Min Yoongi

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― ¿Qué sucede?

― Es sobre su omega...

― Dime

― No hubo nada fuera de lo común, el joven Kim salió con un par de amigos, ambos omegas, y pasaron toda la mañana juntos. Después fue a casa de su padre donde demoró muy poco tiempo y también fue al banco. Nada más aparte de eso.

― Gracias, Choi. Olvida el tema, no sigas de nuevo a mi prometido.

― Sí señor.

― ¿Qué estoy haciendo?

Jeon no había podido dejar de sentirse extraño, quizá realmente estaba nervioso por la boda. Kim Seokjin no merecía que lo siguiera como un novio posesivo. El joven omega no había hecho otra cosa que darle toda su atención y cariño. Necesitaba tomar un descanso de todo el trabajo y enfocarse. Primero iría por Jimin para disculparse, lo que menos quería era seguir siendo ignorado por su mejor amigo.

― ¿Qué te dijo?

― No lo perseguiré de nuevo joven Kim.

― Ese idiota, ¿quién se cree para mandar a espiar mi vida privada? ― Su voz denotaba molestia ― Y tú, más te vale guardar silencio. Recuerda para quién te conviene trabajar ― le pasó un fajo de billetes del más alto valor al beta.

― Lo tengo muy en cuenta joven, cuente conmigo ― Seokjin solo asintió.

― Vamos, llévame a donde siempre.

― Enseguida.

Cuando Seokjin descubrió que su esposo estaba vigilando sus pasos tuvo que actuar rápido intentando negociar con el beta, quien resultó ser un traidor. Fue mejor para él así no tendría que hacer algo sucio. Todas las personas vendían su alma por tener unos cuantos billetes de forma fácil.

― Llegamos, joven.

― Espera aquí, no tardaré mucho.

― Así lo haré.

El omega ya se había acostumbrado a ir por esos barrios peligrosos, no tenía miedo y si lo tenía, no lo demostraba. Y una pandilla en especial le resguardaba, aquella con quien realizaba sus tratos.

― Señor Kim, bienvenido de nuevo. Siéntese, por favor.

― Gracias. He venido por lo de siempre ― colocó frente al hombre una maleta.

― Por supuesto, le aseguro que mandaré esto a su cuenta personal.

― Gracias, aquí tienes tu pago ― le dió otra bolsa más pequeña.

― Muchas gracias, joven Kim. Puedo ver que consiguió la gallina de los huevos de oro ― dijo con una risotada que incluso hizo reír al omega.

― Sí, una ciega.

― Excelente, muy bueno señor ― se sentó frente al omega detrás de su escritorio improvisado ― ¿su hijo nacerá en unos meses?

― No te importa ― el joven omega se levantó ― avísame cuando Baek-Ho regrese a corea, quiero verlo.

― Por supuesto señor.

― Nos vemos.

― Hasta pronto ― hizo una reverencia e hizo una señal para que uno de sus hombres abriera la puerta.

La pandilla del señor Kang era pequeña pero funcional, sus tratos hasta el momento salieron bien y sin ningún problema legal. Al viejo alfa le sorprendió que un joven chaebol contratara sus servicios cuando pudo haber ido con las pandillas más grandes. No iba a indagar en cosas que traería problemas a sus hombres. Esperaba convertirse en una organización fuerte muy pronto.

❣Unforgettable Love❣ - KookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora