Los días transcurrieron sin incidentes, tal y como lo prometio el caballero de Pegaso se portó bien y no trato de huir por las ventanas o algún otro medio, Shun lo fue a visitar sin falta tal y como él lo prometio; Le contó que su hermana Seika estaba bien y muy alegre cuidando a los niños del orfanato, pero decidió no contarle sobre lo que ella le menciono el día que fue al orfanato por última vez. Sus palabras aún no las podía comprender, "tu corazón debe de ser fuerte o se romperá" ¿Que quiso decir con eso?. Ni el lo comprendía, por esa razón decidió no preocupar a Seiya y no contar lo sucedido.
Por su parte Seiya estaba muy entusiasmado de salir del hospital para por fin ver a Seika, nunca se vio a un pegaso de lo más tranquilo en toda su vida. En su último día de estancia, Shun estaba sorprendido por la conducta que tenía su amigo, se dejó revisar sin quejas o reproches, también tomo sus medicamentos sin ninguna mueca de desagrado por el sabor, pero lo que más llamo la atención es que al momento de salir del hospital las enfermeras le pedían dejar el lugar en silla de ruedas lo cuál el chico acepto sin ninguna duda, se notaba que lo que más quería era irse lo antes posible.
Cuando estaban cruzando la puerta de salida con Shun empujando la silla ambos chicos fueron sorprendidos por dos de sus compañeros.
- ¡Hyoga!¡Shiryu!-
Los otros dos caballeros de Athena los estaban esperando, Seiya casi sale disparado para poder llegar a donde estaba el Dragón y Cisne en ese momento Pegaso dejo de ser el chico bien portado.
-Que alegría verlos muchachos- Dijo pegaso cuando llegó con ellos.
-Digo lo mismo, Seiya y tú también Shun- Comento Shiryu
-¿Cuando llegaron?- Pregunto Andrómeda cuando también los alcanzo.
-Llegamos en la mañana, pero al llamar a la mansión Tatsumi nos comentó que viniste a recoger a Seiya y por eso decidimos alcanzarlos- Respondió Hyoga.
- Me hubieran dicho que llegarían hoy asi los tres hubiéramos venido por Seiya - Reprochó un poco Shun.
-No supimos a qué horas llegaríamos por eso decidimos llegar directamente al hospital después de que Tatsumi nos dijo que veniste a recoger a Seiya- Comento Shiryu para tranquilizar a Andrómeda.
-Lo importante es que están aquí y que están bien- Aporto Pegaso colocando su mano en el hombro de su compañero.
Cuando se disponían a retirarse en el auto que Tatsumi les presto para recoger a Seiya, Shun se detuvo abruptamente debido a una sensación extraña que recorrió su cuerpo, era como si una cubetada de agua helada le hubieras caído encima, acompañada de pequeños pinchazos que provocaron escalofríos en toda su espalda.
- ¿Te ocurre algo Shun?- Pregunto el caballero del Dragón al ver a su compañero detenerse de imprevisto.
-¿Sintierón eso?- Respondió con una pregunta para sus tres amigos, que de inmediato trataron de percibir algo.
-Yo no siento nada- Respondió pegaso que por las ganas que tenía de ver a su hermana ya estaba con un pie a dentro del auto.
-¿Que sentiste Shun?- interrogó Hyoga, pero no obtuvo respuesta, debido a que Andrómeda estaba mirando hacia la entrada del hospital.
-Yo ...solo..- Su respuesta fue más un balbuceó debido a que estaba concentrado en saber que era lo que sentía, pero cuál fue su sorpresa cuando de la nada pequeñas luces de colores salían del hospital. Eran ellas las que le ocasionaban esa sensación tan extraña, no parecían ser cosmos o sus hermanos también las percibirian, lo estaban llamando, cuando estaba dispuesto a ir hasta donde estaban las luces, una mano apareció de la nada y lo distrajo de su objetivo.
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El renacer
FanfictionDespués de la batalla contra Hades y la destrucción del inframundo, los santos de Athena se encontraban en un periodo de paz. Sin embargo no esperaban que una nueva amenaza atacara su mundo con el despertar de la reina del Hades, PERSEFONE. La dios...