¿𝗦𝗵𝗶𝗻𝗼𝗯𝗶? ¿𝗛𝗮𝗿𝗲𝗺? | 𝖭𝖺𝗋𝗎𝗍𝗈 ✓

𝖤𝗑𝖺́𝗆𝖾𝗇𝖾𝗌 𝖢𝗁𝗎̄𝗇𝗂𝗇.

Ya habían pasado tres semanas desde que habíamos llegado de el pueblo 'La Elegancia'.

Sabía que ya pronto serían los exámenes chūnin, y me encontraba caminando junto a Sakura mientras comíamos unos palillos de dangos.

— ¡Esta delicioso Umiko! ¡Cocinas muy bien!

Que por cierto, yo había hecho.

— Muchas gracias Sakura, me alegro que te hayan gustado.

Estábamos llegando al puente que estaba cerca de nuestro campo de entrenamiento, debíamos a esperar a Sasuke y a Naruto.

Al llegar seguimos platicando hasta que llegó Sasuke con su mismo semblante de siempre, demasiado relajado y serio.

— ¡Sasuke! ¡Hola! ¿Cómo estás además de más guapo? - Saludo Sakura con un sonrojo en su rostro.

Pero como siempre, la ignoro olímpicamente y quedó frente a mí, me rostro demostró mi confusión y con muletillas habló.

— Yo, ah, buenos días.

— ¿Buenos días? - Se mostró ofendido ante mi respuesta y se giró hacía la valla de el puente.

Me acerqué de nuevo a Sakura y en un bajo susurró le hable.

— Creo que ya lo pico alguna abeja, o tal vez también tiene la menstruación.

Inmediatamente el rostro de Sakura se formó en una mueca por tratar de aguantar las ganas de reír.

Aunque no aguanto y terminó riendo a carcajadas mientras tomaba su estómago entre sus manos.

— ¡JAJAJAJAJA! ¡Eso no lo esperaba!

Solo sonreí con diversión mientras negaba ya que Sakura se encontraba en el piso y podía observar a Sasuke con una gotita de nervios en su sien al no saber que le sucedía.

— Ya, ya, relájate, respira, respira. — Acariciaba su espalda mientras una sonrisa adornaba mis labios.

«Es lindo sentir que si haces reír de esa forma a alguien.»

— Sí, sí, uf, eso fué muy gracioso de imaginar.

En eso llegó corriendo Naruto mientras saludaba.

— ¡Sakura! ¡Umiko! Hola, ¿qué tal? — Me abrazó y al tratar de abrazar a Sakura está lo empujó hacia atrás.

— ¡No se te ocurra abrazarme!

— ¡Pero por qué Sakura!

— ¡Solo puede hacerlo mi lindo Sasuke!

Casi de inmediato comenzó a llorar Naruto al haber sido rechazado en palabras mayúsculas por la niña que robaba sus suspiros.

Observó con furia a Sasuke y desvío la mirada en un santiamén.

Junto a Sakura seguimos platicando hasta esperar a Kakashi sensei quién llegó después de dos horas mientras tenía su ojo cerrado de nuevo con una sonrisa.