Genshin Impact (Gay) Collection

38: Hangover

Autor: auriadne

Pareja: Zhongli x Childe

Palabras: 2819

Advertencias: Smut

Original: https://archiveofourown.org/works/27479842

Resumen
Llamar la atención del supuesto Geo Arconte no era parte del plan.
...
Childe se despierta en la cama de Zhongli tras una noche de copas.

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El aire huele a rocío matutino, más fresco que el húmedo Liyue normal. Algo que echa terriblemente de menos de su hogar. La conciencia de Childe se agita. Su cuerpo, pesado y confuso, sigue ocupando ese precioso espacio entre la vigilia y el sueño.

Se vuelve hacia un lado y se frota los ojos, aún somnolientos. La luz de la mañana le escuece. Le duele la cabeza. Ugh, bebió demasiado anoche. Siempre ha tenido una tolerancia bastante alta. El tiempo que ha pasado lejos de Snezhnaya debe de haberle pasado factura.

¿En qué estaba pensando? Espera, ¿qué estaba haciendo anoche?

Zhongli.

A Childe se le hiela la sangre. La habitación está demasiado silenciosa. A estas horas de la mañana, oiría a los otros huéspedes revolviéndose en la posada o a los empleados murmurando en el vestíbulo. Pero no hay nada, sólo el débil sonido de los pájaros que pían fuera. Childe abre los ojos de golpe.

Mierda. No, no puede ser.

Se tapa la boca con la mano. Una arruga se forma en su frente, mientras mira fijamente el cuerpo a su lado. El pelo oscuro está esparcido por la almohada, con puntas naranjas. Zhongli le da la espalda. Se siente vulnerable y confiado durmiendo junto a una serpiente. Sería tan fácil. El pensamiento pasa por su mente antes de desecharlo.

Sus hombros están marcados, magullados y enrojecidos por la huella de los dientes. Suyos, piensa Childe. Se le sonroja la cara. Esto es descuidado incluso para él. Sus recuerdos de la noche anterior son borrosos. Recuerda instantáneas, sensaciones. Le duele el cuerpo y se siente abrumado por las náuseas de la resaca. El martilleo de su cabeza hace poco por calmar la caída de su estómago.

¿Y si se le escapó algo? Habló demasiado cuando tenía los labios sueltos y estaba mareado. Demasiado ansioso por caer en la cama con Zhongli y arruinar toda la razón por la que está destinado aquí en primer lugar.No se suponía que fuera así. ¿No?

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Zhongli había estado bastante acertado ayer, leyendo en la extraña tranquilidad de Childe con una aptitud que él no había creído posible. Childe tenía nostalgia. Sólo un poco.

Tal vez fue el pensamiento de su familia. O que estaba fastidiado de limpiar lo que ensuciaban los agentes subordinados Fatui y empezaba a cansarse del calor agobiante que le pegaba la ropa a la piel. Añoraba el frío, la nieve fresca crujiendo bajo sus pies, moteándole el pelo. Demonios, incluso aceptaría la familiaridad de la comida de su tierra natal, aunque sólo fuera por la comodidad.

Ha pasado casi un año. Un año desde que la Tsaritsa lo envió a Liyue. Un disfraz que ha llevado durante demasiado tiempo.

Zhongli encuentra a Childe El Banco del Reino del Norte. Su voz es suave, demasiado amable para un hombre como él. Es vil y terriblemente transparente.

"Tengo algo para ti. ¿Me acompañas, Childe?" Le ofrece.

Childe no puede negarse. Esboza una sonrisa. Siempre se apresura a aceptar sus invitaciones. Le beneficia, aunque la mayoría de las veces sea él quien pague la cuenta. No es que le importe. A los heraldos no les falta precisamente Mora.