Capítulo 14

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Me acordé de que tenía mejor amiga y que no habia hablado con ella, asique decidí molestar un poco y la llamé


- Holaa

- Hola Eli como estas

- Bieen, al final quedamos lissa y yo

- Sii?? Y que tal, superaste tus miedos de quedar con ella a solas?

- Sii, me lo he pasado como una niña pequeña, ha sido genial

- Me alegro, yo con Martin lo pasé muy bien, todo genial como siempre

- Perfecto, la semana que viene quedamos las 3 el sabado?

- Claro, pero el sábado por la noche y el domingo yo he quedado con Martin

- Vale sin problema


Le mandé un mensaje a Lissa que habíamos quedado con Sara el sábado, genial, pasaron los días todo bien en el súper, no sabia por que pero tenia muchas ganas de que llegase el sábado, Lissa y yo no parábamos de hablar todas las noches, era como hacíamos antes, pero ahora era diferente, lo notaba y no se por que, esa semana tuve que ir a la psicóloga y le conté todo lo que pasó el sábado y domingo y se alegró de que por fin tuviese a una persona que se preocupaba tanto por mi aparte de Sara, llego el tan esperado sábado y habíamos quedado para comer, asique me arreglé pronto y me puse el pintalabios negro que le robe a Lissa, me puse esta vez un pantalón blanco y una camisa negra escotada con un collar que caía justo en mis pechos, me puse la chaqueta de cuero de la moto y me fui hacia el restaurante a las 12:30, cuando llegué ellas ya estaban allí, creo que dejé a Lissa sin habla


- Hola chicas como estáis

- Hola fea, yo bien, pero Lissa de momento petrificada jajajaj

- Oyee, como que fea capulla, yo también te quiero jajajaja

- Eh que yo no estoy petrificada

- Jajajaja si si, lo que tu digas, anda vamos a comer, que tengo hambre

Entramos en el restaurante y estuvimos charlando de como ha ido nuestra semana, resulta que a Lissa le dan vacaciones la semana que viene por un mes al igual que a mí, Sara nos miró mal y no pudimos parar de reír, prometimos ir a verla a su trabajo, me fijé en Lissa por no se que vez en esa tarde, iba preciosa, con un labial rojo cereza que le quedaba impresionante con esa camisa color vino y un pantalón negro que tentaba sus curvas, todo combinaba perfectamente con la trenza que llevaba y esos ojos grises que me miraban como si fuese la persona mas perfecta del universo, me quede mirándola un rato, hasta que Sara me dio una patada por debajo de la mesa y se rió

- Me acompañas al baño Eli?

- Claro Sara, pasa algo?

- Nah, solo ya sabes no me gusta ir sola

- Claro vamos

- Que te pasa con Lissa, señora enamorada sin saberlo

- jajajja que dices, Lissa no me gusta

- Elisabeth, te conozco más que tú, es evidente que te gusta, y por lo que puedo ver, tu a ella también

- Que dices, no digas tonterías

- Tu has visto como te devora con la mirada cuando te has bajado de la moto y ahora en la comida, estaba más pendiente de mirarte a ti, que de lo que estaba comiendo, que pasó ese fin de semana? Por que antes le pasaba a ella solo, no paraba de mirarte como si fueses una diosa, pero ahora, chica, te devora con la mirada, como si no pudiese pasar un minuto sin respirar a tu lado

- Loca, no pasó nada, solo pasamos el sabado y el domingo juntas, vimos pelis, y puede ser que le haya visto su lado mas niña, me ha ayudado a peinarme y maquillarme, hemos dormido juntas y tal – le conté un poco por encima lo que pasó

- Le gustas y ese finde no te besó por que quiere respetarte y darte tu tiempo a que seas tu la que de el paso, por que no está segura de lo que le pasa y has pasado por tanto que no quiere presionarte

- No creo jeje, bueno vamos a volver no? Que está solita en la mesa

- si vuelve con tu enamorada, no vaya a ser que se sienta solita

MusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora