Capítulo 5

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Para el día de San Patricio, ya se ha convertido en una rutina.

Dos días a la semana, recoge a Hana del colegio y se quedan en su casa. Su arsenal de entretenimiento —películas, juegos, libros—, que ha ido acumulando a lo largo de la última década gracias a su familia, resulta ser muy útil.

Hana es inteligente y extraordinariamente equilibrada, dos rasgos que atribuye a Yongsun. Y las comidas que le trae, desde lasaña hasta pollo asado o sopa de pescado, son todas increíbles.

Byul tiene mucha experiencia como niñera, pero no en un horario tan frecuente. Siendo la estudiante diligente que siempre ha sido, se sienta con Hana para establecer una rutina que les funcione en la primera semana. Primero la merienda y las tareas, y luego pueden jugar. Hana se contenta con jugar videojuegos o ver una película o leer para entretenerse cuando Byul necesita terminar algún trabajo.

Pero le gusta pasar el rato con Hana. Pasar tiempo con niños, ver sus percepciones y emociones particulares siempre ha sido algo divertido para ella.

Salen, sobre todo los fines de semana, pero a veces después del colegio, van al acuario, al Museo de la Ciencia, al Museo de los Niños y, de vez en cuando, se les unen sus sobrinas o sobrinos. Pero Hana siempre está encantada de ir a cualquier sitio y su entusiasmo es contagioso. Su mente es como una esponja y le hace mil preguntas a Byul, varias de las cuales no tiene ni idea de cómo responder sin guglearlas antes.

Es divertido y Byul siente que ahuyenta esas telarañas de soledad que se han instalado en su vida durante los últimos años.

Los límites, se dice a sí misma, todavía están un poco en su lugar.

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Su relación con Yongsun también crece.

Viene a recoger a Hana y, a menudo, termina quedándose a cenar. La primera vez, se había quedado en la puerta, parecía cansada después de su doble turno. Y solo le había tomado a Byul un momento de seducción, con comida casera recién recalentada, para atraerla a relajarse.

Después de que Hana la entretiene con las historias que le había contado antes a Byul, Yongsun toma el relevo y habla de la clientela de The Bean Dream.

Byul escucha sobre la pasante que llega todas las mañanas a las nueve y cuarto en punto y que es un tanto frenética, todos los días. La mujer de negocios que entra y hace pedidos sin levantar la vista del teléfono, hasta el punto de que Yongsun ni siquiera cree saber qué aspecto tiene. El supervisor que refunfuña por los precios del café. El drama entre Jo, su jefa, y su puerta giratoria de pretendientes.

Yongsun se merece algo fácil por una vez. Un descanso de los obstáculos que ha tenido que superar durante años, y de la ardua batalla que ha tenido que librar sola durante el último año. Y Byul se da cuenta de que está encantada de acompañarla.

Es fácil y cálido, y se siente como si su casa fuera un hogar.

Mientras están, literalmente, hombro con hombro para lavar los platos después de cenar, Yongsun admite:

—Nunca pensé que nos haríamos amigas. —Y hace una pausa mientras enjuaga un vaso, el término desconcierta a Byul.

—¿Es eso lo que somos: amigas?

Yongsun la mira como si estuviera completamente loca. Pero su voz es suavemente burlona.

—Sí, Byul, lo somos. —Le quita el vaso a Byul—. Si fueras cualquiera, ¿estarías cuidando a mi hija o cenando conmigo? Porque si no fueras mi amiga, no te confiaría a Hana ni querría escuchar tus historias sobre tu trabajo y tu familia.

Cuando Menos Te Lo Esperas [MoonSun] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora