Genshin Impact (Gay) Collection

24: and butterflies did she give

Autor: sailormeun

Pareja: Hu Tao x Yanfei

Palabras: 1122

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/31073921

Resumen
"Estás demasiado tensa, Yanyan. ¿Qué está pasando en esa brillante mente tuya?"

La forma en que Hu Tao dijo esas palabras con tanto cariño hizo que su cabeza diera vueltas, junto con esta fuerza repentina que los acercaba más y más, enviando aleteos desde su pecho hasta su estómago. "Sólo pensaba."

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"¿No es todo este curso un poco tonto? Como, ¿por qué no pueden simplemente imprimir más dinero?"

"Tú eres la experta en negocios aquí Hu Tao, dímelo tú."

Yanfei sabía muy bien la respuesta a esa pregunta como si fuera una canción infantil que había estado recitando perfectamente desde que apenas podía caminar. Imprimir más dinero sin fabricar más bienes o servicios sólo haría que los precios subieran, lo habría dicho sin pestañear si su corazón no estuviera a punto de romperse el pecho de lo fuerte que latía. Si no fuera por el aroma de las flores rojas de ciruelo, los ojos ardientes bajo su libro, la cabeza girando cada dos segundos sobre su regazo, el largo pelo castaño haciéndole cosquillas en la piel.

"¡Quizá si imprimieran más dinero, mañana no tendríamos examen de economía a las ocho de la mañana!". Hu Tao hizo un gesto dramático, casi tirándole el libro de las manos a Yanfei.

Yanfei soltó una risita después de fijar la postura, pasar una página e intentar por todos los medios procesar las palabras que estaba leyendo en voz alta hacía unos instantes. "Cuidado, a la señorita Lisa no le gustaría que dañáramos su precioso libro. ¿Con qué teoría has vuelto a tener problemas?".

"La de Schumpeter, por favoooor".

Yanfei dejó de sonreír al ver cómo Hu Tao alargaba la última palabra.

No todos los días Yanfei podía conocer a alguien con la misma cantidad de energía que ella. Decir que congeniaron de inmediato era quedarse corto. Ni que decir tiene que una mariposa había encontrado por fin su flor favorita. Irónicamente, sin embargo, la misma persona que podía igualar su comportamiento parlanchín era también la única que podía hacerla callar en un santiamén. Hu Tao era habladora pero Yanfei era audaz.

"- ¿Verdad? Sin embargo, ese tipo de castigo sólo funcionaría si el sistema de justicia es perfectamente justo pero como todos sabemos, está más que jodido y-"

"¡Sabes, eres realmente sexy cuando te cagas en el gobierno, Yanyan!"

¿Se rompió el aire acondicionado? ¿Se incendió la cama de Hu Tao? Yanfei juraba que sudaba a mares sólo de pensar en aquella conversación.

Se preguntó si Hu Tao había perdido alguna vez su energía. Incluso tumbada en el regazo de alguien, seguía saltando como si quedarse quieta le costara la vida. Yanfei mentiría si dijera que no le parecía adorable.

¡Concéntrate!

Yanfei parpadeó para alejar los pensamientos que la distraían. Hu Tao la había invitado para que la ayudara a estudiar para su repentino examen reprogramado -que, por cierto, iba en contra del manual de la universidad, señorita Ningguang- y le leía las lecciones en voz alta porque, a diferencia de Yanfei, la capacidad de atención de Hu Tao era del tamaño de la punta de un lápiz. De todos modos, Yanfei no podía comprender bien sin murmurar cada palabra que leía, así que ¿por qué no poner en práctica esa manía tan molesta?

Así es. Estaba aquí para ser compañera de estudio, no estaba en la residencia de Hu Tao para pensar en lo linda que era o en la forma en que las frases que salían de su boca a veces rimaban sin querer o en cómo agarraba la mano de Yanfei cada vez que quería que repitiera una línea de su libro de texto y en lo cálida que era contra la suya a pesar del contraste de sus anillos o preguntarse cómo se sentiría si pasara sus dedos por el pelo de Hu Tao o-.

"¿Yanyan? ¿Estás bien?"

"¿Q-qué?" Dioses, ¿acaba de tartamudear? Presidenta del club de debate, licenciada en ciencias políticas, futura litigante civil, Yanfei, ¿tartamudeando? Mirando hacia las ventanas, esperaba ver jabalíes volando libremente en el cálido cielo de la tarde.

Cuando sus ojos se despidieron del exterior, esperaba que volvieran a los largos párrafos de su libro de texto, pero se encontró con curiosos rojos, parpadeantes, dos veces. Las ganas de hurgar en sus suaves mejillas se hicieron más fuertes que nunca, pero se resistió. ¿Cómo no se dio cuenta cuando se sentó? No importaba. Con lo cerca que estaban sus caras, lo único que Yanfei podía ver ahora era a ella.

Respirar era más difícil que analizar ejemplos de casos de divorcio de repente.

"¿Te encuentras bien? Te estás poniendo un poco rosa".

No tuvo que decirlo para que Yanfei se diera cuenta. Menos mal que el libro era lo suficientemente grande como para taparle la cara, que no paraba de calentarse desde que Hu Tao apoyó la cabeza en su regazo aquella tarde. Sin embargo, dicho libro ya no estaba allí para protegerla de la vergüenza, sino que estaba en manos de la chica que tenía delante.

"Yo sólo..." ¿Desde cuándo era capaz de llegar a ese tono? Lo intentó de nuevo. "Es que ahora no puedo pensar con claridad, lo siento".

Literalmente. Quiso añadir.

"¿Puedo preguntar por qué?"

"Bueno, ¡cómo esperas que me concentre cuando estás tan cerca!"

Un latido. La cabeza de Hu Tao se inclinó en confusión antes de que sus ojos se abrieron en la realización. Una realización que Yanfei finalmente aceptó al mismo tiempo.

Al igual que imprimir más dinero sólo podía llevar a aumentar los precios, poner más excusas insistiendo en que no estaba enamorada de la mujer que le acariciaba la mejilla en ese momento sólo aumentaría la posibilidad de enamorarse más de ella.

"Estás demasiado tensa, Yanyan. ¿Qué está pasando en esa brillante mente tuya?"

La forma en que Hu Tao dijo esas palabras con tanto cariño hizo que su cabeza diera vueltas, junto con esta fuerza repentina que los acercaba cada vez más, enviando aleteos desde su pecho hasta su estómago. "Sólo pensaba". dijo Yanfei, y sus ojos se posaron en los labios de Hu Tao, que esbozaron una sonrisa burlona.

"Por supuesto". Poniendo suavemente un mechón de pelo detrás de la oreja de Yanfei, Hu Tao continuó. "Siempre estás pensando demasiado, analizándolo todo hasta llegar cada vez más hondo. ¿Te importaría hacerme un favor?".

Yanfei levantó una ceja, perdiendo el aliento una vez más y definitivamente no sería la última vez esa noche.

Con una mano en las mejillas de Yanfei y la otra entrelazada con la suya, Hu Tao murmuró. "Sólo siente".

Mientras la mariposa se posaba sobre su flor favorita, el mundo dejó de girar de repente.

Por primera vez en mucho tiempo, Yanfei despejó la cabeza, los sentimientos se apoderaron de los pensamientos, las flores rojas de ciruelo sustituyeron al olor a papel. Mientras los besos aleteantes se apoderaban del estrés, finalmente se dejó ahogar en ella.

Llegaron tarde al examen de la mañana siguiente, pero ambos aprobaron, y Hu Tao obtuvo una nota casi perfecta.

Esa chica descarada, no necesitaba estudiar después de todo.