Capítulo 17

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La primera noche de Janucá la encuentra donde suele estar: tomando una copa navideña con Hyejin.

Cuando estaban en la universidad, las dos se habían compadecido de un sentimiento compartido de tortura en las fiestas; Hyejin se lamentaba entonces de tener que alternar entre sus padres divorciados: menos mal que hay ocho noches de Janucá o sus abogados de divorcio habrían visto sangre.

Ahora… bueno, sigue siendo casi lo mismo. Solo una ubicación diferente, ya que están sentadas en el sofá de Hyejin.
Su mejor amiga está apoyada en los cojines, con la mano sobre los ojos.

—Ya está planeando el bar mitzvah de Dakho. Y apenas tiene un año.

Byul suelta una carcajada, sin poder evitarlo.

—¿Eso es mejor o peor que ella diciéndote que podría estar muerta para el año que viene y que estas podrían ser tus últimas vacaciones con ella?

—No lo sé —Hyejin gime, antes de levantar la mano y entrecerrar los ojos hacia Byul, suspicaz—. Pareces… alegre. Demasiado alegre para la temporada de vacaciones, en realidad. Ni siquiera has mencionado tus casos. ¿Quién eres y qué hiciste con Moon Byul?

—No tengo ni idea de lo que estás hablando. —Cree que hace un buen trabajo manteniendo la cara inexpresiva, aunque esté que se revienta por contárselo. Por hablar de Yongsun.

Hyejin, que la conoce desde hace más de una década, no se lo cree. Se incorpora y observa a Byul con mirada crítica.

—Bueno, en general, siempre te encanta tu trabajo, así que eso queda descartado. No ha pasado nada con tu familia, que yo sepa, Doyun sigue siendo un imbécil. Yongsun…

Byul no puede evitarlo. Siente que sus labios esbozan una sonrisa y Hyejin chilla.

—¡Yongsun! ¡Tú y Yongsun! Cuéntamelo todo y cuéntamelo ahora mismo.

Byul lo hace. No puede evitarlo. Le cuenta lo de su cumpleaños, los besos y lo de Acción de Gracias, y en su cara se dibuja una sonrisa tan amplia que podría romperse. Piensa que contárselo a Hyejin está bien, porque ¿a quién lo contaría? El único punto en común de Hyejin y Yongsun es ella.

Y tenía que decírselo a alguien, se da cuenta después de dejar de hablar. Tenía que deleitarse con la noticia con otra persona, ahora que lleva más de un mes con eso en la garganta.

Alguien que no sea Yongsun; alguien que conozca al menos parte del absoluto deseo y anhelo de meses.

—No puedo creer que tengas una relación con Yongsun. —Hyejin la mira, estupefacta—. De verdad pensaba… vaya. Y la Navidad pasada te dije que no la llamaras.

Byul frunce el ceño.

—No sé si tenemos una relación, exactamente.

No han hablado exactamente de lo que son. Lo que tienen, por ahora, son momentos breves y acalorados donde los haya.

Lo que tienen son llamadas telefónicas nocturnas en las que hacen cualquier cosa, desde ver Los expedientes secretos X hasta hablar de cosas sin sentido, como el arte de la espuma de café con leche o cosas serias como los sentimientos de Yongsun sobre el reloj de su madre que se había roto el año pasado y de cómo todavía lo guarda en su joyero.

Lo que sí tienen son cenas y noches de cine con Hana mientras Byul desliza su mano y sujeta la de Yongsun bajo una manta. También, Yongsun apartando la mano en una fracción de segundo, como si tuviera una especie de sexto sentido maternal para saber cuándo Hana está a punto de girarse y mirarlas. Lo que también tienen es a Yongsun terminando sus llamadas telefónicas cuando la hora se hace demasiado tarde, cuando las admisiones quieren salir de la boca de Byul.

Cuando Menos Te Lo Esperas [MoonSun] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora