irles igual o peor que a mí.
Los robots nos rodearon, mientras Eggman decía con una voz fuerte y apuntándonos.
— ¿Quién de ustedes fue la cabecilla? — dijo con rabia.
Todos se mantuvieron callados mientras nos observaba, el tiempo se acababa.
— ¿y bien?
— Yo fui — dije alzando la mano.
— ¡Sonic, no! — gritaron.
Los robots me sujetaron y me llevaron ante Eggman. Al pasar entre la multitud, observe como algunas personas reflejaban dolor, lástima hasta asombro por ver al que había organizado la revuelta, mientras que otros reflejaban el asco y el odio que me tenían por intentar realizar un motín. Nadie hizo nada, nadie dijo nada, solo abrieron paso para que pudiera llegar a donde estaba Eggman.
— ¿Y ahora qué? — dije con un tono sarcástico. — ni en tu prisión dejo de ser un estorbo.
— Pagaras por todo — dijo poniéndose cara a cara.
— Eso ya lo hiciste — dije con un tono amargo.
— Pues iremos al siguiente nivel.
Los robots me pusieron sus manos en los hombros y me sacaron a empujones de la habitación mientras el silencio reinaba en el patio. No sé qué me harán o a mis amigos, pero no es el momento de acobardarse, lo hecho, hecho esta y siendo honesto, no me arrepiento de nada, solo me preocupan mis compañeros, espero que al bigotudo no se le pase la mano
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180 días en las sombras
AventuraDespués de mi primera batalla contra Infinite, fui encarcelado en la deth Egg por seis largos meses, esperando a que mis amigos vinieran a rescatarme. Pronto la situación se saldría fuera de control, teniendo nuevas experiencias con nuevos aliados y...