Sueños

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En la mansión Kido, el joven caballero de Andrómeda se encuentra en una de las habitaciones designadas para el. Ya era de madrugada y se encuentra dormido, pero parece que su sueño no es nada pacífico, debido a que se movía intranquilo en su cama, por desgracia no ha sido la primera vez que a tenido pesadillas en los últimos días, realmente desde que regresaron del pasado para ser exacto que empezó con esos sueños.

En el sueño:

Shun se encontraba en un lúgubre lugar, no había luz o algún signo de vida en su entorno, todo le indicaba que se había desatado algún tipo de batalla, por las ruinas que se encontraban a su alrededor. Hacia frio, pero seguía caminando hasta llegar a lo que era un templo antiguo abandonado. Como si alguien lo llamara, este se adentro hasta el fondo del mismo, estaba observando el lugar cuándo de repente pudo visualizar  a lo lejos un trono casi destruido, iluminado por una débil luz que se colaba por el casi inexistente techo abovedado, unas viejas y rotas cortinas parecían querer ocultarlo, pero no era posible ocultar semejante silla.

Al estar distraído por ver esa escena que le resultaba familiar, no pudo sentir cuando alguien se le acercó por la espalda y lo tomo de los brazos. Impidiéndole ver quien o que era lo que lo sostuvo.

-No te are daño- escucho la voz que le hablaba al oído.

Por alguna razón él le creyó y no hizo ningún esfuerzo para soltarse del agarre, sintió como una de las manos que lo sostenían lo soltó, de manera repentina frente a él estaba un medallón en forma de estrella que él reconoció inmediatamente.

-El medallón de Hades- Dijo shun al momento que le colocaban el collar en su cuello sujetándolo por detrás.

-No- Dijo de nuevo la voz - Es tu medallón ahora. Nuevo Dios del inframundo.-

Esto sobresalto tanto al chico que logro despertarlo; Tenia la respiración agitada y el cuerpo bañado en sudor. -Fue solo un sueño- Se dijo así mismo para convencerse de que eso era. Se toco el pecho instintivamente para asegurarse que efectivamente el collar no estaba en su cuello, aunque sentía la sensación de haberlo traído puesto en algún momento.

Ya no quiso pensar en eso más, trato de librar su mente de ese mal sueño y aun que era de madrugada, decidió levantarse de la cama, ya no tenia caso tratar de dormir, tampoco era como si quisiera seguir haciendo. Se puso un pantalón una playera deportiva y sudadera para salir de la mansión a correr un rato y olvidar lo que vio en sus pesadillas. Al salir de la puerta principal, sintió la suave briza matinal que le daba en la cara, estiro un poco el cuerpo y se dispuso a correr.

El cielo empezaba a aclarar cuando Shun ya tenia cinco vueltas al jardín de la mansión y no parecía querer detenerse, su cabeza empezaba a olvidar su sueño y en lugar de eso empezaba a preguntarse sobre sus compañeros de batalla y su hermano mayor.

-"Ikki siempre desaparece sin decir nada o hacia donde va"- Pensaba Shun al empezar ya iniciaba su sexta vuelta -"Solo espero que en esta ocasión no se prolongue su ausencia como es su costumbre"-continuaba corriendo cada vez mas rápido-"Hyoga se fue a Siberia para estar mas cerca de su madre. Shiryu por su parte también regreso a los cinco pico para estar con Shunrei y Seiya se encuentra en el hospital recuperándose de sus heridas y siguiendo el tratamiento por su ultima batalla"- Espero que pronto se recupere para que se pueda reunir con su hermana Seika que lo espera en el orfanato.-Lo dijo mientras esquivaba la manguera que utilizaba el jardinero para rociar las flores de Saori. En la mansión no se encontraba la chica, solo estaban los encargados de la limpieza, Tatsumi y él, debido a que la señorita Saori se encontraba en el santuario arreglando los preparativos de la reconstrucción del mismo y por una nueva orden dorada que tiene que empezar a armarse. Aunque para Shun no era de su agrado ser parte de esa orden.

El renacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora