Capítulo 14

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Esa llamada telefónica es el comienzo de una nueva rutina para ellas. Todas las noches, sobre las diez, cuando Yongsun suele irse a la cama, Byul recibe un mensaje de texto. Y si es lo bastante rápida —cuando no está en la ducha o enredada con el trabajo— y responde, recibe una llamada.

Suele ser bastante breve, con la voz de Yongsun suave y cansada.

—¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? —Es siempre lo primero que sale de su boca, aunque Byul la haya visto antes, ese mismo día.

Y ella pondrá los ojos en blanco, aunque se sienta tan jodidamente cuidada, cuando confirma:

—Estoy perfectamente bien. Mejor con el maquillaje ahora de lo que he estado en mi vida.

Cuando Yongsun se ríe, Byul jadea.

—Sabía que te haría gracia en algún momento.

La risa se corta inmediatamente con indignación.

—Yo… no —protesta ella, débilmente.
La conversación dura poco —tal vez diez minutos, tal vez veinte— antes de que
Yongsun bostece ampliamente y murmure:

—Buenas noches, Byul.

Le encanta irse a la cama con la voz de Yongsun en el oído. Lo único que puede hacer para controlarse es no esperar a que den las diez. Se obliga a sí misma a mantener sus rutinas normales; si tiene trabajo que terminar, no se permite tomarse un descanso. Pero… la mayoría de las veces se apresura a contestar.

No sabe a qué se refería Yongsun cuando irrumpió en la casa, a qué le temía. Intenta preguntárselo unos días después del incidente, pero Yongsun lo ignora con una risita nerviosa.

—Nada. Ni siquiera lo sé.

No suena nada natural, sino más bien como si no quisiera hablar de ello. Así que Byul lo deja, aunque sigue en su mente.
Nunca le han ido muy bien las preguntas sin respuesta.

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Finalmente, obtiene la respuesta el día de su cumpleaños.

La verdad es que se le escapa por completo porque el trabajo es una locura. El divorcio Laurens/Barclay avanza a buen ritmo, sus jefes están contentos, y ya ha recibido algunas llamadas de otros bufetes del noreste para conocerla.
También le han pedido que haga una presentación en la conferencia anual de Derecho de Familia que se celebrará en Manhattan, en diciembre.

Es su momento. Es como si su carrera hubiera estado en el precipicio durante los últimos años, y las cosas hubieran llegado finalmente al punto de inflexión.

Es emocionante, aunque sea la más ajetreada de su vida.

Este año, sus planes de cumpleaños consisten en quedarse en la oficina al menos hasta las nueve. Está pensando en qué pedir para comer —solo son las 4:45 p.m., pero había trabajado durante el almuerzo— cuando suena el teléfono de su oficina.

—Moon.

—Kim. —La voz de Yongsun responde, su tono burlonamente serio.

Byul siente que una sonrisa se dibuja en sus labios mientras pone los ojos en blanco.

—No te burles de mi voz de negocios. Fuiste tú la que me llamó al teléfono del trabajo. —No se da cuenta hasta que pronuncia las palabras. Frunce el ceño, preocupada—. ¿Por qué me llamaste a este número? ¿Todo anda bien?

Yongsun tararea en voz baja como pensando.

—¿Todo anda bien?… ¿Todo anda bien? Hana, ¿crees que todo anda bien?

Cuando Menos Te Lo Esperas [MoonSun] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora