—Vaya porquería… —gruñó después de escupir el ponche de la fiesta, sabía demasiado fuerte a alcohol y no, como el estudiante de medicina que era no podía embriagarse; pues mañana tendría clases. La gente aún bailaba a su alrededor al ritmo de la música, la casa era enorme; la indicada para esta enorme multitud.
—¿Sabe mal, cierto? —habló un muy deprimido Adamas mientras le daba un sorbo a su vaso, le daba igual si tenía alcohol y se embriagaba; ya había decidido abandonar la universidad de todas formas.
—¿De verdad vas a beberlo? —cuestionó el albino.
Adamas se encogió de hombros, hace varias semanas que dejó de asistir a la universidad; pero esta noche hizo una excepción por Hades; el albino le había dicho que sería la mejor fiesta de Halloween de su vida, así que, compró un disfraz de bombero y se lo puso, a diferencia de él, no se veía tan atractivo como su hermano el de los ojos amatistas que venía vestido de vampiro..
—¿Qué más da? —sonrió tenuemente —. No puedo creer que este tipo siempre haga las fiestas cada año…. Quiero decir, apenas si lo conozco… —comunicó.
—Sí… yo también… —habló el albino—. Discúlpame… —y después de decir aquello se alejó de su hermano y se acercó a una hermosa mujer que lo había estado llamando con la mano hace un momento. La chica sonrió, él se puso detrás de ella y ella colocó su teléfono enfrente de ella para tomarse una selfie.
Adamas rodó los ojos, su hermano era todo un rompecorazones, salía con una chica diferente cada semana. El cabello rojo decidió seguir su propio camino y comenzó a pasearse por ahí, entre la multitud que bailaba sin cesar.
Al final, Adamas decidió salir al jardín a tomar aire, todo olía a alcohol y a líbido. El alfa se sentó en una de las banquetas del lugar, viendo a las parejas de enamorados besarse enfrente de él. Eso lo hizo sentirse realmente mal ¿Por qué la vida era tan injusta con él? ¿Por qué no había nadie que quisiera salir con él? ¿Acaso nadie podría llegar a amarlo? La única relación que tuvo, duró apenas una semana, y ese omega lo dejó, no le importaba las cosas horribles que le haya dicho Hades de él; el cabello rojo aún así quería salir con él, ese sujeto le agradaba y le gustaba mucho. No le importa que fuese otra conquista más de su hermano.
—¡No! ¿En serio? Haber, ponlo otra vez… —una voz lo sacó de su trance y oscura reflexión —. ¡No inventes! Eso le va a dejar marca ¡El tipo lo mordió! —Adamas alzó la vista buscando en el jardín al dueño de esa molesta voz que lo distraía de su miseria —. ¡Dios mío! ¡Beel si que se lució! —tan pronto como escuchó ese nombre tan dañino, el se levantó de la banca y fue hacia el grupo de sujetos que estaban viendo fijamente un teléfono.
—Lo sé… me siento mal por él… —habló Lucifer que estaba sentado en el verde pasto junto a su grupo de amigos. Hace rato, cuándo muy inició la fiesta, su querido amigo Belcebú comenzó una riña con un sujeto de cabellos rubios —. De verdad quería lucirse con su disfraz… —sonrió —. Pero bueno, por lo menos logré sobornar a la policía para que no me hiciera cancelar la fiesta… —sonrió —. Mañana iré por él a la estación de Policía. Y tal vez le dé uno de los premios, Beel de verdad quería ganar este año…
—¡¿Beel está en la cárcel?! —habló Adamas enfrente de ellos; llamando la atención, tanto de Samael, Azazel y Lucifer. Los tres abrieron los ojos como platos ¿El bombero les estaba hablando a ellos? —. Les pregunté si Beel está en prisión… —repitió, confirmado, el tipo se dirigía a ellos.
—A decir verdad, así es… él y otros dos sujetos comenzaron una pelea hace rato cuándo las personas apenas estaban llegando, vino la policía… se los llevaron y me pidieron una muy buena razón para no cancelar mi fiesta… —habló el más alto de todos —. ¿Por qué quieres saber? —Adamas se alejó de inmediato de ese sujeto.
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El arte de lo absurdo.
Fiksi Penggemar¿Por qué tiene que ser tan difícil? ¿Tan angustiante y estresante? ¿Por qué todo debe ser como si Vivirían en un drama adolescente? nadie lo sabe, ni siquiera ellos... Más importante ¿Por qué toda esta catástrofe los terminó uniendo? Qin iba tranq...