CAPITULO 19

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Danna iba bajando las escaleras cuando se cruzó con Lamia. Ella trato de ignorarla pero se detuvo cuando la escucho decir.

-No te creas superior a mi. Mañana te voy a destruir en batalla y le demostraré a las manadas que no eres nada sin tus bestias.

-Estare ansiosa de competir contigo. No creas que no se que fuiste tu quien instigo a Gin que lastimara a mi hija - soltó hostil y arisca.

Lamia contesto de forma altanera.

-No puedes acusarme de algo que no tienes pruebas. Además, ustedes son unas intrusas en esta manada. ¿No te da vergüenza regresar a la manada del alfa que marco a otra loba y te desterró como mate? ¡Que poco valor tienes! - sonrió de forma divertida - Mañana, cuando te destruya, serás el hazme reír de la región del sur. Luego tomaré mi lugar junto a Eros y le daré herederos.

Danna sentía que la furia se apoderaba de ella. No podía creer el descaro de esa loba. Ni asustandola con sus bestias dejaba de ser venenosa. Ya Ofelia le había contado el chisme de como había subido de rango sin poder ejercerlo. Además, había averiguado de la impotencia sexual de Eros.

-No alardees de tu suerte. Mejor esperemos y que gane la mejor.

En ese momento, entro Eros acompañado de dos personas, quienes le hicieron una reverencia a la reina.

-Majestad, ellos son Aragne Boss, quien llegó con un mensaje de la colonia de las ninfas, y él es el alfa de la manada Regen. Solicitamos una reunión con la reina con urgencia.

-Eros, cariño, te estaba esperando para hablar contigo - Lamia se acercó de forma coqueta, dejando a los presentes avergonzados.

Eros la miró con desprecio. No comprendía por qué esa loba viciosa no se terminaba de ir de su manada. Con una voz fría como el hielo, vocifero:

-No tienes derecho a llamarme así. Recuerda que hace mucho tiempo deje de verte como una loba que pudiera estar en mi vida - Luego desvío la mirada con humildad hacia Danna - Majestad pasemos al despacho. Se ha sumado un nuevo peligro a las manadas y debe estar al tanto.

Con educación, dirigió a las personas invitadas a su despacho. Lamia los siguió, pero cuando se dispuso a entrar, Eros le cerró la puerta en las narices, dejándola furiosa.

-Majestad, el es Titonio, alfa de la manada Regen. Su gente fue atacada anoche.

-Un placer conocerla en persona Majestad. Soy un fiel devoto de la reina.

-Solo dime Danna, cuéntame qué pasó y como está tu gente.

Titonio dió un gran suspiro de dolor y con voz trémula comenzó a relatar.

-Mi manada se encuentra muy cerca de la manada del tirano Edon. Anoche, mi gente fue atacada por una criatura en forma de león con alas y una gran dentadura con colmillos pronunciados. Intentamos atacarlo, pero era un monstruo que mataba a los lobos de una sola mordida. Tuve que sacar a mi gente de la manada para poder salvarlos de una muerte dolorosa. Perdí muchos lobos y aquí estoy en la manada del líder alfa para pedir ayuda.

-Majestad, ya conversé con el alfa Titonio y le daré un lote de tierras para que su manada se quede mientras busco la manera de derrotar a esa bestia - hablo Eros desde su asiento.

Danna estaba preocupada por este nuevo peligro que afectaba a la región. Si no ideaba un plan para derrotar a Edon, su gente también se veria afectada por esta criatura.

-Alfa Titonio, mañana a primera hora uno de nuestros guerreros los guiará al Reino Amanecer. Mis lobos salvajes resguardan la región. Allí estarán más seguros que aquí.

-Gracias majestad por ser una reina bondadosa y compasiva. Me retiro para verificar como están los lobos heridos - el hombre salió con una sonrisa de esperanza.

Silfo no quitaba los ojos de encima de la reina. Estaba maravillado por el aura que emanaba. Una vez que Titonio se marcho, ella, con voz cálida, dijo:

-Majestad, permítame presentarme. Soy Aragne Boss, ninfa de la colonia. Vengo en representación del Morgan, el silfo que está a cargo de la colonia hasta que la reina de las ninfas y las hadas tome su lugar.

-Hola, un placer Aragne. Solo dime Danna ¿Que te trae aquí?

-Danna vengo a prevenirlos para que protejan a la reina emperatriz de la criaturas místicas. La colonia no es segura. Casi fuimos aniquilados por una criatura llamada manticola. Fue encerrada por años en una cueva por el Dios Helio, pero ha sido liberada por Edon. Es un monstruo con rostro humano. Su cuerpo es como el de un enorme león y su cola por un siniestro aguijón de escorpión. Se mueve perfectamente por la oscuridad. No es un ser dotado de la más mínima inteligencia. Recibe órdenes de Edon, a quien considera su amo.

Los ojos de Danna se convirtieron en un par de luceros negros como la noche. Estaba furiosa, no podía creer lo que escuchaba en ese momento.

-Esto no lo voy a permitir. Es la última vez que esté malvado hace algo contra su raza. Voy a mandar traer a los lobos salvajes para que rastreen a esa criatura y así evitamos más muertes.

-Teniamos una loba infiltrada en la manada Vilkas, sí, la manada de tu padre. Por esa loba nos enteramos de los planes de Edon con la criatura. Como no tiene voluntad propia, no se resiste a los deseos de si amo. La usa cada noche para sacar a lobos de sus tierras a cambio de proporcionarle abundante comida. También nos enteramos que quiere destruir los imperios y ser el único gobernante en las tierras de lobos. Los humanos le han suministrado armas con balas de platas y veneno de aconito en las puntas de las flechas ñ, así que deben tener cuidado con eso - terminó de contar Aragne.

-Majestad, después del torneo nos reuniremos con los alfas de las manadas para crear un plan de defensa. Usted se encargara de mantener resguardada la manada y a mí cachorra. Yo comandare a los lobos en batalla - expresó Eros muy enojado.

-De ninguna manera, Eros. No puedes impedir que yo haga. No voy a permitir que ese lobos logre sus objetivos. Mis bestias estarán contigo y no es la primera vez que lucho en batalla.

Mientras conversaban la puerta se abrió de repente y una figura pequeña entro corriendo al despacho.

Eros se movió un poco y Eos salto sobre su regazo para decir.

-Papi guapo, llévame con los heridos que llegaron a la manada. Eos tiene que ayudar.

Aragne se llevó la mano a la boca, no podía creer lo que sus ojos veían. Allí estaba ella, la que siempre había estado esperando. Solo se quedó en silencio, viéndola. Si gente estaría feliz cuando les contara que la conoció.

-Hija, ¿Que estás diciendo? ¿Por qué entras así en el despacho cuando los adultos están conversando?

-Mami, disculpa a Eos. Es que la señora bonita me dijo que había lobos heridos que necesitaban mi ayuda, que solo yo podía calmar su dolor con mi manitos - soltó haciendo un puchero monumental.

Eros tenía miedo por su cachorra. No sabía a qué se iba a enfrentar y su cachorra estaba en medio de todo esto. Sabía que esa mujer que mencionaba su hija era la diosa Selene. Con sus grandes y musculosas manos sujeto a su hija como una pluma y se levantó del asiento.

-Danna, voy a llevar a Eos con los heridos. Te prometo que la cuidare con mi vida - no espero respuesta y salió con su hija en brazos.

Danna solo pudo ver como Eros y su hija se marchaban. Dió un gran suspiro y luego le pregunto a Aragne más detalles sobre la gente de la colonia. Después de obtener la información que necesitaba, salió del despacho y acompaño a Aragne a una de las habitaciones para que pudiera descansar.

La alfa Danna - Reina De Los Lobos Sin HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora