Capitulo 11

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Capitulo 10;

—Bueno, me voy. Espero que disfrutes la comida. —Rin dió la media vuelta y se fue de aquel lugar. No le había gustado para nada que le haya dicho que no se ilusione, ella en parte lo sabía pero ahora era real, solamente le quedaba recordar. Se sentía algo estúpida por llegar a pensar en la mínima posibilidad de que le gustara a Sesshomaru.

Sin embargo Rin no sabe todavía que aquel hombre solo está tratando de evitar aquellos sentimientos que son prácticamente inevitables. Algún día, al fin y al cabo admitiría que tiene un sentimiento hacia ella, cueste lo que le cueste.

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Capítulo 11;

Lunes 14 de enero, 7;30 AM.

Sesshomaru se despertó a la mañana siguiente abruptamente, se refregó sus ojos y se levantó de su cama para dirigirse a la ducha.
Al terminar de ducharse se vistió con su característico traje negro, una  simple camisa blanca y cinturon negro en sus pantalones para partir finalmente hacía el trabajo.

Tenía demasiado sueño, ayer aunque había decidido dormirse temprano su cabeza daba mil vueltas, de tal forma que no pudo concentrarse correctamente.

Pensaba en Rin y en lo que había pasado la noche anterior. Su cabeza le decía que no era correcto seguir con aquel juego por más placentero que pareciera pero su instinto decía todo lo contrario. Quería estar cerca de ella más tiempo aunque su mente tratara de convencerlo de lo contrario.

Sin dar más vueltas se dirigió a la puerta para largarse del lugar. Nunca desayunaba, no era de su estilo y siempre en su oficina tenía otras cosas para comer. Sesshomaru siempre se vestía y se iba directamente a trabajar, esa era su rutina diaria.

Al llegar fue recibido por sus empleados con mucho respeto, como solía pasar y tal vez un poco de miedo también.
A toda hora era la principal mirada de las mujeres empleadas del lugar, se derretían al verlo entrar y cabe destacar que muchas de ellas ya habían tenido algún encuentro casual con él pero de ese porcentaje algunas renunciaban al enamorarse perdidamente de él, lo cual era una miseria ya que a él no le importaba ninguna de ellas.

—Señor Sesshomaru, aquí tiene un café.—dijo su secretario, las manos le temblaban. Era nuevo en el trabajo, bastante reciente, el anterior asistente renunció por el mal trato del hombre de ojos ámbar y ni hablar de los otros 5 pobres hombres que decidieron irse antes que él. Ninguno apetecía las exigencias del  peliplata, para el eran todos unos incompetentes.

—No me apetece. —le contestó sin nisiquiera mirarlo a los ojos.

—¿Nnecesita q..que haga algo por usted?

—Sí, largo de mi vista.—dijo siguiendo su camino nuevamente. No quería que nadie lo molestará ya que en pocas horas tendría una reunión importante.

Sesshomaru siguió dirigiéndose por el pasillo hasta llegar al ascensor. Su oficina se encontraba en el piso 8.

Al llegar esta estaba igual que el viernes pasado, impecable. Poseía unos ventanales hacia la hermosa cuidad, se podía apreciar lo gigantesca que era. Tenía un espacioso escritorio, un baño, una gran pantalla que abarcaba gran parte de la pared del lugar y unas simples decoraciones.

Se sentó en su respectiva silla para revisar el papeleo del día cuando sin pensarlo un sonido interrumpió su acción. Alguien le había tocado la puerta.

¿A caso no me pueden dejar en paz hoy?, Pensaba amargado.

—Adelante. —dijo resignado y con la voz algo áspera.

Ella (Sesshomaru Y Rin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora