Capítulo 22

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Bajé los besos a su cuello y la escuché suspirar y esa fue la señal para coger sus piernas y cargarla para llevarla a la cama, mientras yo continuaba con los besos por su cuello, la recosté en la cama con el albornoz abierto, y se lo quité al igual que el mío dejándolos en el suelo, la miré, era la vista más bonita que había tenido nunca, verla así me encendía más, subí por su mentón para darle un beso en los labios, pero antes vi que estaba con los labios entreabiertos y el pelo cubriendo parte de las sabanas blancas, sus ojos transmitían un fuego inexplicable, la bese y me subí encima de ella uniendo nuestras caderas, baje los besos a su cuello escucharla gemir era música para mis oídos, baje con besos húmedos hacia sus pechos, jodida maravilla de mujer que tenia debajo de mi, metí uno de sus pechos en mi boca y el otro lo estimulé con la mano, volví a subir a su boca al escucharla susurrar mi nombre, la bese despacio, y susurré – escuchar mi nombre salir así de tus labios es una jodida maravilla – Volvía a bajar a sus pechos y me entretuve un poco con ellos, mientras con la otra mano, acariciaba su abdomen, cuando terminé con sus pechos, bajé un poco y dejé un rastro de besos hasta sus piernas, mordiendo levemente su muslo, y abriendo un poco sus piernas, mordí la zona interior de su muslo y subí a su monte de venus, la escuché suspirar y contener un gemido cuando mordí un poco por encima sus labios, subí hacia su boca – Cariño hazme el favor de no contenerte más necesito escucharte – Volví a bajar y esta vez lamí despacio su clítoris y ahí estaba la música para mis oídos, jugué con mi lengua en su clítoris y moví un poco los dedos en su entrada, totalmente empapada, la miré y metí un dedo dentro de ella, la escuché gemir, extasiada por ese sonido, metí otro y jugué con mi lengua en su clítoris, mientras metía y sacaba los dedos dentro de ella, que gemía sin parar, diosa en todas sus formas, aumenté el ritmo de mi lengua y sentía que ella se iba a venir, saqué los dedos de dentro y puse mi boca cubriendo todo su centro, introducí mi lengua y noté como se corría dejándome probar todos sus jugos, en vez de parar cuando se corrió seguí chupando y estimulando su clítoris hasta que por segunda vez en esta noche se corrió, gimiendo mi nombre, subí con besos hasta su boca – eres una maldita diosa, tu manera de gemir mi nombre, de agarrarme la cabeza para que continuase ejerciendo esa presión, eres arte mi amor – La bese lento y antes de que pudiese darme cuenta estaba debajo de ella con su boca en mi cuello, acariciando todo mi cuerpo y bajando hacia mis pechos, chupo, lamió y jugó con ellos como quiso y evidentemente gemí su nombre, besó cada parte de mi cuerpo, susurrando lo bonita que le parecía, bajo con delicadeza a mi centro, y antes de hacer nada me miró ardiendo de placer, recorriendo con su mirada todo mi cuerpo – Puedo cariño? – claro que puedes – y fue cuando empezó la mejor noche de mi vida, succionó mi sexo despacio, haciéndome gritar su nombre cuando metió dos dedos mirándome a los ojos y cuando creía que por fin me iba a correr, aminoró el ritmo, para poner su boca en mi centro y penetrarme con ella y sus dedos al mismo tiempo, me corrí en su boca gritando su nombre, subió a mi cuello y mordió y chupo como quiso, dejando alguna que otra marca, me miro

- Te ha gustado mi amor?

- Claro que me ha gustado

- Pues quiero que te corras mirándome a los ojos mi vida.

- Y yo quiero hacerlo toda la noche contigo, asique, no te preocupes que me correré mas de una vez mirándote a los ojos, solo si me prometes correrte conmigo.

- Pf mi niña, por supuesto que me voy a correr si solo con mirarte ya haces maravillas en mi interior, vamos a llegar juntas a este, te parece?

Se puso encima de mi, mirándome fijamente a los ojos y puso mi mano en su centro, poniendo la suya en el mio, nos tocamos mutuamente, besándonos, gimiendo nuestros nombres, en la habitación solo se escuchaba el sonido de nuestros dedos saliendo y entrando de nuestros centros y nuestros labios besándose cuando no gemíamos nuestro nombre la miré a los ojos – Juntas por favor – Me miro – me queda muy poco y como sigas mirándome así no voy a aguantar mucho mas – La miré con intensidad y aceleré mis dedos, dándole mas fuerte y con la otra mano estimulando su clítoris, ella me miraba gimiendo mi nombre, y sentía que me iba acercando, por fin nuestro esperado clímax estaba cerca, la besé – Lissa me voy a correr dentro de poco, mirame por favor – Me miro ardiendo en deseo y nos corrimos juntas mirándonos y gritando nuestro nombre, se tumbó un momento encima de mi, notaba como subían y bajaban nuestros pechos.

- Te amo

- Y yo a ti Eli

Hicimos el amor varias veces esa noche, demostrando todo lo que teníamos reprimido, nos dormimos abrazadas

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