Magia

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Mientras que esta semana me iba a lucir en el bar Media Luna, entrenaba en el colegio para el concurso.
Con la ayuda y el apoyo de la directora, la señorita Reynolds y mi familia, yo me enfrentaba a mi mayor miedo.

Actuar de nuevo en el escenario.

Hoy tenía clase con la profesora de música.

-Hola cielo, ¿cómo estás?
-Hola señorita Reynolds, estoy bien, gracias, y usted?
-Me alegro, yo estoy bien. Ah, por cierto, puedes tutearme. Eso sí, solamente aquí, cuando estemos a solas.
-Claro, claro...
-Espero que estés lista..., porque hoy nos vamos a centrar en crear la nueva canción. Porque lo demás ya lo sabes todo. Y tenemos tres meses justos. No podemos perder más tiempo.
-¿Puedo escoger el tema?
-Por supuesto.
-Me gustaría cantar sobre..., crecer.
-¿Crecer?
-Sí. -Esbocé una gran sonrisa-. Pero no de estatura. Quiero darle otro significado...
-Mmm, me gusta esa idea. Manos a la obra.

******

18:30
Bar Media Luna.

-Buenas tardes
-¡Olivia!
-Hola, emm...
-Álex, me llamó Álvaro. Perdón que no te lo dijera el otro día, no me di cuenta...
-Bonito nombre Álvaro..., y no pasa nada de verdad, no te preocupes.
-Ay gracias. -Dijo en medio de un suspiro.- Bueno, ya es oficial... ¡¡BIENVENIDA A MEDIA LUNA!! Este sitio lleva exactamente 24 años, pero lo hemos modernizado. También se ha convertido en un hogar para algunos. Cómo para mí, jeje.
Mierda no debería haber dicho eso, ahora pensarás que soy un vagabundo pobre y sin hogar...
-Jajaja. Qué exagerado eres Álvaro...

Di un respingo y miré por encima del hombro de Álvaro.

Se acercaba un chico.

Debía ser de mi edad.
Era alto, pelirrojo, con un pearcing en la oreja derecha. De ojos verdes, con pecas. Era muy guapo. Llevaba unos vaqueros, una camisa verde, un reloj en la muñeca derecha y un gorro del cual se le escapaba algún rizo.

Se colocó al lado de Álvaro, en frente mío, detrás de la barra, apoyando los codos.

-Hey, tú debes ser la nueva, ¿o me equivoco?
-Emm, sí, esa soy yo. Me llamo Olivia, ¿y tú?
-Víctor, Víctor Stewart. Un placer.
-Igualmente Víctor, ¿o prefieres Stewart?
-Aquí cada uno me llama como le da gana, así que, como tú quieras.
-Qué curioso.
-Ajá.
-Bueno..., ven por aquí Olivia. Te presentaré al resto.
-Vale.

Rodeé la barra para poder llegar al otro lado. Álvaro y Víctor me llevaron hasta un pasillo y vi que había un ascensor.

-Tenemos una sala abajo para practicar, ya sabes, para no molestar a los clientes. Es como una trastienda.
-Claro.
-Una vez dentro sujétate. El ascensor no es que sea el mejor. Pero tranquila es normal, no pasa nada.
-Vale...

Nos subimos al ascensor. Me sujeté. Víctor pulsó el botón de abajo y el ascensor dio una fuerte movida y empezó a bajar.
Ahora lo entendía.
Después fue normal, todo bien.
Cuando llegamos a nuestro destino las puertas se abrieron torpemente.
Al salir, lo primero que vi, fue un sofá gris y delante unos soportes para los micrófonos, una batería, y dos guitarras: un bajo y una eléctrica.
Las paredes eran blancas.
Había fotos colgadas. A dos de ellos los reconocí. Eran Víctor y Álvaro. Con ellos aparecían una chica, tres chicos jóvenes y un señor mayor, de unos cincuenta años. Parecían felices, como una familia.

-Bueno, bienvenida al Shelter. Aquí cada uno hace lo que quiere, cuando y como quiera. No hay normas.
-Pasa de Víctor. Te irá mejor. Pero sí, bienvenida al Shelter. Ponte cómoda, estás en tu casa.
Voy a avisar a los demás...
-Guau, gracias, está genial...
-¡¡¡CHICOS, ESTÁ LA NUEVA, VENID AHORA MISMOOO!!!
-Tranquila, está insonorizada.
-Vaya, me dejas mucho más tranquila ahora.
-Jaja, qué graciosa es la nueva, ¿no Álvaro?
-Déjala en paz.
-Eso Víctor, déjame en paz.

Me estaba riendo, cuando una puerta situada a la izquierda se abrió de golpe. Saliendo de ella los mismos que aparecían en las fotos de las paredes. Menos el señor.

-¿Qué queréis pesados? Estábamos ocupados...
-Rectifico: nosotros estábamos trabajando, mientras que él estaba jugando a sus videojuegos.
-Pues eso..., ¡ocupado!
-Dios..., cada día me pregunto cómo sigo viva...
-Cada día me pregunto cómo logras ser tan positiva.
-Cállate, pesado.
-Tan romántica ella.

Negó este último mientras la chica lo fulminaba con la mirada. Y de repente, se dieron cuenta de mi existencia.

-¿Y esta es...?
-Hola a tí también, ya veo que me has echado de menos-.Respondió Víctor con tono burlón.
-Vete al infierno.
-Emm, siento ser aguafiestas. Pero ella es la nueva, Olivia, Olivia Cáceres.
-Un placer conoceros chicos. ¿Cómo están?
-Por lo menos no seré la única mujer aquí, menos mal.
-Olivia, ella es Xana. Xana, Olivia.
-Nunca había escuchado ese nombre.
-Ya.
-Bueno..., ellos son Unai y Julen. Son hermanos.

Me fijé en ellos, me sacaban unos pocos centímetros. Eran de color. Lo que hacía que fueran muy guapos. Prácticamente eran iguales...

-Hola, soy Unai.
-Yo Julen, un placer conocerte.
-Lo mismo digo.
-A lo mejor te cuesta distinguirnos, pero es fácil, Unai tiene un pearcing. Y casi siempre lleva gafas de sol.
-Eso es mentira.
-Verdad.
-Lo que tú digas...
-¿Donde se ha metido Álex?- Pregunta Álvaro.
-Ni idea. -Responde Xana.
-¡¡ÁLEX!!
-¡¡VOY AHORA!!

La puerta se abrió de nuevo. Un chico salió de ella.

Era guapo, muy guapo. Demasiado, diría yo...
Era alto, como Víctor. Tenía los ojos azules, a diferencia de él no tenía pecas. Tenía unas cejas muy bonitas, igual que sus ojos, pestañas y nariz. Sus labios eran gruesos..., y su sonrisa... Era la más bonita que había visto nunca. Su pelo era color castaño, y tenía unos rizos preciosos.


No me había dado cuenta de lo embobada que me había quedado mirándolo hasta que volvió a hablar.

-Hola, soy Álex. Bienvenida. Te advierto, te vas a cansar de nosotros, y mucho...
-Eso ya se verá. Por cierto, un gusto conocerte, soy Olivia, Oliva Cáceres. La nueva.
-El gusto es nuestro. Veo que nos lo vamos a pasar muuuy bien.
-Eso espero.
-Bueno, Olivia, tú escribirás las canciones con Xana, y después la melodía con Álex, Víctor y Unai. Esa es la banda. Julen y yo os ayudaremos siempre que lo necesitéis. Ya que tenemos que servir. Ah, por cierto: Unai toca la batería, Víctor el bajo y Álex la guitarra eléctrica.
-Perfecto.
-Perdón, seguro pensabas que ibas como solista, pero somos una banda. Pero necesitábamos urgentemente una voz femenina y una pianista.
-Ni te preocupes. Así está genial. Me gusta trabajar con gente.
-Marabilloso. Tocamos casi todos los días, aviso.
-Vale...
-Bueno, Julen y yo nos tenemos que ir... Te dejo con los monstruos estos.
-¿Y yo qué?
-Y con la vampira, cierto. Buena suerte novata.
-Sí, gracias, supongo...

La niña del piano [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora