CAPITULO 22

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Danna estaba cansada y se durmió en el carro. Eros la miró de reojo y sonrió con dureza, su mirada recorrió el rostro sereno de Danna mientras dormía. Para sus ojos, ella era más hermosa, más bella que hace 5 años. Eros sintió un nudo en su pecho. Todavía recordaba la primera vez que conectaron, como sus miradas se encontraron en medio de la multitud y el mundo pareció detenerse. Sonrió con melancolía mientras recordaba como Danna se sonrojo esa primera vez que se miraron fijamente, cerró los ojos y susurro en voz baja..

-Diosa Selene, dame la oportunidad de reconquistar el corazón de Danna.

Cuando llegaron a la mansión, Eros trató de despertarla, pero no se movía, dormía como una piedra.
Miró a su madre para decirle.

-Madre, lleva a la princesa a su habitación, que voy a llevar a Danna a la suya.

Eurides asintió con la cabeza, tomó a la niña en brazos y salió primero del carro.

Eros estaba feliz porque tendría a su mate en sus brazos aunque se lo comiera vivo mañana. Con cuidado, él la acomodó en sus brazos y salió del carro. Su corazón daba brincos de alegría cuando Danna se movió en su pecho para acomodarse en él. Al llegar a su habitación, la colocó en su cama. Sintió la necesidad de besarla, algo que había perdido y no pudo controlar, se inclinó y acercó sus labios dándole un suave beso en la boca. Luego salió de la habitación.

Ya está oscureciendo cuando entro en su habitación. Lo esperaba Eurides, ansiosa, sentada en la cama.

- Hijo, ¿Cómo dejaste a Danna?

- Dormida. No sintió cuando la acosté. Ahora descansa. Fue un día agotador para ella - se acercó y se sentó en la orilla de la cama junto a su madre.

- Hijo, estoy preocupada por la decisión que tomaste al poner todo en sus manos. Ella está muy enojada por lo que hiciste en el pasado. Aunque fuiste un tonto, no quiero que salgas lastimado. Me asusté cuando ella anuncio que era tu mate. - Pasó la mano por la espalda de su hijo y lo acarició - Espero que logres ablandar su corazón. Aunque tienes una aliada, tienes que agradecerle a tu hija que te está ayudando con sus travesuras - una sonrisa divertida se asomó en su rostro.

- Mañana hablaré con ella acerca de nosotros - expresó con un tono de voz quebrada - Tenemos que aclarar algunos temas y mi princesa dice cosas que no quiero que Danna piense que yo estoy inculcandolas.

En ese momento, tocaron la puerta con suavidad. Eros se levantó, giró la manija y una sonrisa se dibujo en su rostro al ver la pequeña figura de brazos cruzados y descalza. Escucho una vocecita que le generó tranquilidad.

- Papi guapo ¿No fuiste a mi cuarto a darme mi besito de buenas noches?

Eros levantó a su hija en sus brazos mientras ella lo abrazaba gustosa.

- Cariño, no debes caminar descalza. Tus lindos piecitos se van a ensuciar. Además estaba hablando con tu abuela para luego pasar a tu habitación.

- Papi guapo ¿ Puedo dormir está noche contigo? Pregunto frotándose los ojos y bostezando. Había estado esperando a su madre para que la durmiera pero al asomarse a su habitación la vio dormida. Después caminó hacia el otro extremo del pasillo hasta llegar a la habitación de su padre.

- Mi princesa, debemos preguntarle a tu mami si puedes dormir conmigo. No hagamos enojar a tu mamá. Mejor dejemos que ella de su aprobación ¿De acuerdo? - deliberó con firmeza.

Eos soltó un llanto dramático. Las lágrimas empezaron a inundar sus mejillas y con voz entrecortada expresó.

- Papi guapo, no me quieres. Mami no va a despertar hasta mañana. Siempre cuando Hede pelea después de mucho tiempo, deja a mami cansada ¿Cómo le vamos a preguntar? Mami de durmió sin despedirse de mi y mi papi guapo no quiere dormir conmigo - volvió a soltar ráfaga de lágrimas.

- Hijo, deberías dejar que tú hija duerma contigo, si no va a inundar la habitación. Los dejo para que descansen - entretenida Eurides se levantó de la punta de la cama.

Estaba feliz porque percibía que la manipuladora de su nieta iba a unir a sus padres. Caminó hacia su hijo y le dió una beso en la mejilla, luego a su nieta y se marchó.

Eros sonrió y cerro la puerta. Era consiente que su cachorrita lo estaba manipulando pero le gustaba pasar tiempo con su hija. Debía recuperar los años perdidos.

A la mitad de la noche, Danna despertó exaltada. Estaba sudando, sintiendo su cuerpo caliente. Un pensamiento pasó por su mente:

- ¡Ay, diosa Selene! No me hagas entrar en celo. Aquí no , diosa Selene, por favor. ¿Por qué me haces esto después de 5 años?.

Confundida se levantó de la cama y salió de su habitación, dirigiéndose a la habitación de su hija para asegurarse de que estuviera bien. Giró la manija con cuidado y entró. Sin embargo se sorprendió al encontrar la cama vacía. Llena de temor, salió de la habitación y comenzó a caminar por el pasillo. Pero un olor delicioso llego a sus cosas nasales, siguiendo el olor, llegó a una gran puerta de madera. Fascinada por el aroma abrió la puerta sin tocar, avanzando con cautela hacia la gran cama. Lo que vio la dejó paralizada, una imagen que la dejo sin palabras.

Eros dormía boca arriba y su hija estaba trepada sobre él, aferrada a su cuello. Ambos estaban profundamente dormidos. A pesar de que ella abrió la puerta y camino haciendo ruido, no se despertaron.

Los observo durante un buen rato. Eros lucía cómodo mientras dormía como si su hija no estuviera encima de él. Danna al verlo sintió que la cosas se complicaron. Ella quería hacerlo sufrir pero ahora su cachorra estaba encariñada con su padre y para completar su desdicha sabía que pronto entraría en celo y tenía que buscar la forma de evitarlo. Danna salió de la habitación completamente confundida, su corazón seguía latiendo apresurado por la conmoción . Se llenó de tristeza y susurró enrollada entre las sábanas.

- Ese lobo sarnoso no se merece mi perdón todavía. Tengo que evitar estar con él. Mañana tengo que recorrer la manda en busca de inhibidores.

Al día siguiente, Eros se despertó y su hija seguia sobre él. La tomo con cuidado y la puso en la cama. Luego se puso de pie en silencio y se metió al baño a asearse y cambiarse la ropa. Al salir, vio a su hija abriendo los ojos perezosa mente. Lo miró y sonrió con ternura.

- Papi guapo, voy contigo. Llévame a mi habitación para ponerme mis zapatos - ella levantó sus piecitos. Todavía seguía desorientada en la cama, tenía sueño pero de ninguna manera se iba a quedar solita en esa habitación. Iba con su papá, sea como sea.

Eros soltó una carcajada. Su hija era realmente intensa. Sabía que no dejaría de insistir hasta que el hiciera lo que ella quería. Gustoso se acercó a la cama y la cargó. Caminó a la habitación de la niña y la ayudó a cambiarse la ropa y colocarse los zapatitos.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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La alfa Danna - Reina De Los Lobos Sin HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora