Capítulo 1

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Capítulo 1 .

Sábado 5 de enero, 23:00hs. Japón.

Corría rápidamente sin un rumbo fijo, sin una dirección exacta, todavía no estaba muy segura sí lo que estaba haciendo era lo correcto, pero ya no había vuelta atrás. ¿Qué es lo que haría ahora? El poco dinero de sus ahorros que había agarrado antes de salir de su casa (o mejor dicho ex casa) a penas le alcanzaba para comprar comida por unos días, ¿Cuál iba a ser su plan ahora?, ¿Conseguir un trabajo en menos de un día y vivir en un departamento que precisamente rentaría pen unas horas?, familiares no tenía ninguno así que esa era la mejor opción hasta el momento pero no era tan sencillo como conseguir un empleo de un día para el otro o un lugar para vivir, en el peor de los escenarios viviría en la calle hasta conseguir uno.

Fue una decisión muy difícil de escoger, el irse de su casa y no tener realmente una salida efectiva o quedarse y aguantarse el maltrato de su padre. ¿Porqué? Se preguntaba ella en su mente, ¿Porqué las cosas se complicaron tanto estos dos últimos años?¿Porqué me tiene que pasar esto justo a mí ?, extrañaba a su madre, realmente deseaba que desde el lugar en donde se encuentre le dijera que hacer, que la aconsejará como cuando era una niña. Rin corría sin un rumbo fijo, cada cierto tiempo ella cerraba los ojos y se le venía a su mente la sonrisa de su madre la cual explotaba de dulzura. ¿Cómo había aguantado ese abuso por tanto tiempo? Al final del día, Rin se resguardada en la imágen de su padre. "Él me ama, es mi familia" pensaba mientras resistía los golpes del mismo.

Habrían pasado unos 30 minutos o un poco menos desde que salió corriendo de su casa, pero ya casi se quedaba sin aliento y sentía sus piernas doler, estas le temblaban y ni hablar de los tobillos que los tenía al descubierto, tuvo que bajar la mirada para corroborar que estuvieran ahí. Sin embargo aunque no estuvieran, no estaba en sus planes retroceder de su objetivo.

Ella poseía una vestimenta poco adecuada para la maratón, Solamente una pijama de algodón, con suerte en unos minutos ya estaría muerta de hipotermia. Rin estaba corriendo pero aún así podía sentir como su cara ya estaba sufriendo los efectos de la baja temperatura, estaba pálida y sus mejillas casi al borde de padecer un ligero púrpura, sus piernas ya le pedían por favor que parara, pero no, Rin no quería descansar, porque sabía que si dejaba de correr se iba a replantear si lo que hizo estuvo realmente bien o solamente fue un estúpido impulso.

La hermosa nieve de Japón era visible en el techo de algunas humildes casas y en lo alto de los árboles, los copos de nieves estaban esparcidos en las largas calles, había tanta cantidad que hasta se podía hacer un festín, Japón era realmente hermoso, sus paisajes eran increíbles y más aún con este clima, claro para estar en sus hogares bien abrigados frente al fuego, pero no tan increíble para estar corriendo en medio del frío, aunque... no estamos acá para hablar de la bella nieve, ¿No es así?.

La pelinegra ahora con unos toques de blanco corría a menos velocidad que antes hasta que de un momento a otro no pudo correr más y sintió su cuerpo desplomarse en el frío de la nieve. ¿Qué ocurre? Se preguntaba ella en su mente, ¿Porqué no puedo abrir mis ojos?, ¿Porqué no puedo mover mis pies?, la respuesta era clarísima para cualquiera, había llevado su cuerpo al límite, no era bueno para nadie estar corriendo a las 23hs de la noche durante un largo tiempo sin tomar un descanso o sin al menos algo de hidratacíon y peor aún con pijama.

Por un momento pensó que iba a morir, estaba levemente consciente de su alrededor, podía escuchar claramente el sonido del frío viento chocar contra los árboles pero sin embargo no tenía la fuerza para abrir los ojos, hablar o simplemente levantarse, ya casi no podía sentir su cuerpo o el frío que sentía el mismo, estaban tan helada que quedó completamente paralizada. Los latidos de su corazón cada vez se hacían más débiles. ¿Éste es el fin?, Pensó para dar unos últimos suspiros, en su cabeza era mejor acabar con su vida que afrontar la realidad. Aunque replanteándose bien no quería terminar su vida de esa manera.

Habrán pasado unos pocos minutos desde que se encontraba plasmada en el piso, hasta que se escuchó pasar un ruido bastante similar al de un auto o al menos eso creía ella. Con la poca conciencia que tenía, sintió miedo. ¿Mi padre me encontró? Pensaba mientras se esforzaba por abrir los ojos y seguir huyendo.

Rin.

Ya casi no podía sentir mí cuerpo y pensé que este iba a ser mí fin, ¿Tanto me esforcé estos dos últimos años para rehacer mí relación con él para terminar muriendo de esta forma tan idiota?, No me quiero morir, quiero levantarme pero mí cuerpo no puede, quiero hablar y pedir ayuda pero las palabras no salen de mis labios, quiero abrir los ojos y ver el lugar en donde estoy pero no puedo, mis párpados pesan demasiado.

Pasó un pequeño tiempo desde que permanecí tendida en el suelo hasta que pude escuchar en un leve tono algo parecido al de un auto o tal vez una espacio de motor. Me asuste demasiado al pensar que todo esto había sido en vano, que él me había encontrado. De repente pude oír una voz cada vez más cerca.

-¡Oh por dios! ¿Niña estás bien?¿Por favor contesta!-Escuché decir a una mujer de forma muy desesperada. Quería dar señales de vida pero era imposible, la ansiedad se acumulaba en mi cuerpo.

Señora desconocida

Pobre niña tiene muchas heridas, pensaba la mujer mientras la veía con mucha pena e impotencia por lo que sus ojos veían, ¿Qué le habrá pasado? Reflexionaba imaginándose mil escenarios posibles mientras la miraba con ternura y tristeza al mismo tiempo. La señora pensaba en lo mucho que le hubiera gustado tener una niña tan linda como ella, mientras se le iluminaban los ojos. Solamente tenía un hijo y digamos que no era específicamente amoroso.
La mujer misteriosa no pensó más de una vez la situación y la tomó en sus brazos para llevarla a su casa y posteriormente llamar a un médico. Quería saber qué fue lo que le sucedió para que terminara de esa abrupta forma ya que esos golpes y moretones que tenía por el cuerpo no eran precisamente hechos sin ninguna intención, comenzó a pensar en que si ella no hubiera llegado seguramente la niña hubiera muerto en la nieve.

Rin

De un momento a otro sentí como está mujer me levantaba del frío suelo y me acurrucaba en sus brazos y debo admitir que no siento aquella calidez desde que mí madre no está, se sentía realmente bien el preocuparle a alguien, deseaba con ansias abrir los ojos y ver de quién se trataba y agradecerle por ayudarme, si ella no me hubiera encontrado, la posibilidad más segura es que me hubiera muerto de frío, un final muy penoso, de veras.
Sentí que me colocaba en su auto y comencé a sentir cierto calor, seguramente se trataba de la calefacción del mismo, me sentí segura y confiada así que por instinto comencé a dejar de pensar y de un momento quedé inconsciente.

Bueno espero que les guste, es mí primer obra así que nada léanlo con amor jajajaja

Ella (Sesshomaru Y Rin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora