En la fiesta, Danna se encontraba sentda con su hija. Mientras disfrutaban del ambiente festivo, Eurides se acercó a ellas con cautela, luciendo una amable sonrisa.
-Majestad, espero que este disfrutando de la bienvenida que le ofrece nuestra manada.
-Eurides, es una fiesta entretenida. De verdad agradezco el gesto. Solo dime Danna - expresó tranquilamente.
-Danna, si no es mucha molestia, ¿me permite llevar a la princesa a su habitacion? La he observado un poco aburrida - soltó nerviosa temiendo ser rechazada. Sin embargo, su loba estaba emocionada por la cachorra. Desde hace siete años que perdio a su mate, su loba se la pasa deprimida y son pocas las veces que ha querido recorrer el bosque.
- Mami quiero retirarme de aquí. La señora bonita me cae bien, ¿puedo ir con ella? - expresó la niña con una tierna sonrisa.
Danna es sobreprotectora con su hija y son pocas las personas que estan a su cuidado, suspiro con incertidumbre, queria confiar en Eurides.
-Esta bien, pero sin portarte mal con Eurides.
-Gracias, Danna - Eurides alegre, se acercó a la niña y tomó su delicada manito - Te prometoque estará bien cuidada.
La niña caminó gustosamente con Eurides, contandole acerca de la gente de su manada.
Danna se levantó con elegancia y se dirigió hacia el exterior de la mansión. Caminó hacia un lateral donde se encontraba una casa.
Allí estaban las bestias encerradas. En el reino Amanecer, con la ayuda de Danna y Eos, estas bestias habian aprendido a respetar a las personas de la zona y a vivir en libertad con ellas. Sin embargo, Danna preferia mantenerlas resguardadas en la manada azul. Esto evitaba que la gente se sintiera amenazada y tambien prevenia cualquier alteracion de las bestias que pudieran causar daño a la manada.
Jonás, el encargado de vigilar a las bestias, mostró una sonrisa al ver llegar a la reina.
-Señora, buenas noches. Las bestias se han portado bien.
-Me alegro. Abre la puerta para que salgan un rato.
-Señora, ¿no le da miedo cómo reaccionarian las bestias al ver a la gente de aquí? - expresó el hombre nervioso.
-Tranquilo, ellos no haran nada. Mientras esten conmigo, serán obedientes.
Jonás abrió la puerta y emergieron dos grandes animales gruñendo con fuerza.
-¿Qué les pasa a mis dos lindos cachorros? Mejor vamos a dar un paseo.
Los animales miraron a Danna y bajaron la cabeza en total sumision.
Los hombres de la manada azul estaban asombrados por el comportamiento de las bestias al lado de la reina. No sabian como esa loba podia dominarlos.
Danna caminó por los alrededores de la mansión, vio un banco ceca de unos arbustos, se acercó y se sentó mientras observaba a las bestias correr.
Lamia salió a las afueras de la mansión y distinguio a la omea sentada en la banca. Sonrió divertida. Era el momento de aprovechar paraponer a esa omega en su sitio. Dio largos hacia los arbustos y al estar cerca sonrio maliciosamente.
- En esa manada de renegados, cualquier loba puede ser reina. Pudieron haber escogido a alguien mas destacada, una alfa pura sangre. En cambio, escogieron a una omega insignificante. Dime, ¿que artimañas usaste para llegar a ser reina? ¿Con cuantos lobos te revolcaste?
Danna rodó los ojos. Ella no iba a rebajarse ante Lamia. Ya llegaría su momento para cobrarse su sufrimiento pero antes se divertiria un rato con ella. La miró fijamente antes de decirle.
-Soy la reina de las bestias. Te ordeno que te arrodilles.
-Eres estupida. La que debe bajar la cabeza eres tu, omega. A mi, tu no me das ordenes - vociferó con voz chillona.
-Zeus, haz que se arrodille - dijo sin apartar sus ojos negros de Lamia.
En ese instante la gran bestia se abalanzó sobre Lamia con ferocidad. Segundos antes, Eros había notado la presencia de Lamia junto a la reina y caminó rápidamente hacia ellas. Sin embargo, al percibir al lobo salvaje, cuyo tamaño era un tanto menor que el imponente Hércules, una oleada de preocupación lo invadió.
Estaba a punto de liberar a su lobo para proteger a su Reina, cuando la risa inesperada de Danna resonó en el aire, paralizándolo en seco.
Lamia, por otro lado, estaba aterrorizada. Podía ver los vacíos ojos negros de ese animal, demostrándole que no tenía humanidad ni razonamiento.
Danna dejó de reír para decir con voz firme.
- Lamia, alfa tonta, arrodíllate o vas a morir en cuestión de segundos.
Lamia balbuceó con el enorme hocico del animal a pocos centímetros de su cara.
-Yaaa ... me ... arrodillo.
Desde ahora, me llamarás Majestad y no volverás a ofenderme. Te juro que mi cachorro no tendrá piedad de ti - Danna se levantó y pasó la mano por el pelaje del animal. Este se apartó de encima de Lamia e inmediatamente se colocó a su lado, obediente y sumiso.
Lamia se incorporó tambaleándose, sin entender cómo una simple omega podía gobernar a un animal salvaje. Se despabiló al escuchar el gruñido amenazante de Zeus y, de inmediato, se arrodilló y bajó la cabeza.
Danna sintió la presencia de Eros, lo miró de reojo. Él estaba estático, no muy lejos de ellas.
Lamia, estoy esperando tus disculpas. No te he ofendido para que me trates así. Desde que pisé esta mansión, he recibido maltratos de tu parte. Desde ahora, no quiero que estés cerca de mí o de mi gente.
-Majestad, no volverá a pasar. Seré prudente, lo prometo - expresó tragando grueso.
Unas lágrimas rodaron por sus mejillas al sentirse humillada, pero no podía responder, ya que el enorme animal no dejaba de mostrarle sus enormes colmillos.
Zeus, mi pequeño travieso, vuelve a la casa junto a Memnón para que descansen. Mañana iré a verlos expresó Danna alegre, mientras Memnón llegaba junto a ella y los dos animales bajaban la cabeza como cachorros. Luego, salieron corriendo directo a la casa.
Danna caminó con elegancia y se alejó del lugar. Lamia lloriqueaba a mares. Sintió que casi muere. Al ver a Eros, se levantó temblorosa y, sollozando, se le acercó para abrazarlo. Sin embargo, Eros la esquivó, haciendo que Lamia perdiera el equilibrio y cayera al suelo.
- iEros! - vociferó con una mueca de dolor, llorando continuó Esa omega intentó matarme nuevamente. Está involucrada con las brujas de la oscuridad. ¿Viste cómo controlaba a esos animales sin humanidad? Tienes que sacar a esas dos bestias de la manada, o van a ocasionar una tragedia expresó adolorida. Su trasero le dolía y se levantó como pudo.
Eros sonrió en su interior, maravillado por la escena que vio. Cómo esos animales solo obedecían a su reina. Los lobos del consejo se molestarían por la travesura de su mate, pero eso no le importaba. En su cabeza, solo rondaba cómo obtener el perdón de Danna, su única reina.Lamia, al ver que Eros que no le respondía, volvió a decir:
-Eros, esa omega, es un peligro para esta ma... -i Cállate! Ya no te soporto. Lo que pasó, tú te lo buscaste al salir a ofender a la reina - gruñó con desprecio -. Tarde me di cuenta de qué clase de mujer eres. Pero buscaré la forma de sacarte de aquí.
Lamia apretó los puños con fuerza y, llenando de rabia, murmuró mientras veía a Eros alejarse, dejándola sola.
- Ni creas que me voy a ir de esta mansión. El consejo no lo va a permitir. En pocos días será el torneo de lobos y retaré a esa omega en combate. Allí no tendrá a las bestias que la ayuden. Su loba debe ser pequeña y le demostraré a Eros lo débil que es. La destrozaré y le quitaré el reinado.
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La alfa Danna - Reina De Los Lobos Sin Humanidad
WerewolfDanna era una joven de 20 años con una belleza natural y unos hermosos ojos de múltiples colores. Era dulce y tierna, fue criada por una pareja de omegas, y su vida era tranquila hasta que conoció a su mate. Eros era el alfa de la manada azul. A sus...