Capítulo 3

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Rin

Luego de que la señora Kaede me indicará la habitación en la que iba a dormir, decidí que era el mejor momento para tomar un baño relajante con agua caliente, al finalizar dicho acto me vestí con la ropa que ella me había dejado, una simple remera de manga larga verde militar (demasiado grande debo aclarar) y un pantalón de jogging negro para estar, no había sentido esta comodidad desde hace ya varios años.

De un instante a otro me quedé apreciando la hermosa habitación en la que estaba, la cual poseía una cama de plaza y media muy arropada, unas cortinas con un leve decorado de encaje que yacían sobre el ventanal, un armario muy grande, una mesita de luz y un bellísimo cuarto de baño con una agradable tina y también eran sumamente magníficos las mezclas de colores que variaban desde tonos grisceasos hasta blanquecinos con retoques dorados, de verás no podía creer que está fuera una habitación de huéspedes, es decir.... es como mí casa entera, aunque debo admitir que mí casa no es demasiado grande, más bien era un hogar bastante apretado y muy humilde.

Me despeje un poco de aquellos pensamientos para poder dormir, el momento más esperado del día, repetía mí conciencia feliz. De repente y sin darme cuenta me quedé completamente dormida.

Domingo 6 de enero, 7:45 AM.

Me desperté confundida pensando que todavía era de noche, sin embargo en el despertador marcaban las 7:45 hs, que raro, repetía reiteradas veces para mis adentros. Me levanté forzadamente y mire por la ventana, podía ver claramente el motivo del oscuro día, ¡Estaba completamente nublado! Y todavía no había terminado de amanecer al completo.

Era demasiado temprano para ser sincera y aunque la cama estaba demasiado rica, me levanté con el propósito de hacer un rico desayuno para Irasue y la señora Kaede, se portaron demasiado bien conmigo y ¿Qué mejor forma de agradecerles con una deliciosa comida para empezar el día?. Luego de tender la cama me dispuse a bajar sigilosamente las escaleras para que nadie logré escucharme y fui hacia la cocina dispuesta a preparar unos ricos pancakes. Una especialidad heredada de mi madre. Me tomé el atrevimiento de buscar cada cosa.

—Harina por aquí.—Decía en un pequeño susurro mientras buscaba cada cosa.

—Huevos y azúcar listo.

—Yy.. fuente lista para los ingredientes.— Afirmé victoriosa mientras separaba uno por uno los ingredientes que estaba por utilizar, no obstante escuché nuevamente esa voz masculina que me hizo helar.

—¿No le parece bastante  desubicado agarrar comida de una casa que no es suya?.— Dijo el peliplata mientras me miraba con aquella mirada amenazante qué tanto lo caracterizaba.

—Y..o. e..m..mm que.. quería.. — articulé completamente roja de la vergüenza. Tenía razón de todas maneras, es una falta de respeto luego de lo que hicieron por mí, agarrar las cosas sin permiso.?¿En qué carajo estaba pensando?.

—Sandeces, Kaede se encargará del desayuno.- dijo el peli blanco ya harto de la situación.

—S..i señor pero y..o quería.—Estaba por finalizar la oración mientras mis manos me temblaban cuando fui interrumpida de nuevo por aquel hombre.

—No me interesa, guarda las cosas y vete.—Escupió de forma muy demandante y temerosa.

En ese instante las lágrimas no tardaron mucho en salir, ¿Qué fue lo que le hice para que me trate así de mal?, me preguntaba a mí misma tratando de asimilar lo que había ocurrido recién. Sabía que era una persona seria y fría, me pude dar cuenta de eso ayer al momento que entró por la puerta, pero jamás hubiera pensado que sería así de arrogante e intimidante, entiendo que está no es mí casa y no tengo el derecho de agarrar cosas que no son mías, ¿Pero acaso se justifica para recibir esa vil mirada ámbar? No, no lo creo.

Ella (Sesshomaru Y Rin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora