Lorraine y Silvan habian dibujado las marcas que les detallaron por Beliar en el camino que habian tomado en la ciudad, sabian que las tres mujeres cruzadas hacian lo mismo en otro camino. La ciudad tenia tres entradas y conforme el par de angeles se adentraba rn la ciudad con los dos vampiros, estas marcas se iban activando, casi como si fuera seguros, cerrando cualquier salida o retroseso de la misma.
Lorraine revisó de nuevo la hoja donde el brujo habia apuntado lo que ella deberia hacer una vez estuviera encerrado Kaller, para eliminar la raza de los hijos de la sangre, en el proceso dejar ir a Eligia y a Ariel...de Maurice no se preocupaban, pues el brujo les habia asegurado que el se encargaria.Al igual las tres cruzadas tuvieron que apurarse para que antes del medio dia hubiera terminado o al menos estar cerca del subterraneo bajo la iglesia. Ellas con la seguridad que al terminar Kaller de cerrar la
puerta a los terrores y Lorraine lograr su deseo de deshacer a los vampiros, ellos tendrían a Eligia para eliminar y por fin podrían dar por terminado ese capitulo y marcharse quiza a australia, lo más lejos posible de todo a descansar.
Ya no tendrían que lidiar con la plaga de lo terrores y desaparecerían del mapa, necesitaban vacaciones.Beliar aun caminó manteniendo la distancia. Sabia que no podían escucharlo ni detectarlo por Kaller, ya que el mismo se había protegido. Ya habia notado un ligero recelo creciente en el hijo de la sangre conforme se adentraban en la ciudad abandonada y los nervios del angel lo mantenian alerta.
-Beliar..-el brujo se movió alejándose ligeramente de la sombra helada que permanecía junto a él, pese a ser de dia.
-lo se. Ya te dije que es lo que quiero yo. Una vez que Kaller me convierta, haz lo que quieras con el...y los demás tampoco me interesan. Has lo que quieras con ellos..- declaró el brujo.
-evitaras que cierre la puerta y lo mantendré en su lugar para que te convierta- agregó la sombra y desapareció tras un extraño ruido sibilante.
Beliar se preguntó si eso habia sido una risa?
Kaller se detuvo junto a la pared de la muralla. El silencio en el bosque que rodeaba aquella pequeñisima ciudad entre fronteras casi se podia palpar. El sol habia salido hacia un par de horas y apenas lo hizo, dejaron el hotel. Las personas ahí aun esperarian a que llegase la ayuda, y de todas maneras si llegaba otra noche, la protección que Kaller habia puesto ahi seguía.
Apenas habia amanecido y ellos cuatro ya estaban saliendo.La ciudad abandonada tenía tres entradas, ya que al encontrarse entre la frontera de bielorusia y alemania, la iglesia que se levantaba al centro sirvió como punto neutral para ambos bandos durante la tercera guerra mundial.
Y yacia abandonada la ciudad por lo mismo. Mucha gente habia muerto ahí, de ambos bandos que deseaban la bendición del padre de turno...y morían ahi. Debajo de la ciudad se levantaba una red de tuneles que servían para contrabandear suministros. No estaban en la más completa oscuridad ya que cada tanto se habrian al exterior tragaluces por donde podía entrar el sol. Y era hacia esos tuneles y mas exactamente debajo de la iglesia a donde se dirigían. Ahi las lineas de energia de la tierra se entrecruzaban haciendo que fuera fácil cerrar un brecha entre tierras y evitar que siguieran entrando los terrores a esta tierra.Al detenerse a escuchar, Kaller se había apoyado en la pared donde algo polvoso le llamó la atención. Se miró la mano derecha y vio que estaba manchada de ceniza. Aquello le pareció extraño, ceniza fresca en un sitio como aquel dónde hacia unas horas había nevado, además?
-tomaremos otro camino..- anunció preocupado, aun no sabía Como los habían podido encontrar los terrores y porqué abrían volcado el tren, que ganaban con eso?
-porqué? No tardaremos más en llegar a nuestro destino?- quiso saber Ariel en tono nervioso.
-así es, tardaremos un poco más, Ariel. Pero cual es la prisa? Tenemos todo el dia, literalmente- respondió Kaller mirándolo medio segundo con recelo.
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Medianoche 5- Eligia
AcakTodo lo que a ocurrido lleva a Kaller a dudar de sus acciones, pero sigue firme en su deseo de cambiar el destino de dos razas. Beliar tiene sus propios motivos y mueve los hilos para lograr su cometido. Mientras son manejados Maurice, la nefilin...