Cogí el autobús, pero al mirar al lado vi a una madre con su hija pequeña y no puede evitar tener celos.
Lo que daría yo por tenerla.Aún me acuerdo cuando era pequeña, cuando hacíamos recetas, mejor dicho lo intentábamos. La extrañaba. Tenía tantos recuerdos presentes con ella que me resulta difícil no acabar llorando en mi cama.
Me quedé mirando un poco más de lo necesario y tan pronto cuando se dieron cuanta me miraron extrañadas. Yo claramente incómoda, me puse un poco roja, carraspeé y me apresuré a decir algo.
-Y-yo, l-lo siento mucho, no era mi intención, lo siento.
-No pasa nada, pero, ¿estás bien?
-S-si, no se preocupe gracias, y de verdad lo siento.
-Descuida.Me sonrió, y para cuando me di cuenta ya tenía que bajar.
Y... maldición, ya había empezado a llover, y fuerte.
Lo que me faltaba. Esto no podía ir a peor.
Sin paraguas y sin nada.Eso es, sin miedo mujer, tú puedes.
Nada más bajar del autobús empecé a correr como una loca.
Por suerte mi casa estaba cerca.
A unos cinco minutos andando.
Pero corriendo, creo que batí mi récord sin duda alguna.Estaba a punto de abrir la puerta de atrás, ya que siempre estaba abierta, supuestamente... pero ese día decidieron que todo tenía que ir en mi contra.
Por eso, cuando intenté abrir la puerta, sorpresa. Estaba ce-rra-da.
Pues si que podía ir a peor, ¿para qué diría nada?Que bien.
Maravilloso.
Espectacular.Solo había una forma de entrar, y adivina.
Era entrando por el estudio de música de mi madre.
No podía, era incapaz. Pero no me quedaba otra. Ya que mi padre estaba con Oliver viendo la televisión y no me escucharían a causa de la tormenta.Solo me quedaba una opción.
El estudio de mamá antes había sido un garaje, pero decidió usarlo para lo que más le gustaba. La música.
Ella me había enseñado a tocar casi todos los instrumentos, pero el que más me gustaba era el piano.
Siempre me decían que había aprendido a tocar el piano antes que andar, hablar e incluso a escribir.
Adoraba tocarlo, sentir cada nota, poder crear infinitas melodías. Me apasionaba.
Mi sueño desde pequeña era ser una gran pianista famosa.
Aunque también me gusta cantar mientras toco.
Todo lo que tenga que ver con la música me encanta.Pero... desde que había fallecido, no me atreví a nada, a tocar ni a cantar.
Ahí estaba, enfrente de un sitio en el que había pasado muchas horas, aprendiendo y divirtiéndome con mi mamá.
En cambio está vez seria diferente, al abrir la puerta, ella ya no estaría ahí, esperándome con los brazos abiertos.Pero ya no había vuelta atrás.
Lentamente abrí las puertas, y allí, en frente mío, estaba aquel piano en el que tanto había tocado, ahora cubierto por una tela de color gris claro.
Fue ver el piano y ver todos y cada uno de mis recuerdos.Me acerqué, lentamente fui quitando aquella tela. Pude notar un nudo enorme en mi garganta.
También noté como mis ojos me empezaba a arder.Me senté, levanté la tapa y acaricié las teclas.
Pero... no fui capaz.
Cerré de golpe la tapa, me levanté ya con lágrimas descendiendo por mí rostro.
Pero no me importó lo más mínimo, solo tenía ganas de llorar hasta cansarme y finalmente quedarme dormida.Por una vez quería ser fuerte, ser valiente, poder pasar página y seguir con mi vida lo más normal posible, poder levantarme y no echarme la culpa por el accidente, no sentir ese dolor, esa culpa que me atormentaba día tras día.
¿Era tanto pedir?
Subí por unas escaleras para llegar a la parte superior del garaje.
Allí estaban todos los instrumentos que mi madre compraba de cada país. Los había de todos los sitios, desde Alemania, México, Rusia, Afganistán, África, Palestina, Ecuador, Panamá, Hawaii... de todos los sitios posibles.Le encantaba viajar, pero cuando yo nací dejó de hacerlo tanto, incluso viajé con ella a muchos lugares, pero al ser tan pequeña no me acuerdo, lo único que tengo son fotos y algún recuerdo, en este caso, instrumentos. Pero cuando tenía cuatro años, me llegó la mejor noticia del mundo, había nacido mi hermano Oliver, y ahí si que nuestra madre dejó de viajar definitivamente.
Quería estar con nosotros lo máximo posible, aunque eso significara dejar de hacer lo que más le gustaba, viajar.
Mi madre siempre me había dicho que lo mejor que le podía dar la vida ya lo tenía, y esos éramos mi hermano y yo.Unos minutos después decidí bajar.
La planta baja no era muy grande: suelo de madera porcelánico gris, paredes blancas, en el centro, una alfombra redonda de color blanco, en frente una ventana y enfrente el piano, para ser exactos un piano Yamaha de cola
color negro. A la derecha un sofá de color gris oscuro, al lado una mesita de color blanco. En el techo una lámpara colgante de color negro. En las paredes no había nada, solo había una guitarra al lado del sofá, unos posters de alguna banda pegados en la pared detrás de este.
Al otro lado, a la izquierda, había una mesa no muy grande, encima de él había un radio caseta con algunos discos al lado.Era bonito, pero ahora se sentía vacío, ya no me resultaba tan acogedor como antes.
No podía estar ahí más tiempo, así que rápidamente me fui.
Conectaba con el recibidor de la casa, y así lo hice, sigilosamente entre en casa y me encerré en mi cuarto para evitar que me vieran, pero sobre todo para que no me preguntaran.Me quité las zapatillas y cogí un pequeño cuadro que reposaba en mi cómoda.
Era una foto donde salíamos mi madre y yo. En esa foto tendría unos trece años, ahora tengo dieciséis añitos.
Una cría lo sé.
No tengo dieciocho como en casi todos los libros donde la protagonista narra su trágica historia y de cómo acabó, si con sus hijos y casada con el amor de su vida... qué se yo.Me quedé mirando la foto, y cómo no, acabé llorando. Después me cambié, me puse mi calentito pijama de algodón blanco. Me acosté y casi de inmediato me quedé dormida.
Lo siento mucho mamá, ojalá pudiera volver al pasado, hacer y decirte todo lo que no hice. Lo siento muchísimo, te quiero.
Vuela alto, y por favor, cuidanos a todos allá donde estés.
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La niña del piano [BORRADOR]
Random🖤🖤🖤🖤🖤🎵🕯️🖤🖤🖤🖤🖤 ¿Es posible expresarse con un instrumento? ¿Es posible cambiar el mundo? ¿Es posible que sienta que pueda volar? ¿Es posible que exista la magia? ¿Es posible que los sueños se cumplan? Olivia, una chica a la que desde peque...