La despedida...

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Álex se sentó delante, con mi padre, y yo atrás.

No podía dejar de pensar en lo que me había contado.

¿Por qué me lo habrían ocultado durante tanto tiempo?

Papá al notar la tensión encendió la radio.

Nadie dijo nada.

******

Álex

Creo que la he cagado.
A lo grande, diría yo.

¿Qué he hecho? Maldita sea.
Por mí culpa Olivia está así.
Por mí culpa ya no cuenta con esas ganas, y a lo mejor la hacen perder.

Mierda, no era el momento. Debí haber esperado...
Pero no lo hice.

*****

Olivia Cáceres

Cuándo llegamos fui directa a mi camerino.
Dejé las cosas y fui a mirar el escenario.

Era grande, muy grande.
Había focos por todas partes, cañones y luces en el suelo.
El fondo era blanco. Podías proyectar lo que quisieras.
Me coloque en el centro y cogí aire.

Había muchos asientos.
Miles de personas me verían.
Pero debía ser valiente.
No me podía echar atrás.

De repente, vi a un chico rubio acercándose por el pasillo que hay entre los asientos.

-Hola, me llamó Stefan. Soy el encargado de que todo esto esté preparado. Necesito que bajes. Estamos comprobando que todo funcione. Ahora vamos a probar el sonido y las luces.
-Ah, claro, claro. Lo siento. Es que quería ver cómo era el escenario. Hoy actúo y me gusta saber cómo es el escenario y esas cosas...
-Ahh, tú debes ser la famosa Olivia Cáceres, ¿o me equivoco?
-Sí, esa soy yo.
-Soy amigo de Diego, el me habló mucho de tí.
-¿Enserio?
-Sí, no para de decirme lo increíble que eres sobre el escenario...
-Emm, pues él me ayudó. Es muy buen amigo, sí.
-Ya te digo...

Álex

Entonces la vi, estaba hablando con un chico, rubio. Notaba a Olivia incómoda, como si no supiera que decir, como si quisiera acabar esa conversación lo antes posible.
Aún no me habían visto.
Me acerqué un poco por el lado izquierdo del escenario.

-Bueno, ha sido un placer poder hablar contigo, pero yo me tengo que preparar. Lo siento, Stefan.
-No te preocupes, ya nos veremos, seguro.

Le guiñó un ojo. Ella  casi corrió hacia el otro lado del escenario. El tal Stefan se empezó a reír mientras se daba la vuelta, ¿fumando?.
Qué asco de tío.

Olivia Cáceres

Pero, ¿quién era ese tío?
En fin... Lo mejor es pasar de él y poner distancias, por si acaso.

Casi me eché a correr al salir del escenario.

Quedaba una hora para que empezara.
Yo iba de última.
Qué bien.

Decidí prepararme.

Para la ocasión había decidido tomar prestado un vestido largo precioso de mi madre. Junto con unos tacones y unos guantes.
Decidí llevar el cabello suelto.
Me maquillé y cuando quise darme cuenta, ya estaba lista.

La niña del piano [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora