11.

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—Haber… déjame ver si entendí… ¿Me estás diciendo que Nikola no puede ver un cuerpo desnudo porque se viene? —rió Nostradamus, hoy era sábado y habían vuelto a clases —. Eso significa que ¿Thomas es virgen? — se echó a reír.

—¡No lo soy! —gritó Thomas bastante ofendido y molesto mientras caminaba por el pasillo a toda prisa, había escuchado perfectamente el comentario de ese sujeto rubio que estaba parado en el pasillo en compañía de alguien más. Cómo sea, no estaba de ánimos para confrontarlo, así que, que ese sujeto dijera lo que quisiera. De todos modos, él sabía que, antes Nikola no era así, no sabía que es lo que le había pasado, pero antes, Nikola podía tocarlo y hacérselo sin problemas, pero ahora, cada vez que lo veía desnudo, no podía en evitar venirse.

Okita al  lado de Nostradamus suspiró con pesadez, no podía creer que a Nostradamus le gustaba perder el tiempo con cosas sin sentido y que no eran de su importancia.

—Oh, sí, sí… comprendo —añadió el pequeño rubio con su teléfono en mano —. Es una lastima, quiero decir, él realmente está muy guapo y todo. Aunque no es mi tipo, pero sí, pobre de su novio… como sea, debo irme, mi compañero de clase me está viendo mal por hablar de "eso" —y diciendo esto, cortó la llamada —. ¿Quieres ir por un café? Faltan veinte minutos para que inicie la clase —le sonrió. Okita suspiró con pesadez, por desgracia, no se podía negar cuando se trataba de comida.

—De acuerdo… déjame ver si entendí… ¿Te gusta una chica? —cuestionó Qin, Lucifer asintió sin dudar, era la primera vez que le decía a alguien que le gustaba una persona —. ¿Pero no sabes cómo decírselo? —el alfa negó. Era de mañana y ellos sentados enfrente de una mesa de cemento, aún les quedaba tiempo para ir a la universidad. Qin sonrió, no podía creer que, Lucifer estuviera enamorado —. ¿Y por qué no se lo dices…? Tal vez, tus sentimientos sean correspondidos… —sonrió aún más, bueno, a él no le gustaban los compromisos, pero le gustaba ver parejas felices y contentas. Lucifer se tensó de inmediato y se avergonzó.

—¿Y sí me dice que no?  No quiero arruinar nuestra amistad, ella es muy ruda y a veces me da miedo cuando se enoja… —habló apenado —. Lilith es un hermoso ángel, pero ¿Qué tal si le gusta alguien más? No lo sé… —respondió con timidez. Qin se echó a reír, definitivamente el amigo de Belcebú era un agradable sujeto, lo que él diera por tener un novio así, lástima que su corazón ya se había encaprichado con alguien más, con un albino descarado y cínico que le gustaba jugar con sus sentimientos.

—Bueno —colocó una mano sobre su hombro —. Jamás lo sabrás si ni lo intentas, además, si te rechaza, no te preocupes… puedo darte "consuelo" —eso último lo dijo en un tono bastante seductor, lo cuál hizo estremecer al alfa. No es que Qin no le gustara, pero lo había comenzado a ver cómo un amigo solamente ¿Qué clase de persona tiene sexo con un amigo?  El alfa retiró con cuidado la mano de Qin de su hombro —. ¿Qué? —rió Qin —. No me mal entiendas, tú me diste consuelo con lo del otro día, yo podría hacer lo mismo, no sé, te acompañaría a tomar un helado, veríamos esas películas extrañas que te gustan y nada más, no creas que soy tan fácil. Bueno, si lo soy, pero tengo límites ¿Sabes?  No sexo con amigos… —habló con un semblante serio, haciendo sentir bastante tranquilo a Lucifer.

—Me agrada saber que tienes tus límites, Qin… —y después de decir eso, vió la hora en su reloj, ya era muy tarde y se supone que debería estar en clase. El alfa se levantó de su asiento, tomó su mochila —. Bueno, nos vemos Qin… —y diciendo esto, se fue. Qin también se levantó, se supone que él también debería de entrar.

Mensaje entrante.

Chat.

Adamas: Beel… ¿Dónde estás? Ya te busqué por todas partes y no te encuentro, ni siquiera en ese salón…

El arte de lo absurdo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora