Cara Greace creyó haber encontrado el trabajo perfecto al convertirse en la secretaria personal del Presidente de la prestigiosa empresa "BLM". Lander Blumer, es conocido por su carácter arrogante, su pasión por las mujeres y su intolerancia a las e...
"Vampiros, monstruos no muertos que se nutren de sangre humana", es la descripción que me da Google. Luego de la fatídica noche que he pasado tras enterarme que mi Jefe es un vampiro, decidí investigar sobre estos seres sobrenaturales. Mientras otras secretarias transcurren su día laboral normalmente, yo me encuentro sentada en mi escritorio indagando sobre espectros sobrenaturales. Trabajo perfecto, ¿no?
El susodicho se encuentra en su despacho reunido con el Gerente General del Corporativo Internacional, a pesar de ser un vampiro, sigue con muchísimo trabajo. Así que no he tenido tiempo para preocuparme de que decida cambiar de idea y tomarme como aperitivo. Aunque el muy bastardo despreció mi sangre de baja calidad, no debo bajar la guardia.
La puerta se abre repentinamente y sale el caballero que se encontraba reunido con mi Jefe gritando improperios.
-¡Usted no es un hombre! ¡Es un DEMONIO!–grita alterado y señalándolo, no sabe cuan correcto esta sobre ese adjetivo...–.
Yo observo atónita y la pobre recepcionista viene corriendo para calmar al hombre. Mi Jefe desde la puerta de su despacho, como si el asunto no fuese con él, saca un cigarrillo, lo posa entre sus labios y lo enciende. ¿Qué habrá sucedido?
-¿Un hombre?–dando una calada–. Ciertamente no... ¿Cómo se ha atrevido a compararme tan siquiera con uno?–resopla fríamente–.
La recepcionista sigue intentando calmar al caballero, me levanto del escritorio y hago todo lo posible por ayudarle. Al final se va tranquilizando hasta que se marcha rumbo a los ascensores, aunque un poco disgustado diría yo. Me encamino nuevamente a mi escritorio y aquel "Demonio" está hojeando los libros que compre en la librería antes de venir a la empresa.
Levanta la vista y la deposita en mí, me tenso y espero a que formule palabra...Transcurren unos cinco segundos, pero que han sido los más largos de mi vida, cuando al fin lo hace.
-¿Está investigando mis debilidades, para así poder irse?–me escudriña con la mirada–.
-Ciertamente no, Señor Blumer–respondo enfadada. ¿Por quién diablos me ha tomado?–.
-No le creo...
Este hombre es un retorcido. Es cierto que estoy aquí por su chantaje, pero también porque amo mi trabajo como secretaria.
-No me gusta hacer las cosas a medias, Señor. Si seré su secretaria debo tener conocimiento sobre todo aquello que pueda necesitar o evitar; para así poder desempeñar mi labor lo mejor posible–respondo con la mayor tranquilidad del mundo–.
Me mira con desinterés y tira los libros sobre mi mesa.
-Haga lo que quiera... No importa lo que piense, el buscar información no le servirá de nada. Los humanos inventan todo tipo de historias y tonterías; son estúpidos y tienen miedo de nuestra especie, por lo que no pierden oportunidad de catalogarnos como monstruos. ¿Muertos vivientes? ¿Inmortalidad y juventud eterna?–resopla–. Eso es absurdo! ¿Y qué me dice sobre transformarnos en murciélagos?
Gracias Jefe, por toda la información que me está dando. Sonrió para mis adentros, pero mi celebración es corta. Rápidamente se percata de que está hablando de más y se calla.
-¡Siga trabajando!–da un portazo y se encierra en su despacho–.
Regreso a mi escritorio y me hundo en mis pensamientos. Suspiro. Supongo que está en lo correcto, de cualquier forma no debe haber muchas cosas verdaderas en estos libros. No puedo preguntarle nada por su política de: "No haga preguntas estúpidas" y "No se atraviese en mi camino"; es un grosero. Pero no me rendiré en descubrir sus oscuras debilidades. Decidida anotó la información que me dio, mientras sonrío maliciosamente.
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*Nota Aclaratoria: Está historia es una adaptación del manga "My Midnight Secretary".
