Capítulo 23

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Al lado de la caja había unos tacones negros algo altos que hacían un perfecto juego con aquel vestido. Efectivamente el Señor Sesshomaru no solo era el ser más precioso que haya podido ver, sino que también tenía buen gusto.

Kanna estaba igualmente de impactada que ella.

-Rin, tengo que decirte algo.. Creo que traes loco a mi hermano, nunca había hecho algo así. - dijo la peliblanca mientras apoyaba su cabeza en el hombro de la azabache. No podía con tanto romanticismo.

-Yo creo que el me trae más loca a mi.

Sábado 23 de febrero, 19:50pm

Rin permanecía plasmada hace casi ya unos minutos frente al espejo, el vestido se amoldaba perfectamente a sus curvas. Tenía qué admitir que se se veía bonita, le gustaba como le Quedaba. Sus piernas habían quedado estilizada gracias a la altura de los tacones y viéndose de esa manera ya no se sentía una niña, veía una mujer en el reflejo. El vestido era  muy elegante pero también dejaba ver algo de sensualidad. Terminó de acomodar un poco su cabellera completamente lacia que caía por sus hombros y espalda como si fuera una cascada y se dirigió a la puerta de entrada, se le hacia complicado caminar con unos tacones tan altos pero intentó ponerse firme de alguna manera. Ya casi es la hora pensó mientras permanecía algo nerviosa. Esto era en efecto una cita y con el mismísimo Sesshomaru.

Un auto lujoso negro estacionó frente a la mansión, reconocería ese auto en cualquier lugar, pensó mientras recordó aquella vez bajo la lluvia cuando el peliplata la fue a recoger, desde el primer momento que lo vió se sintió atraída a él y ahora estaban teniendo una cita, juntos.

La puerta delantera se abrió levemente dejando ver al hombre alto  de cabellera blanca, el traje negro le quedaba a la perfección.

Sesshomaru dirigió su mirada ahora a la azabache, se dejó ver algo impresionado. Ese vestido le quedaba hermoso, ella era hermosa. En aquel minuto pensó en las posibles mil maneras de quitarle ese vestido y hacerla suya, pero tenía que esperar. Ella valía esa espera.

El peli blanco tomó la delicada mano de Rin para acercarla a ella, de nuevo ese sonrojo, pensó mientras la admiraba con aquella mirada ambarina.

-Rin, te ves exquisita. - Dijo Sesshomaru tomando del cuello a la ahora sonrojada chica que se encontraba frente a sus ojos, se acercó pausadamente para unir sus labios en un dulce beso, Sesshomaru saboreo sus labios de fresa, se sentía con tanta paz al estar cerca de ella, sabía que si seguía así iba a terminar completamente perdido ante sus encantos.

-Señor Sesshomaru, muchas gracias por el vestido. Es muy bonito. - dijo Rin haciendo una mini reverencia.

-Vamos Rin, es hora. - El peliplata abrío la puerta de Rin, esta se sonrojó levemente ante aquel acto. Era muy caballero de su parte.

-Señor Sesshomaru, ¿Cómo ha estado su día? - preguntó la pelinegra ya sentada en el auto, Sesshomaru se sorprendió ante tal pregunta. No estaba acostumbrado a ese tipo de cosas. La gente no solía preguntarle como estaba, es más, no solían acercarse a él.

-He tenido unos problemas en el trabajo. - Contesto serio mientras manejaba, el asunto de Naraku ya lo tenía hasta el cuello. Al parecer ya había varios infiltrados en su empresa y no podía diferenciar quienes eran, y si el asunto no terminaba rápido iba a ser peor, pero no quería meterla a Rin en tema de negocios, sabía que Naraku era alguien muy peligroso y tenía que protegerla. En embargo, Rin en ese momento sospechaba de quien se podía tratar ese problema.

-Señor Sesshomaru, seguro todo saldrá bien. - dijo Rin con un tono dulce y despreocupado, ella colocó su mano en la pierna del mayor en forma de apoyo, sin embargo su tacto logró estremecer al peliplata.

Ella (Sesshomaru Y Rin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora