Miedo de sentir

10 4 1
                                    

-¿Y...?
-Olivia, la señorita Reynolds y yo, te hemos visto actuar ahí arriba.
Eres increíble, nunca había visto algo así, tienes mucho talento.
-Eres una joya, Olivia, una joven, como dijo la directora, con mucho talento y muchísimo potencial. Creo que cualquier cosa que te propongas, lo conseguirás. Eres única.
-Gracias.
-Por eso queríamos hablar contigo... ¿cierto, señorita Reynolds?
-Cierto.
-¿Y bien?

Las dos se miraron, generando cada vez más tensión.

-Hemos pensado, que quizás, si tú quieres, claro...
-Eso, solamente si tú quieres...
-¡¡Podrías ser la artista representante del Instituto Panteras Negras!!
-¿No te gustaría?
-Todos te conocerían, y poco a poco, podrías, con tu talento, tocar en algún bar o así.
-Lo que nos interesa es que antes de cualquier evento del instituto darte cierta publicidad, para que la gente te vaya conociendo.
-¿Para que?
-El instituto vuelve a apuntarse en un concurso de talentos.
-Sí, cada cierto tiempo, varios institutos se enfrentan, demostrando sus diferentes y asombrosos talentos ocultos. El ganador recibe 100.000$.
-Guau, eso es muchísimo.
-Y la verdad es que ese dinero nos vendría muy bien para nuestro instituto.
-Ya veo...
-Entonces, ¿te apuntas?
-Emm...

No estaba nada segura, no me veía ganando 10.000$ por tocar el piano y cantar. No sería capaz.
Pero me lo habían ofrecido, así que tan mala no podía ser, ¿no?

Así decidí darme una oportunidad a mí misma. ¿Por qué no?

-Claro, me encantaría.
-¿Enserio?
-Si no quieres... lo entendemos, no queremos que hagas o te sientas forzada a hacer algo qu...
-¡No! Para nada, me encantaría, de verdad. Sería un honor.
-¡Genial, así me me gusta!
-¡¡Te lo dije directora, lo sabía!!
-Ejem...
-¡Ah, perdón, perdón, lo siento... culpa mía, la emoción supongo!
-Si, ya, ya...
-Jajaja.
-Bueno... en ese caso, avisa a tu padre y mañana a primera hora pasa por mí despacho, los dos, me gustaría hablar con vosotros.
-Claro.
-Y después, si todo va según lo previsto... te presentaríamos la semana que viene en San Valentín, después de las actuaciones. Con tu solo.
-¿Puedo tocar también el piano o solo canto?
-Como quieras, aunque creo que a la señorita Reynolds le encantaría verte tocar también.
-Como quieran.
-Seria maravilloso Olivia.

Después de eso las dos se fueron.
Cuando estuve sola medio mundo vino corriendo hacia mi, suerte que llegó Diego a salvarme.

-¡¡Livvie, por aquí, correeee!!

Salimos corriendo por la salida. Cómo las clases habían terminado pudimos ir hasta las gradas sin que nadie nos pudiera decir nada.

-Gracias Diego.
-Descuida... ¡¡MENUDA ACTUACIÓN!! Fue espectacular, increíble, maravillosa... no sabía que lo hacías tan bien.
-Hacía mucho que no tocaba...
-Pero lo has hecho increíble Livvie, si yo fuera tú, no pararía nunca.
-No es tan sencillo..., si algo te hunde, es complicado salir de ahí.
-Entiendo.
-Cuando murió, mi mundo se hizo gris, caí en una grieta. Sentía que no podía salir, era asfixiante.
-Eres muy fuerte...
-Pero, mira, mira dónde estoy. Creo que al final valió la pena.
-Estas sanando Livvie, poco a poco, sí, pero lo estás haciendo.
-Y pensar que hasta hace poco solo podía ver el pasado, no podía mirar hacia delante, me daba miedo. Pero por eso he tocado, para recordarla.
-Tenías miedo de olvidarla, es normal, a todos nos pasa. En cambio, desde mi punto de vista es una lección de vida.
-¿Por qué lo dices?
-Porque te enseña que nada ni nadie es para siempre. Que es un tema, el cual la gente prefiere no hablar, aunque es inevitable que pase. La muerte aunque sea dolorosa, es la que le da sentido a la vida. Y que por encima de todo, es real. Que nos pasa a todos, no solo al vecino, ¿sabes?
-Sí..., tienes muchísima razón. Aunque, creo que también te enseña lo que es el vacío, el vacío que te puede dejar una persona a la que amabas. Aprender a vivir con ese dolor, a darle un sentido, acorgerlo. Convertirlo en..., aprendizaje, coraje, arte o como quieras llamarlo. ¿Me sigues? Obviamente no va a dejar de doler, de ser un sufrimiento o un lastre... Por eso creo que la muerte también es necesaria en la vida. Cómo el sol y la luna, como el mar y la arena, como el blanco y el negro, el hola y el adiós. Simplemente son necesarios.
-No va a dejar de doler por mucho que queramos. No lo podemos cambiar. En eso tienes mucha razón.
-Son cosas que con el tiempo aprendes, porque yo al principio no lo veía así. Lo veía como un pozo negro. También me sentí como la música sin voz..., la soledad. Junto el miedo, la angustia y el dolor. Cómo un maldito huracán de emociones.
-Eres más interesante de lo que pareces.
-A mi me gusta tu forma de ver las cosas.

Estuvimos hablando media hora más hasta que Diego se levantó de golpe y me tendió su mano.

-Hablar está bien, ¿pero no cres que es hora de celebrar?
-Jajaja, vamos anda.

Fuimos a un parque de atracciones que quedaba a unos 20 minutos. Nos lo pasamos de maravilla. Después subimos hasta el mirador ya que nos habíamos mareado en la montaña rusa. Diego decidió reservar una mesa en un restaurante que quedaba cerca, así que avisé a mi papá de que ese día no iba a cenar con ellos, que llegaría tarde, ya que había quedado con un amigo. Cómo aún nos quedaba dos horas decidimos visitar una cascada que nadie conocía, solo los que éramos de la zona, por supuesto.
Cuando nos dimos cuenta ya era hora de ir al restaurante, así que nos fuimos dirigiendo hacia el local.
No era del otro mundo, pero servía para hacer estos tipos de planes improvisados. Una vez sentados, cada uno eligió su comida.
Hasta que en el medio de la cena Diego cogió su vaso de Cocacola y lo elevó.

-Por la artista del Instituto Panteras Negras y futura famosa, que obviamente como amigo suyo y técnico que soy me dejará entradas en sus conciertos en primera fila.
-Jajaja, por supuesto, ¿acaso lo dudabas, amigo mío?
-¡Salud!
-¡Salud!

La niña del piano [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora