-Hola corazón
-Hola fea, dime que pasa
-Tenias razón, creo que estoy enamorada de Lissa, nos hemos besado – escuché un grito
-JA LO SABIA
-Oye no me grites
-Le has pedido salir?
-No, por que no se que hacer, pasamos todo el domingo y el lunes juntas y el domingo la besé hoy estuvimos todo el día con besos, caricias y risas, jo
-La amas de verdad, quien me lo iba a decir, que al final iba a ser cierta mi sospecha desde hace meses
- como?
- Pues que lleváis unos meses muy raras las dos, pero esta ultima semana, ha sido mas hardcore
- y eso por que yo no me he enterado ?
- Es que Eli cariño, te cuesta más darte cuenta de las cosas... pero te digo que yo quiero que empecéis a salir, no te estires la vida en pedirle de salir, por que no me puedes tener así
- poco a poco, tampoco quiero forzar las cosas
- Bueno a tu ritmo, pero no te cierres a nuevas experiencias, te quiero y anda ve a dormir, que seguro estas cansada de estas con el amore de la tua vita
- jajaja idiota, pero te quiero, ya te contaré mañana tengo psicologa asique hasta el miércoles no la voy a ver
- bueno A ver que te dice tu psicologa, por que tu ya estas muy bien, solo comentale el tema que me has dicho antes, de que te da miedo de que te vean como eres, tus cicatrices y tus cosas
- eso ya lo sabe, estamos trabajando en ello, me dijo que tengo que mostrarlas con orgullo
- exacto y si se las muestras a Lissa y ella no es capaz de amarlas... cosa que no creo corazón, entonces no sería la indicada.
- Ella ya las ha visto en el gym.
- Entonces cual es el problema?
- Que no es lo mismo, no tiene ni punto de comparación, ahora ella me gusta.... y pues me da vergüenza
- Pero amor, si ella ya te ha visto... y se ha enamorado de ti, ya sabe la carga con la que vas, te va a querer con o sin cicatrices.
- Tienes razón, pero mañana se lo diré a la psicologa a ver que piensa ella.
- Buenas noches
-Buenas noches
A la mañana siguiente me fui a la psicologa y efectivamente ella me dijo que si Lissa ya me ha visto las cicatrices y no le ha molestado el enamorarse de ti, es por que me quiere, y va a querer las cicatrices casi más que a mi, bueno pero que si quiero ir poco a poco estoy en mi derecho, despues de lo que he pasado. Me fui pensado en eso y cuando llegue a casa Lissa me estaba esperando en la puerta con un ramo de rosas, dios mio la puedo querer mas, sin dudarlo me fui directa a su boca para saludarla y fue entonces cuando me di cuenta de que era esto lo que merecía, que solo había venido a darme el ramo, que tenia cosas que hacer con su madre, pero que como sabia que tenia psicologa, se ha esperado fuera de mi casa para dármelo Me pasé toda la tarde mirando el ramo y dibujando la sonrisa con la que me ha recibido y dado el ramo, por la noche me llego una llamada y la cogí
- Hola preciosa
- Lissa amor, que tal con tu madre
- Genial, me ha preguntado que por que llevaba esa cara de idiota, pero no te preocupes, no le dije nada, solo que estaba muy feliz, por que estabas superando tus miedos
- owww, tu madre te pregunta por mi?
- Todos y cada uno de los días
- Vaya, parece que le caigo bien
- Mira, no para de preguntarme que si eres mi novia, por que no paro de hablar de ti
- Vaya, bueno ya tengo un punto más a favor, para que si te lo propongo me digas que si.
- Cariño, te diría que si aunque mi madre no supiese de tu existencia, por que se que siendo como eres, le vas a caer bien, por que eres un amor de persona
- Me lo apunto
- Bueno mi amor, nos vemos mañana en el gym?
- Claro, a la hora de siempre.
Al día siguiente en el gym todo bien, estuvimos con Sara, que evidentemente sus miradas no eran del todo sutiles, me mando luego un whatsapp cuando acabamos por que fui a mi casa a ducharme y arreglarme que nos íbamos a comer fuera, se venia Sara con nosotras, entraba a trabajar a las 5, asique le daba tiempo, me dijo, tu has visto como te miraba el culo la descarada. Después de comer y divertirnos un rato juntas, Sara se fue a trabajar y Lissa y yo a dar una vuelta, quien dice a dar una vuelta dice a comernos la boca y luego fuimos a los recreativos, le conseguí un pingüino de peluche en una maquina de tiro con arco, y cuando se hizo de noche nos fuimos a su casa, habíamos dicho que me quedaría yo a dormir hoy (solo dormir), cuando llegamos ella se fue al baño a ducharse y al salir yo ya tenia el pijama de la otra vez puesto
- Que te apetece cenar? – le abrace de la cintura.
- Me apetecen tus labios – la bese lento
- Y si cenamos mis famosos nachos?
- Cuales son esos
- Vamos y te muestro
Hice mis nachos, con su ayuda y con unos cuantos besos que me des concentraron, me quedaron buenísimos, casi tanto como la chica que tengo a mi lado.
ESTÁS LEYENDO
Musa
RomanceElisabeth nunca imaginó en volver a verla Ella no se imaginó todo lo que llevaría esto