fin

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Jin se encontraba sentado en una cafetería, tomando un sorbo de su café. En ese momento, una chica que había conocido en la universidad se acercó y se sentó con él. Comenzaron a charlar amigablemente, pero de repente, la chica hizo una pregunta inesperada.

"¿Ya te has recuperado de tu esquizofrenia?", preguntó la chica con curiosidad.

Jin se sorprendió por la pregunta y empezó a sentir desesperación. Su corazón comenzó a latir fuertemente y sus manos se pusieron sudorosas. Justo en ese momento, recibió un mensaje de Nam que decía que necesitaban hablar y que estaba en casa.

Jin le dijo a la chica que tenía asuntos importantes que atender y se apresuró a regresar a casa. Al llegar, buscó ansiosamente en los cajones de la sala y, entre los papeles, encontró una serie de documentos médicos. Su corazón se hundió al leer los diagnósticos: depresión aguda, trastorno bipolar y esquizofrenia. Descubrió que había estado luchando en silencio contra estas enfermedades desde los 18 años.

La realidad se volvió aún más cruel cuando Jin continuó buscando en los cajones. Encontró más evidencias de su lucha contra la enfermedad, desde recetas médicas hasta notas de terapia. La verdad era aplastante: se dio cuenta de que su mente había creado a Nam como una forma de lidiar con la soledad y el dolor causados por sus enfermedades mentales.

Con el corazón destrozado y los ojos llenos de lágrimas, Jin se dio la vuelta y comenzó a buscar a Nam desesperadamente. Recorrió cada habitación de la casa, llamando su nombre en vano. Hasta que finalmente, entró en la habitación y lo vio allí, inmóvil y sonriendo.

Jin se abalanzó sobre la figura etérea de Nam, abrazándola entre sollozos. Aunque sabía que no era real, el amor que sentía por Nam era tan real como su propio dolor. En medio de las lágrimas, Jin le confesó su amor una vez más, sabiendo que Nam desaparecería una vez más.

Nam se desvaneció de sus brazos, como una ilusión que se desvanece en el aire. Jin se quedó allí, ahogado en un mar de sollozos y desesperación. Frente a la habitación vacía, pronunció palabras cargadas de dolor y tristeza. "Me dejaste", murmuró entre lágrimas. "¿Por qué tuviste que abandonarme?"

En ese momento, Jin tomó una decisión difícil. Llamó a su madre y le explicó su estado mental. Juntos, tomaron la decisión de internarlo en un centro de atención mental, donde recibiría el cuidado y apoyo que necesitaba.
Jin pasó meses en esa habitación, sumido en la tristeza y el dolor de haber perdido a Nam, aunque nunca haya sido real."¿será que nam nunca lo amo ?"
"¿será que el no fue lo suficiente ?" desde entonces Lloró por su partida y anheló su presencia, pero Nam lo dejo y nunca más volvió

Jin pasó años en esa habitación, sumido en la tristeza y el dolor de haber perdido a Nam, aunque nunca haya sido real. Cada día, el peso de su pérdida se hacía más insoportable. Jin ya no podía salir de su habitación, su cuerpo y su mente se habían debilitado por el dolor constante.

El silencio se apoderó de Jin. Ya no hablaba, sus palabras se habían desvanecido junto con la presencia de Nam. Solo podía expresar su dolor a través de sollozos silenciosos y sus ojos, que una vez estuvieron llenos de vida, ahora mostraban un gran vacío.

El mundo exterior se desvaneció para Jin. Ya no importaba el paso del tiempo, los días se mezclaban en una nebulosa de tristeza interminable. Las visitas de su familia y amigos se volvieron cada vez más escasas, incapaces de comprender la magnitud del dolor que Jin llevaba consigo.

La habitación se convirtió en su prisión, un reflejo de su propio tormento interno. Las paredes parecían cerrarse sobre él, atrapándolo en un ciclo interminable de recuerdos y preguntas sin respuesta. Jin anhelaba la presencia de Nam, pero sabía que nunca más volvería.

El dolor se volvió tan abrumador que Jin dejó de cuidar de sí mismo. Su cuerpo se debilitó y su salud empeoró rápidamente. Pero incluso en medio de su deterioro físico, su mente seguía atormentada por la pérdida y el anhelo de Nam.

Finalmente, el día llegó en el que Jin cerró los ojos y dejó de respirar. Su partida fue silenciosa, sin fanfarrias ni despedidas. Solo quedó el eco de su dolor y la pregunta sin respuesta de si Nam lo amó alguna vez, si él fue suficiente.

Fin.

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⏰ Última actualización: Feb 14 ⏰

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