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"Bien nos vemos en la próxima clase".Qin sonrió al escuchar eso, por fin tenía libertad. El Omega tomó su mochila, se levantó de su asiento y cuando iba a dirigirse hacia la puerta cómo todos los demás de sus compañeros, su aburrido profesor volvió a hablar "Y recuerden, deben entregarme los resultados de su trabajo para mañana". Qin desvaneció su sonrisa ¿Tenían una tesis de la que el no sabía? El Omega de inmediato buscó con sus ojos a uno de sus compañeros para preguntarle, sin dudar lo tomó del brazo y lo vió fijamente. Sasaki tragó en seco al ver la mirada fulminante del Omega de cabello negro.

—¿Si? —cuestionó nervioso, había escuchado que cuando Qin se enojaba era todo lo contrario a lo que siempre aparentaba. Qin relajó su expresión al ver temblar al sujeto ese.

—¿De qué está hablando el profesor? —lo vió fijamente.

—Bueno, ya sabes… tenemos un trabajo sobre… algo de psicología en los niños que han crecido en aislamiento social… —se encogió de hombros —. Es un trabajo en pareja… y—-habló algo temeroso, ya que ese Omega lo estaba viendo tan fijamente, y él no era así, no estaba acostumbrado a recibir tanta atención de un Omega.

—¿Ya tienes pareja? —vió a Sasaki con una sonrisa maliciosa, había olvidado por completo el maldito experimento que le había pedido ese maldito profesor. Sasaki negó, siempre prefería hacer sus tareas solo, en primera porque nadie le pedía ser su compañero y en segunda, también era algo tímido —. ¿Te gustaría que fuese tu pareja? No lo sé… puedo hacer lo que sea… —le sonrió al cabello negro. Sasaki se estremeció al escuchar el tono con lo que Qin se lo decía. El alfa colocó su mochila en un escritorio, sacó algo de su interior, un puñado de hojas y se los entregó a Qin.

—De acuerdo… hasta ahora, esto es lo que tengo, según mi investigación, la mayoría de niños que han tenido una infancia en aislamiento solitario, suelen volverse un poco Sociópatas. Carecen de habilidades sociales, no pueden relacionarse con el resto de personas… y suelen preferir más el aislamiento que ir a una fiesta —confesó mientras veía como Qin las tomaba. El Omega suspiró con pesadez, tendría que leer todo eso—. Esas son mis notas, puedes añadir las tuyas también y mañana podemos organizarlo y entregarlo… —Qin asintió, bueno, al parecer Sasaki si que era un buen sujeto, incluso lo hacía sentir mal arrebatarle los créditos de su trabajo.

—¡Bien! Gracias, Sasaki… me salvaste… —le sonrió, para después meter ese montón de hojas en su mochila —. ¿Quieres ir a tomar un café conmigo? No lo sé, de verdad me gustaría agradecerte por esto… —ofreció.

Sasaki lo dudó, esto era extraño, nunca antes un Omega lo había invitado a tomar un café, sin mencionar que, conocía la fama de Qin de querer acostarse con cualquiera. Pero bueno, también había escuchado que si querías hacerlo con él, tenías que darle algo de mucho valor, su compañero de clase era casi una prostituta cara. Sasaki asintió, había comprendido que Qin no quería nada con él, para iniciar no era atractivo y no le había dado a Qin algo de mucho valor, tan solo fueron un grupo de hojas.

—Me parece bien… —sonrió.

—¿Y bien? ¿Cómo vas? —cuestionó Poseidón al estar enfrente de Belcebú, ambos estaban en el mismo salón de esta mañana. Ese maldito rubio no lo dejaba irse a clase hasta que localizara al sujeto que borró su usuario en ese sitio web tan lleno de pornografía y pecado. El ojos negros suspiró con pesadez, alejó sus dedos de los teclados y vió fijamente al rubio gruñón.

—¿Cómo te digo? Es un sitio web con un buen nivel de seguridad… lo cual es irónico, ya que una vez que entras, sientos de virus lo hacen también  a tu dispositivo… —confesó—. Escucha… de verdad me gustaría ayudarte a encontrar a ese sujeto, pero en el sitio web no hay nada… es como si hubiese desaparecido… ó—una idea vino a su mente. El Omega de cabello negro volvió a teclear ¿Por qué no lo pensó antes?

El arte de lo absurdo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora