Capitulo 13

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Flashback

Harry acababa de entrar a su cámara en Gringotts, sonrió sabiendo que toda esa fortuna era de él, y en esta ocasión haría lo que fuera para compartirla con todos y fueran felices. Pero, deseaba ir ajustando su vida poco a poco, así que tomo un puñado sin que Hagrid se diera cuenta y se lo guardo en uno de los bolsillos de su pantalón.

— Harry — Lo llamo Hagrid mientras salían del banco mágico — ¿Quieres un helado?

Perfecto. Pensó Harry en su cabeza y le asintió. El único lugar donde vendían los mejores helados del callejón Diagón debía estar lleno en este momento a rebosar, a causa de que era hora de pensar en comerse un helado y también era bastante tarde.

Harry le quiso dar un galeón a Hagrid — No, no, no. ¿Qué haces muchacho? Ese dinero es tuyo, yo te invito.

— Pero Hagrid...

— Tranquilo, además, ¿eres consciente de que los dos helados no costaran más de 3 sickles? Un galeón es mucho dinero — Y salió corriendo.

Harry simplemente sonrió enternecido con él, sabía que había salido corriendo solo por el miedo de tener que recibir el galeón, por más que había visto su fortuna, no se creía capaz de recibirle así sea un galeón a Harry.

Y aprovechando el momento, mejor que nadie, se dirigió al Callejón Knockturn, tenía en cuenta que no debía pasar por allí, menos siendo un niño, pero era la única manera de lograr lo que se proponía, no confiaba en nadie más para hacer lo que quería hacer.

Cuando llego a un lugar donde vendían todo tipo de cosas (sobre todo ilegales), simplemente se puso la capucha y entro, sin alzar la vista.

— ¡Uhhh! Pero que tenemos aquí — Dijo con una sonrisa burlona desde el mostrador, algún señor mayor por el tono de su voz — Pero si es un niño escondiendo su rostro — Sin embargo, Harry sabia que había perdido su sonrisa, y ahora lo miraba de forma asquienta y malvada — ¿Qué haces aquí? Vete si no quieres no volver a ver la luz del día — Dijo en un susurro aquel hombre, que Harry ni sabía como era. Pero tampoco se arriesgaría a verle la cara, de pronto lo reconocía y no quería tener que usar su magia fuera del colegio.

— Quiero un elfo doméstico — Dijo sin más.

— ¿Por qué crees que tendría un elfo doméstico en mi poder niño? — Lo miro entrecerrando los ojos — ¿O es que en realidad no eres un niño?

Harry no tenía que ser adivino para saber que este hombre lo estaba apuntando con su varita, sin embargo, no se dejó amedrentar.

— Solo quiero un elfo, no me importa de donde lo saque — Y antes de que este replicara, le tiro todos los galeones que había cogido de su cámara.

Conocía de sobra que un elfo no valía todo eso, y también que al haber tanto dinero de por medio, el hombre aceptaría que el niño no quería preguntas, ni nada que no fuera un elfo.

Tosió y se alejó disgustado, pero no demoro en volver con un elfo que lo tiro a los pies de Harry. Este miraba a Harry con susto en los ojos, se podía ver que era más flaco aún de lo que lo eran los elfos de por sí, y tenía un miedo arrollador en la mirada.

— Espero guarde silencio — Fue lo último que dijo.

Harry cogió al elfo del brazo y salió de aquel sitio, esperando a encontrarse en sombras en algún pequeño callejón entre local y local, sin dejar aquel lugar, porque no quería que nadie supiera que tenía un elfo. Y si llegaba al Callejón Diagón de nuevo, todos lo verían con un elfo doméstico a su merced.

— Hola, ¿cómo estás? — Pregunto Harry cuando se cercioró de que nadie estaba por ahí o los veía, se había dejado de cubrir el rostro y ahora miraba con calma al elfo, que tenía en su mirada aun ese terror instalado.

¿Que Debo de Hacer? | HinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora