Horas atrás, antes que se desate el pánico en la ciudad y el mundo.
El areopuerto internacional de miami se hallaba repleto. Azbine llevaba una mochila y sus compañeras bolsos de viaje, la brasileña llevaba un bulto de gym lleno de ropa multicolor.
Hacia las tres de la mañana del dia que se marchaban sin esperar volver a ver a los demás, casi deseando que no volvieran con sus cosas raras.
Hacian fila entre las personas para abordar el avion cuando ocurrio. Cerca de las cuatro de la mañana. No habia tantas personas, varias docenas abordando o esperando algun vuelo tardio.
La electricidad se cortó, se escucharon exclamaciones de asombro y casi de inmediato se encendieron las luces de emergencia en la pista.Fue el grito de una recepcionista lo que las alerto. Algo pasaba en las partes mas oscuras del aeropuerto.
Luego se le unieron más gritos y no sabían lo que ocurria. Hasta que las personas corrieron hacia las paredes aleja doce de lo que se asomaba de las sombras del pasillo.
Cuando la cosa se asomo, parecia una tela negra que se asomaba por el suelo, avanzo lento ante los gritos de las personas que se alejaban rapido al extremo opuesto.Las tres cazadoras se quedaron quitas a mitad de la sala observando aquello, sacando conclusiones, aquello ella un terror? Aquello era lo que decían que iba a liberar Kaller? Pero qué era?
Mia chillo cuando la cosa se movio de golpe y se deslizó extendiendo un brazo oscuro y atrapo la pierna de un hombre arrastrándolo hacia si entre gritos de horror.
Parecio cubrirlo y crecer ligeramente en tamaño para luego deslizarse a un lado dejando el cuerpo del hombre palido e inerte, un momento despues este se descompuso entre un montón de cenizas.La cosa se deslizo de nuevo rápidamente y Hage extendio el brazo hacia la sombra, en un acto reflejo dejo salir el poder y una llamarada que chamusco la pared y la criatura que chirrio y se derritio quedando solo la mancha llena de grasa en el suelo.
-que diablos es eso?- pregunto Azbine con asco.
-lo que sea...nuestro vuelo no saldrá- señaló Mia hacia la pista donde las luces falseaban de nuevo, personal de emergencia corria.
Gente otra de esas criaturas reptaba dejando muertos a su paso.
-debemos poner a la gente en un lugar seguro, cerca de la luz.- señaló Hage hacia las zonas iluminadas que evitaban esas criaturas de sombra.
Azbine y Mia dejaron sus maletas y se movieron para dar indicaciones. De las personas fuera del aeropuerto solo algunas lograron entrar, dentro solo habia algunos puntos donde la luz de emergencia iluminaba y se apretujaron ahí.
Mia buscaba en la computadora como rederigir la energía a donde ellos se encontraban, podían ver que que dos aviones habian tratado de aterrizar y luego se elevaron de nuevo. La torre de comunicaciones estaba encendida, llegó una ambulancia y tambien equipo de rescate, pero apenas dejaron los vehiculos fueron tragados por la oscuridad en medio de gritos.
Mia le tomó la mano a la peliroja que tuvo el impulso de ir, salir y ayudar .-quedate..te necesitamos aquí..- pidió.
Hage apretó los labios.-si la luz afecta esas criaturas apenas amanezca se iran..- agregó Azbine- sólo tenemos que esperar..- terminó de decir.
-esperaremos...- murmuró Hage irritada.
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Ese mediodia, despues de salir de la librería Beliar buscó a los likans, la unica forma de obtener lo que desaba era usarlos a ellos, no le interedaba demaciado lo que ocurriera con los terrores, si el tenía el poder deseado y a su esposa, podría evitar esas criaturas..
Así que no podía esperar a la noche, tenia que ser lo mas pronto posible, nada garantizaba que pasara indenme una noche completas con aquellas criaturas sueltas.
Se deslizo al bar que mezclaba luces calidas, suelos de madera, un bar de caoba y bebidas alcohólicas. El sitio contaba con una musica grave que pese al panico de la madrugada se mantenía ahí.
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Medianoche 5- Eligia
RandomTodo lo que a ocurrido lleva a Kaller a dudar de sus acciones, pero sigue firme en su deseo de cambiar el destino de dos razas. Beliar tiene sus propios motivos y mueve los hilos para lograr su cometido. Mientras son manejados Maurice, la nefilin...