¿Que Debo de Hacer? | Hinny

Capítulo 12

— No sé Harry, tienes una cara que da miedo — Razono Hermione y Ron asintió, aunque todavía estaba un poco ido, incluso Harry estaba seguro de que se había acordado de su amenaza de lanzarle una maldición imperdonable por lo desconcentrado que estaba, aunque realmente ese era su estado normal.

— Sí, Harry, concuerdo con Hermione — Aunque hizo una mueca y cara de asco, pues sintió verdaderas ganas de vomitar por estar de acuerdo con la castaña, a lo que esta lo miro entrecerrando los ojos y de manera molesta — De por sí, hacer una fiesta rompe como mil reglas.

— Pero sé que les va a gustar... — Harry los miro suplicante y con pucheros, estos aunque aún no estaban muy acostumbrados a como era Harry, sabían que no podían que decir que no, pues ya empezaban cada vez más a quererlo como su mejor amigo.

Ron en realidad, simplemente sentía miedo de una amenaza sobre dementores y esas cosas frías y tenebrosas con la que los gemelos lo asustaban de pequeño. Por lo menos, estaba seguro de que Harry no lo molestaría con el que no-debe-ser-nombrado, pensando que a él le costaba pensar en él, pues no lo mencionaban muy a menudo. Tal vez sí hubiera sido en la otra vida de Harry, pero en esta no le atormentaba ni poquito hablar de Voldemort, solo se compadecía de su amigo pelirrojo.

— Está bien, está... — Dijo resignada Hermione, pero Harry ni les dio tiempo y los saco corriendo del castillo, luego salieron de los verdes campos de Hogwarts, y se dirigieron al sauce boxeador.

Estos lo miraron como loco por ir hasta allí, pero Harry no pudo más que sonreírles mientras se acercaba al árbol.

— Harry, no pienso que sea buena idea — Le susurro Hermione, mientras veía que más se acercaba, a aquel árbol, que se movía de forma violenta de un momento a otro, más si se acercaban — Ese árbol te puede lastimar de forma muy seria.

Harry simplemente se encogió de hombros, y apunto su varita hacia las ramas de este que se quedaron quietas y les mostró un hueco en el árbol.

Hermione miró un poco extrañada a Harry, a esas alturas del curso ya conocían muchos hechizos, y sabía que con estudio existían estudiantes con excepcional talento, pero contaban con padres magos que les habían enseñado desde pequeños sobre la magia.

Pero Harry había crecido con muggles, no tenía conocimiento sobre la magia hasta ese año, o eso mismo él había dicho, ¿por qué razón es que conocía tantos hechizos y por qué se sentía tan diferente, como fuerte, antigua, hasta ancestral?

— ¡Hermione, entra, que no te esperaremos toda la noche! — Gritaba un Ron medio molesto por el agujero que había en el árbol, el cual se lograba ver gracias a la luz de la luna.

Ron se quejaba por cada paso que daba, por la estrechez del camino, y por tener que andar tanto. Hermione era lo contrario, estaba exageradamente nerviosa de andar por ese camino, sabiendo que desde que se juntaba con ellos, lo cual en realidad no llevaba tantos meses, había incumplido medio reglamento del colegio. No le gusta romper las reglas.

Harry solo sonreía divertido, viendo como cada uno tenía su propio mundo y lo había tenido en ese tiempo, pero lograban encajar. Una sabelotodo, un bruto y un tipo con complejo de héroe.

Cuando por fin llegaron a lo que parecía una casa abandona, Harry simplemente los dirigió hacia afuera, diciéndoles que luego podían verla, evitando que miraran hacia atrás cuando salieron, no quería que supieran que habían salido de la "casa embrujada", no recordaba muy bien si ellos sabían en ese entonces, pero era la casa embrujada más famosa de Gran Bretaña.

Luego de andar un poco más, Hermione estaba a punto de entrar ahora si en un paro de pánico, o así lo había expresado en voz alta sin darse cuenta, hasta que Ron y Harry se rieron con fuerza de eso. Ella simplemente se sonrojó.