Medianoche 5- Eligia

8- Lo hizo...

Eligia y Maurice se movieron, los faros delanteros del gt negro se encendieron iluminando de golpe y empezó a llover.
Y lo vieron, yacia con una rodilla apoyada en en suelo y la espada clavada frente a el, en la base de la torre, estaba pálido y respiraba como si le doliera.

-Mike! - Maurice dejó a los angeles atras al acercarse a su amigo.

Kaller se puso de pie, ayudado de su espada. Se sostuvo del hombro de Maurice.

-Mike, no te has alimentado desde que volviste...-señaló preocupado el otro vampiro.

-si lo hice..- respondió en tono apenas audible Kaller.

-Lo que tomaste de Lorraine apenas fue un trago y te traumaste, eso no cuenta- regaño Maurice.

-con eso deberá bastar..- mascullo Kaller.

Quiso regresar la espada al tahali, pero se tuvo que apoyar de espaldas sin equilibrio contra la pared de la torre.- no puedo llevarla ahora..- confesó y se quitó el tahali para enfundar la espada tendiéndosela a su amigo.
Maurice agarró el tahali.

-con que no toques la empuñadura o el filo estarás bien..- indicó Kaller.

Maurice volteó hacia los demás llamandolos y vio a Eligia abrir mucho los ojos.
Volteo a tiempo de ver caer a Kaller de rodillas para perder el conocimiento y terminar en el suelo por completo.

-Mike! Maldita sea!..

Se le acercaron  los otros. Eligia se arrodilló a su lado sin saber que hacer asustada.

-podemos llevarlos a la casa segura- propuso Mia.

-cómo? No damos en el mustang todos..es de dos plazas- señalo Maurice sentado en el suelo junto a su amigo.

-yo les mostraré el sitio para que nos lleven- indicó Mia a los ángeles.

-y yo me llevaré el mustang- dijo de buen humor Hage.

Maurice le hechó una mirada preocupada.
Pero estuvo de acuerdo, Eligia y Ariel los llevarian a ellos dos y a Mia. Hage los alcanzaría en el mustang.
Pero lo que más le preocupada a Maurice era que su amigo no se habia alimentado
correctamente...y ahora estaba inconsciente despues de usar su poder de esa forma.

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Beliar retrocedió al ver las nubes oscuras hacia el sur de florida. Desde el penhouse no era algo tranquilizador ver esas nubes que pronosticaban tormenta. Siempre era asolada miami por huracanes, pero ésto era diferente.  El edificio donde estaban
Se sintio y escuchó el cristal vibrar.
El sitio dónde estaban aun contaba con electricidad, así que no se preocupó.
Silvan se acercó a el para ver la aquella zona de la ciudad, con sus grandes rascacielos brillantemente iluminados.  Nada de tráfico, pero si los camiones de militares que pasaban con potentes reflectores.

-quieres traer a tu esposa de vuelta a la vida...- comento Silvan en tono bajo.

-lo haré- declaró sin mirarlo Beliar.

-mi hermano queria hacer lo mismo y aprendió ciertas cosas que Kaller ya sabía sobre la magia negra y la necromancia. No salio bien- contó casi cono una advertencia.

Beliar lo volteo a mirar con seriedad.

-tu hermano no tenía a Eligia y al legado de la luna...- dijo satisfecho el brujo.

Silvan volteó hacia donde se vio una descarga de rayos que cualquier meteorólogo pagaria en oro por ver y medir.  No los podian escuchar debido a las paredes insonorizadas del edificio.
Y la ciudad se apagó por completo a la vez que lo vidrios temblaban causando que ambos hombres miraran los gruesos ventanales con aprehensión.
Beliar se aclaró la garganta.