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Es un brillante y soleado sábado en la mañana, y Neil Fabelman está parado frente a la casa de los Cullen con una mochila con dos cambios de ropa y de pijama, su tarea de algebra (que está a medio terminar), y su cepillo de dientes.

Él observa la casa durante unos instantes para luego subir los escalones hasta llegar a la puerta para luego tomar el timbre.

Piensa que es muy temprano para que algunos de ellos este despierto pero Edward lo cito a las ocho de la mañana, por lo que Neil tuvo que madrugar un maldito sábado.

El recuerda la pequeña conversación que tuvo el viernes en la tarde con Edward, la cual termino en una invitación para una pijamada entre ellos dos, lo que provoco que Neil suelte una suave risa.

Y unos segundos después la puerta frente a él es abierta por la señora Cullen, quien para sorpresa del adolescente parece que ella lleva un disfraz del hombre invisible pero decide no decir nada sobre ello.

– Buen día, señora Cullen.

Ella le corresponde el saludo al adolecente y le pide que pase – Disculpa mi vestimenta pero tuve una horrenda reacción alérgica con un nuevo abono que compre para mi rosas.

– Espero que se recupere pronto, señora Cullen.

– Llámame Esme, querido.

– Por supuesto, señ... Esme.

– Edward, está en la sala.

Neil asiente – Recuerdo el camino.

– Bien, si necesitas algo no dudes en hablarme. 





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Neil ve que su amigo está sentado en uno de los sofás de la sala y nota que el otro está tomando un curioso jugo rojizo que le llama la atención pero recuerda que le habían dicho que ellos tienen una dieta especial.

The Lost Boys ━━ Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora