𝗣𝗥𝗢𝗛𝗜𝗕𝗜𝗗𝗔 𝗦𝗨 𝗖𝗢𝗣𝗜𝗔 𝗢 𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡.
PRIMER LIBRO.
Para Hiraki Samoto, su vida había sido dura provocando que en un momento de demasiado aburrimiento y soledad, deseará que llegará el día de su muerte, lo que no sabía era que...
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La chica pelinegra se encontraba en su asiento al lado de el chico Uchiha, frente a ellos la niña pelirrosa y en la puerta declinable el rubio estaba colocando el borrador de tiza del pizarrón de esa aula.
— ¡Narutol, ¡No hagas esas idioteces!— Señaló la de cabellos rosas hacía el rubio.
— Nuestro maestro es un jounin, un ninja de élite, es improbable que caiga en una broma estúpida como esa.— Expresó aquel azabache con sus manos en sus labios.
— ¡JAJAJA! Ya veremos. — Termino de colocar el borrador y volvió al lugar en el que se encontraba hace unos instantes.
— Bien, ahora esperemos. — Aquella pelinegra esperaba paciente a la reacción de su sensei.
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De un momento a otro, la puerta se deslizaba hacia la derecha, y tomó entrada una cabellera blanca que conocía a la perfección.
Con que ese es Kakashi Hatake, el ninja que copia
Me escuche muy al estilo de Zabuza, no puede ser. Sacudi mi cabeza para disipar aquellos cómicos recuerdos, entró el hombre que seria mi sensei de ahora en más. Finalmente pudimos observar todos los presentes en el aula, como el borrador que "No caería" o el que Kakashi esquivaría, cayó directo en su blanco cabello.
Tras 20 segundos donde Sakura se hacia la que respeto, lo cual todos sabemos que no, dubitativo, expresó a secas.
— Mmm, ¿Como se los planteó? — Unos sonidos que indicaban que aun pensaba que decir sobre este grupo, pero ya sabía la respuesta.— Mi primera impresión de este grupo, es que son una bola de idiotas.
El rostro de Sasuke se formo en una mueca que apenas y logro disimular, Sakura lo miro con sorpresa mientras su ceja izquierda temblaba por la rabia contenida y Naruto giro a verlo con enojo, parando completamente sus risotadas.
— ¡Oye! — Expreso Naruto mientras apretaba en un puño su mano derecha.
¿Y yo? Yo solo suspire, sabía que tenia razón y nuestro grupo era una bola de vagos e inadaptados. Por más que quisiera negarlo, lo éramos, pero ahora venia lo bueno, la prueba de supervivencia.
