CAPITULO 18

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Fabricio había ido a la mansión, he intentado hablar con Eros, pero el alfa se negó a recibirlo. En la junta de alfas, se le denegó la entrada. Esto tenía a Fabricio desconcertado.bsolo esperaba que el día del torneo su nieta se destacara y pudiera salir bien librada de la reina.

Un día antes del torneo, Danna buscaba a Eros para obtener detalles del evento. Le habían informado que el se encontraba en la casa de las bestias, así que se dirigió hasta allá.

Dentro de la casa, Eros entraba sosteniendo la mano de Eos. Al ver al hombre grande, las bestias emitieron gruñidos y mostraron sus afilados dientes. Eros se tensó, temiendo que lastimaran a la princesa. Hércules estaba alerta, listo para tomar el control.

-Zeus y Memnon, comportense con mi papá guapo - expresó Eso, frunciendo el ceño mientras miraba fijamente a los animales. Luego levantó la mirada hacia Eros - Papi guapo, acércate a ellos para que te huela. Verás que no te haran nada.

Eros, lleno de temor, dió unos pasos hacía las bestias. Los lobos lo olfatearon y luego se inclinaron como perros sumisos antes Eos. Ella les sonrió y abrazó a Zeus con amor.

-Asi me gusta, mi lobito listo. Tienes que proteger a papi guapo como lo haces conmigo.

El lobo levantó la mirada a Eros. Luego apartó la mirada y centró si atención en Eos quien empezó a acariciar su pelaje.

-Zeus es mío, papi guapo. El siempre me protege - balbuceo la niña.

Eros notó una conexión muy fuerte entre ese animal y su hija. Esto le molesto, no entendía por qué. Por un momento se sintió celoso e irritado. Si distracción se rompió cuando escuchó unos pasos.

En ese preciso instante la puerta se abrió y Danna hizo su entrada.

-Mami, traje a papi guapo para que conociera a Zeus y Memnon. Ellos lo van a cuidar como nos cuidan a nosotras.

Lo que escuchó Danna, no fue para nada de su agrado. La noticia la sorprendió de tal manera que su expresión se tornó sería y perpleja.
Ella fulminó con la mirada a Eros y luego se agachó a la altura de su hija para hablarle de forma calmada.

-Cachorrita, no puedes llamar papi a las personas que te caen bien.

Esas palabras impactaron en Eros, llenandolo de tristeza. Aunque comprendía la razón tras esas palabras no la culpaba por querer proteger a su hija de su presencia, sabía que se merecía eso por su acciones pasadas. Mientas tanto Eos, observó la Eros con una sonrisa, ajena al conflicto emocional que enfrentaban sus padres.

-Papi, no te pongas triste. Se que eres mi padre.

-Hija, ¿Por qué dices eso? - Danna se sobresaltó ante la inesperada declaración de su hija. Sus ojos se entrecerraron mientras dirigía la mirada a Eros buscando una respuesta.

-Majestad, le juro que no tengo idea de por qué me llama así. He permitido que me llame de esa manera para no decepcionarla. He dejado que me nombre como ella quiera - respondió con humildad y tranquilidad en su voz.

-Mami, el alfa guapo no me dijo nada. Fue la señora vestida de blanco y con cabello blanco que siempre habla conmigo. Ella me dijo que el era mi papi y que debía ayudar a su gente para que no mueran.

Danna se puso de pie, sorprendida por la revelación de su hija. No podía creer que su pequeña inventara esas cosas. Si realmente se trataba de la diosa Selene ¿Por qué elegía comunicarse con su hija? Comprendió que necesitaba viajar a la colonia que su abuela le había mencionado para entender mejor los dones de su hija.

Eros, por otro lado, comprendió la preocupación de Danna. El también estaba consternado y sabía que si niña era un ser especial.

-Hija, prefiero que te refieras al alfa Eros como alfa y nada más. Eos, por favor, no me desobedezcas.

Eos, no estaba contenta con lo que le pidió su mamá. Asintió con la cabeza y salto a los brazos del alfa. Eros, preocupado, la levantó, no quería que la niña desobedezca a su mamá.

-Princesa, debes cumplir las ordenes de tu mamá y hacer todo lo que te diga. No me molesta que me llames alfa.

Eos, se acercó al oído de Eros y junto sus manitas cerca de su boca, como si fuera a contarle algo secreto. Susurró algo bajito.

-Alfa guapo, no te pongas triste. Cuando mami no esté, te diré papi guapo - lo dijo de una manera tan tierna que Eros no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.

Danna se acercó para escuchar lo que decía su hija. No entendía porque su hija no la obedecía cuando estaban con el alfa. Se volvía terca y eso la preocupaba.

-Eos, escuché lo que dijiste. No quiero tener que darte unas nalgadas por desobediente - expresó con seriedad.

La niña empezó a llorar y puso sus manitas alrededor del cuello de Eros, mientas balbuceaba.

-Mami, ¿Por qué me regañas si tú me has dicho que es malo escuchar conversaciones ajenas y tú lo haces?

Eros estaba totalmente conmovido al escuchar el llanto de su hija. La abrazo para consolarla y la niña de manera mimosa, enterró la cabecita en el cuello de su papá.

Danna rodó los ojos. Sentía que no podía con la manipuladora de su hija. Dió un gran suspiro para cambiar de tema.

-Alfa Eros, te buscaba para coordinar nuestros asientos en el torneo. Pero estás ocupado, los dejo. Voy a entrenar - dijo mientras se daba la vuelta y caminaba hacia la salida de la casa.

Eros la siguió con su hija en brazos y vocifero con una voz profunda y varonil.

-Majestad, espere.

Danna se detuvo y se giro oara mirarlo.

-Para mañana, he preparado asientos especiales. Espero sean de su agrado. Mi mamá y yo estaremos en otro lugar para que se sienta cómoda - el había decidido darle su espacio para que no sintiera incomodidad a su lado.

Danna miro a su hija asomando su cabecita con lágrimas en los ojos, como si estuviera esperando su respuesta. Pasó por su mente: "Si voy a luchar, es mejor que la cachorrita esté con el alfa.

-Si no es mucha molestia, me gustaría sentarme con la familia del alfa, así Eos no estará sola cuando vaya a combatir. Pero tengo una condición, que Lamia no este cerca.

El corazón de Eros quería salir de su pecho. Eso era un avance, estar sentados juntos frente a la gente de la manada y compartir con su cachorra.

Danna les dió la espalda y camino hacia el campo de entrenamiento.

La alfa Danna - Reina De Los Lobos Sin HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora