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"la suerte de seguir en el ciclo"

- en serio me gustaría que te quedaras más tiempo, sobre todo por lo que pasó anoche con el demonio y que luego no pudieras dormir-

Decía la señora Yasashi mientras se acercaba a mí con un vento ya empacado y envuelto en un paño blanco en una mano y una pequeña bolsa con galletas, posiblemente decoradas con formas de animalitos en la otra, mientras yo rodeaba la caja con cinta para que ésta no se abriera y todas las cosas salieran volando.

- gracias- agradeci sin voltear a verla-pero no anoche casi muero otra vez ante otro demonio-

- otra vez- susurró la señora Yasashi con preocupación bajando un poco de la cabeza-

- no se preocupe- le sonreí levantandome con la caja en la espalda recibiendo la comida -en serio no tiene por qué preocuparse-

- ¿como no quieres que me preocupe si anoche sufriste un colapso, que te llevó a un episodio de susto postraumático?...- decía agachándose a mi altura sujetando mis hombros mirándome los ojos, aunque desviaba la mirada- que puedo terminar contigo sufriendo heridas mortales....o peor- tomo una pausa en lo último tal vez imaginandoselo, sujetándome el mentón para que levantara la cara y la viera a los ojos-

- entonces solo ya no se preocupe y listo-

- T/n-

- aprecio su preocupación señora Yasashi, pero de todo corazón prefiero que mantengamos una distancia profesional, solo soy quien le entrega el correo- baje la vista volviendo a extender a ambos caños con comida- la última vez que alguien se preocupó de más por mí no acabó bien-

La señora Yasashi me saltó los hombros cubriendo con sus manos las mías, volviendo a acercarme a ambos paños extendiéndome una ligera sonrisa.

- con mi marido jamás tuvimos hijos por su trabajo y el mío y, cuando las mujeres llegan a cierta edad tienen una crisis por no haber sido mamás, así que no veas esto como una muestra de preocupación sino como el regalo de una mujer de 43 años a quien pudo ser su bebé- sonrió y rodee su cuello con mis brazos, solo unos segundos después lágrimas inconscientes salian, abrazándola con fuerza mientras asentía con el rostro hundido en el agujero entre su cuello y el hombro-

- gracias- susurré-

Pues a pesar de que ya no quisiera encariñarme con nadie y que nadie se encariñara conmigo, a veces solo quisiera sentir el cariño de alguien más y dejar de lado ,aunque sea solo por un momento mi realidad.

[...]

Los siguientes dos meses, fueron viajes hacia el sur hasta que tuve que desviarme para llegar a la aldea de la luz ,una aldea en la montaña que se encontraba con puentes de un extremo a otro, algunos con escaleras para poder bajar de una altura a otra para acceder de forma más directa a los distintos lugares de la aldea.

La subida para llegar al primer puente fue empinada y algo tortuosa con la caja en la espalda, sentía como el aire en mis pulmones llegaba cada vez con más con mayor dificultad y, en un momento hasta me puse a subir usando también las manos como si fuera un bebé, fue algo vergonzoso pero como no había nadie solo los animales del camino podrían burlarse de mi. Los árboles desaparecieron y unos metros más adelante lo único que vi fue como la tierra se acababa como si hubiera llegado al fin del mundo, en donde solo estaba el inicio del puente del cual no podía ver el otro lado debido a las nubes.

Me pasé la mano por la frente volviendo a quitar el sudor que ya no solo era por el cansancio de la subida, si no que también por el inmenso calor que hacía arriba, mire al sol por un momento en busca de alguna nube que lo cubriera aunque sea por un instante pero el cielo estaba despejado al menos en su punto.

Suerte {Muichiro Tokito y tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora