Capitulo 16

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Capítulo anterior.

Recordó en su mente por un instante aquel beso que se habían dado noches anterior. Cerró los ojos y visualizo aquella escena, sus labios tenían un gusto a fresa delicioso y un perfume de flores que se impregnaba en sus fosas nasales.

Movió rápidamente la cabeza para olvidar aquello. ¿Porqué Rin se le venía a la mente en cada momento?.

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Sábado 19 de enero, 21:00 PM

Salió del trabajo y rutinariamente se dirigió a su casa, como todos los malditos días de su existencia.

El recorrido rondó los 20 minutos, a decir verdad no estaba lejos de su trabajo, solo unas cuantas cuadras pero en automóvil se volvía mucho más largo.

Se tomó el atrevimiento de agarrar su celular en el preciso momento que el semáforo marcó el color rojo. Revisó su bandeja de entrada en mensajes y se sorprendió levemente, tenía una llamada perdida de Kagura y tres mensajes sin leer, no le importaba en lo más mínimo, aunque era una mujer demasiado bella, era muy exasperante y llegaba hasta el punto de rogar por atención. Esas actitudes no iban con él... Todas las mujeres hacían exactamente lo mismo, caían a sus pies y rogaban de su atención, todo el tiempo ocurrida lo mismo, todo el tiempo ellas pretendían algo que él no podía dar.

Luego de unos minutos llevó el auto hacía la parte trasera de la casa y procedió a estacionarlo.

Miró su reloj, marcaba las  21;00 pm. Sí, había salido dos horas más tarde de lo normal por quedarse preparando todo para el día siguiente, ser jefe era un trabajo muy duro, aunque muchos no lo crean.

El peliplata dió por hecho que ya todos habían cenado, Kaede seguramente le había dejado la comida en el refrigerador, o al menos eso esperaba ya que su estómago que estaba a punto de rugir.

A paso lento abrió la decorada puerta de entrada y su mirada ambarina reflejó un leve destello de ternura por la imagen que tenía en frente de sus ojos, de repente, el mal día de trabajo que había tenido se había evaporado rápidamente.

Su pelo azabache caía como una cascada llegando casi al suelo de lo largo que era, dormía dulcemente en el sofá con aquel pijama tan característico de ella, sí.. ositos de nuevo.

Se acercó lentamente procurando que nadie se encuentre a su alrededor. Al llegar a su lado la alzó en sus brazos para llevarla a su habitación, no se veía muy cómoda en esa posición, es más, su cara expresaba una leve mueca de disgusto.

Rin gruñó levemente, sus ojos le pesaban demasiado y le costaba despertarse, sintió como se elevó en los aires y en un único instante se asustó.

Se adhirió más aún a lo que pensaba que era el futón, seguramente se trataba de esos locos sueños en los que te imaginas que te caes y te despiertas de golpe.

Abrió un solo ojo procurando no abrirlo del todo y levantó la mirada unos centímetros, se topó con aquellos pálidos labios que hace días había probado pero que no había vuelto a pasar. ¿Será que la estaba llevando a su habitación?. Sus mejillas se sonrojaron un poco, tenía algo de vergüenza por ser llevada de esa forma.

- ¿Sessh...se.. sshomaru? - Preguntó adormilada mirando a su alrededor, estaba confundida. ¿Cuánto tiempo había dormido?, No recordaba exactamente cuando se durmió. Lo último que había hecho fue cenar la deliciosa pasta que había preparado Kaede y al finalizar decidió quedarse en la sala para mirar un rato la televisión pero habían pasado casi 2 horas de eso.

- No hables. - dijo posando su frágil cuerpo en el edredón cuando finalmente llegaron a su habitación.

- G.. gracias p..por traerme. - dijo con algo de vergüenza en su voz, podía sentir como su aroma se había impregnado en sus ropas. - ¿P..puedo hacerle una p..regunta?. Rin tenía la duda que la estaba carcomiendo desde que habló con Kanna, necesitaba saber todo o sino la curiosidad iba a matarla.

Ella (Sesshomaru Y Rin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora