Técnicas

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Athena se encontraba repasando los acontecimientos que solo hace un momento habían ocurrido, se veía la mano herida y trataba de recordar que había hecho. -"¿Debí detenerme cuando empezó a dolerle el pecho?"- Pensaba al recordar el momento cuando Shun se tomó el pecho, pero Nicole tenía razón, si no seguía no sabrían hasta donde podría llegar. Además, cuándo trato de tocarlo, ¿Cómo pudo hacerme está herida? - Ese cosmos..-

-¿Dijiste algo, Saori? - Pregunto Hyoga. Esto saco a la chica de sus pensamientos, había olvidado que su caballero de Cisne estaba con ella.

- No es nada.- Contesto la chica, en ese momento los restantes caballeros de bronce llegaron a la sala del Patriarca para saber el estado de su Diosa.

-¡Athena!- Grito Seiya cuando cruzo la puerta.- ¿Te encuentras bien?

-Si, estoy bien, no se preocupen-

- ¿Qué le paso a su mano?- Pregunto Shiryu al ver la herida de la mano de la joven. Saori trato de ocultarla pero la sangre que salía de ella la delato, no tuvo más opción de contarles lo sucedido.

- ¿Entonces Shun fue quien te hirió?- Seiya no podía creer que Andrómeda pudiera hacer tal cosa.

- No fue internacional, pudo haber sido una reacción de sus habilidades al haber provocado intencionalmente que emergieran.- Saori trato de excusar el incidente para que no lo tomarán como un ataque intencional por parte de Andrómeda hacia ella.

-¿Dónde esta Shun?- Pregunto el Fénix, que hasta ese momento había permanecido en silencio, escuchando lo ocurrido.

- Los guardias me informaron que se encuentra en su habitación.- La respuesta vino del Patriarca que estaba de pie junto a Athena. Ikki salió en busca de su hermano para saber cómo estaba.

Cuando el Fénix llegó a la habitación de Shun, un guardia estaba en la puerta custodiandola, el decidió ignorarlo, estaba apunto de abrir la cerradura cuando la mano del guardia lo sujeto deteniendolo.

- No puede abrir esa puerta.- Dijo el guardia aún sujetando la mano del Ikki.

- Te recomiendo que me sueltes, si no quieres morir- Ikki no tenía mucha paciencia para que un simple guardia lo detuviera de ver a su hermano, pero cuando trato de soltarse se dió cuenta que no puedo hacerlo.- "¿Quien es este sujeto? Está fuerza no es normal para que un simple guardia me detenga.- Ambos hombres hacían fuerza en sus manos, se miraban desafiantes hasta que se escuchó una voz proveniente de la habitación.

-Ikki, por favor no entres.- Shun desde dentro de la habitación había escuchado la voz de su hermano mayor.

-Shun, por favor déjame entrar.- Soltándose del agarre del sujeto, Ikki trato una vez más entrar.

-¡No abras la puerta!- Suplico Shun.- Quiero estar solo, por favor, Ikki te lo suplico.-

El Fénix se quedó inmóvil al escuchar la voz de su hermano que le pedía que no entrara y lo dejara solo, esto lo lleno de impotencia al no poder ayudarlo, así que sin más opción dio media vuelta y se retiró del lugar, no sin antes mirar con un gran resentimiento al sujeto que le impidió entrar a la habitación de su hermano. El hombre por su parte no se inmutó y dejo que se retirará.

-Perdona a mi hermano.- El hombre se sorprendió al escuchar la voz de Andrómeda que le hablaba a él a través de esa puerta que custodiaba. -¿No te hizo daño? -

- No se preocupe, mi señor.- Contesto el hombre. - No me hizo nada.-

-Que bueno que no te lastimo, pero no me llames señor, solo soy un caballero más.- Respondió Shun

-No para mi. Mi señor- Respondió con determinación el hombre.

Cuando Ikki llegó una vez más al cuarto del Patriarca, sus compañeros lo esperaban para saber cómo estaba Andrómeda, pero solo les pudo decir que quería estar sólo, a lo que Saori les comento que era lo mejor para el y que lo dejarán por esta noche tranquilo. En cuanto los santos aún de bronce se retiraron, Saori y Nicole se quedaron a hablar de lo sucedido, debido que el patriarca le resultaba inquietante que su diosa recibiera daño y le pedía que lo dejara a él trabajar con Andrómeda para que ella no fuera herida.

El renacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora