Capítulo 17

19 2 0
                                    


Nos fuimos a la cocina a preparar la masa de la pizza, metimos la pizza al horno y cuando nos pusimos a recoger a la señorita se le ocurrió tirarme la harina encima, así empezamos una pelea con harina que solo acabo, con ella apoyada en la encimera rogando perdón y yo delante de ella con un puñado de harina en la mano


- Tienes idea de lo que hiciste?

- No Eli para por favor - Le puse la mano con harina a un lado y con la otra le agarré la cadera y la pegué a mi cuerpo para que no huyese, ella puso sus brazos en mi cuello, nuestros corazones estaban en sintonía, podía notar cada centímetro de su cuerpo tensarse al tenerme tan cerca, susurrando comenté

- Te parece razonable el estar cocinando y lanzarme harina a la cara por que si?

- Es que me ha parecido gracioso – entonces le lancé la harina desde el pelo

- Es gracioso?

- Un poco, ahora ya estamos en paz


Nos pusimos a reír y con una mano le acaricié la mejilla y ella me miró fijamente, con los ojos más brillantes de lo que nunca había visto, no se si me voy a contener mucho más como siga mirándome de esa manera voy a acabar besándola, todo el cuerpo me pide besarla, estamos tan cerca que soy capaz de escuchar sus latidos y como su pecho sube y baja con mis caricias, y encima ella me mira de una manera que no puedo describir, es devoción absoluta.


- Eres consciente de lo hermosa que te ves riendo?

- No soy hermosa Eli, no entiendo como hemos llegando a este momento, por que no sabes cuanto tiempo soñé el tenerte aquí a mi lado riendo juntas, por que aunque no lo puedas creer nunca quise nada de lo que te pasó, por que siempre quise hablarte y conocerte y ahora que lo tengo, no se como reaccionar ante un sueño hecho realidad – me dijo esto con lagrimas en los ojos

- Si lo eres, eres hermosa Lissa, no me arrepiento nada de haberte dado una oportunidad de explicar todo lo que pasó y de verdad que siento que hayas pasado por lo que Kira te hizo pasar, y ahora estamos aquí juntas, quien diría que un día íbamos a estar tu y yo, en tu casa, cocinando pizza y jugando como dos niñas pequeñas con harina  – La vi mirarme los ojos y bajar a mi boca y suspirar

- No sabes lo mucho que me alegro de que me hayas dado esta oportunidad, por que de verdad Eli, significas muchísimo para mi y cuando me diste la oportunidad de hablar contigo, no dormí en toda la noche... solo por miedo a que me mandases a la mierda, y ahora hablando jugar – miró alrededor – deberíamos limpiar esto – se movió un poco para separarse y empezar a limpiar, pero después de esto no puedo dejar esto así como así, encima me mira con los ojos grises en fuego, así que antes de que ella pudiese escapar le agarré de la nuca y afirme el agarre en la cadera y la acerqué a mi boca rozando sus labios con los míos y fue entonces cuando la note contener la respiración y mirarme fijamente – Eli – La besé, no me podía contener mas y todo mi cuerpo estallo en un millón de sensaciones, incluso sentía mi piel arder, y aunque al principio no respondió, no tardó ni medio segundo en responder, y fue entonces cuando note como si volviese a respirar, fue un beso lento, note como me seguía el ritmo, yo le acariciaba la mejilla despacio y fue entonces cuando note que ella estaba llorando, me separé preocupada

- Que pasa, que hice mal? No te ha gustado? la he cagado? Lo mismo es mejor que me marche, lo siento de verdad – Me iba a ir pero entonces me cogió de la mano, me dio la vuelta y me volvio a besar con mas intensidad que el mio, se separo y apoyó mi frente en la suya y dijo algo que terminó de matarme.

- Me gustas muchísimo Eli, no sabes lo que acabas de hacerme por dentro, gracias por ser tu y por haberme dado uno de los mejores recuerdos de mi vida


La volví a besar y el maldito horno nos recordó que teníamos una pizza en el, pero, antes de cenar, había que limpiar esto y limpiarnos nosotras


- Creo que hay que limpiar esto y limpiarnos

- Ve tu a ducharte primero, que estás peor, ya recojo yo que encima es mi casa.

- No, te ayudo a limpiar y hay dos baños en esta casa no?

- Si, así es más rápido

Recogimos todo lo más rápido posible y nos metimos a la ducha, cada una en un baño, malpensados, en un momento estábamos las dos duchadas, pero había un problema, mi ropa? Que narices me pongo, asique salí del baño con la toalla envuelta en mi cuerpo y ella estaba esperándome fuera para cenar

- Lissa me prestas algo de ropa

- Ah si, no había caído ten

- Gracias, ahora vuelvo – Antes de poder entrar en el baño de nuevo me besó fugazmente y me miró de arriba abajo

- Te espero en la cocina

- Vale

MusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora