Capítulo 11

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Byul no había tenido tantos nervios por asistir a una fiesta de cumpleaños desde que tenía diez años. Pero no puede decepcionar a Hana.

Es lo que se repite a sí misma mientras entra al pequeño parque que hay al final de la calle del apartamento de Yongsun y Hana, donde se está celebrando la fiesta.

El caso es que no ha dormido nada. Cada vez que cerraba los ojos, repetía los últimos diez minutos que había pasado con Yongsun. Cuando llegó a casa, su estupor se había desvanecido en una mezcla de emociones. Sobre todo, culminando en el dolor punzante del rechazo, unido al miedo de que Yongsun sienta que Byul ha violado la confianza que han formado.

Con el estómago hecho un nudo, fuerza una sonrisa en su rostro tan pronto como se acerca lo suficiente para que Hana la vea. Y cuando la ve, la sonrisa que se dibuja en su cara es suficiente para hacer que la de Byul sea más genuina.

—¡Byul! ¡Por fin llegaste!

Hana corre hacia ella, abandonando su puesto junto a las mesas de pícnic, y Byul deja su bolsa de regalo justo a tiempo, para que no se le caiga cuando Hana le rodea la cintura con los brazos.

—¿Por fin? Según mis cálculos, tu fiesta aún no ha empezado. —Por una vez, llega temprano. Quería tener tiempo suficiente para hablar con Yongsun primero.

Recoge la gran bolsa de regalo del suelo y se toma un momento de consuelo, mientras rodea con su brazo el hombro de Hana y la conduce de vuelta a las mesas de pícnic.

—¡Estos son mis abuelos! —anuncia Hana sin apartarse de su lado mientras se acercan a las mesas donde están todas las magdalenas. Cambia su atención a sus abuelos, informándoles con orgullo—: Byul es mi amiga.

No se había fijado en ellos cuando se acercaba, estaba demasiado absorta en sus pensamientos. Pero con su aspecto y la forma en que parecen extremadamente fuera de lugar, de pie en este parque, es… es fácil deducir que son los padres de Taeyang.

—Encantada de conocerlos. Soy Moon Byul —ofrece a la pareja mayor, dejando su regalo. Hana inmediatamente se abalanza sobre él, apartando parte del papel de seda. Byul arquea las cejas y pone su mano sobre la cabeza de Hana—. Buen intento, Hana, pero está en papel de regalo.

—Hakkun Park. —El abuelo de Hana atrae su atención de nuevo hacia él. Está demasiado lejos para ofrecerle una mano, pero parece que no quiere, de todos modos—. Y mi esposa, Seok.

Seok, sin embargo, extiende la mano. Muy tímidamente, parece, ya que mantiene el otro brazo cautelosamente sobre su cuerpo. Cuando Byul se la estrecha, entrecierra los ojos.

—¿De dónde conoces a mi nieta? Pareces un poco mayor para ser amiga de Hana.

Byul duda, no es que tenga vergüenza de hundir a Taeyang en su propio divorcio. Y, honestamente, tampoco tiene vergüenza en decírselo a sus padres. Pero es la fiesta de cumpleaños de Hana, y ya ha lidiado con la suficiente mierda con respecto a su padre sin que Byul diga algo al respecto.
No puede imaginarse que funcionaría a su favor ante los Park.

Tampoco ayuda que, en lo único que ha estado pensando mientras la miran, es en lo que había pasado con su exnuera hacía solo doce horas.

Hana, sin embargo, no duda. Arrastra la bolsa de regalos que Byul había traído hasta un lado de la mesa y dice:

—Solía trabajar con papá y luego fue la abogada de mamá —Exhala un suspiro y se aparta el pelo de la cara de una manera que es totalmente Yongsun—. Y ahora somos amigas.

—Supongo que eso lo resume todo. —Tose detrás de un puño, sin perderse ni una nota del disgusto en sus caras mientras la miran. Dios, después de una noche sin dormir y todavía sintiéndose al límite, tiene que salir de aquí—. ¿Dónde está tu madre?

Cuando Menos Te Lo Esperas [MoonSun] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora