𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐫𝐞𝐧𝐭𝐚

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🤍✨ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏɴ ɪɪ/ɪɪ✨🤍
⚠️ᴄᴏɴᴛᴇɴɪᴅᴏ ᴀᴅᴜʟᴛᴏ⚠️

┏━━━━━━୨♡୧━━━━━━┓ᴊᴜɢᴀᴍᴏꜱ ᴀ Qᴜᴇʀᴇʀɴᴏꜱ┗━━━━━━୨♡୧━━━━━━┛

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ᴊᴜɢᴀᴍᴏꜱ ᴀ Qᴜᴇʀᴇʀɴᴏꜱ
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Era día lluvioso, y yo amo los días lluviosos, me gustaba estar en casa envuelta en una manta, tomando chocolate caliente mientras veía una que otra, pero, no siempre era posible, puesto que por lluvia no podía faltar al trabajo.

Deje el labial en cuanto acabe de pintar mis labios, acomode el lazo que sujetaba la mitad de mi cabello antes de contemplarme en el espejo por última vez. Me limite a utilizar lo mínimo de maquillaje, iba bastante sencilla, y no solo en eso, también en mi vestimenta; llevaba pantalones negros de telas y un suéter blanco, y dentro de una bolsa deje unos botines blancos, no podía ir con ellos puestos.

Salí del baño y tomé la pequeña mochila negra para dejar mis pertenencias, me puse mis botas para lluvia de color rosa pastel, luego mi impermeable blanco con los bordes igualmente de rosa pastel, aparte tenía grabadas muchas florecitas rosas y amarillas que le daba un aspecto lindo. En la salida tome el paraguas transparente y me anime a salir ya, si no llegaría tarde.

Mientras bajaba por el ascensor revise mi teléfono, un mensaje de Robert llego a mi buzón de notificaciones, y sin pensarlo lo abrí para leerlo.

Robert Clayton: Buenos días solecito, no he dejado de pensarte y quería saber cómo estabas.

No quería, pero una leve sonrisita se expandió en mis labios, era lindo, eso me encantaba.

En vez de solo un texto, salí de su chat y abrí la cámara frontal de mí teléfono, me tome una fotografía y la mire un momento antes de pulsar compartir y rápidamente seleccione su contacto en la opción rápida, sin embargo, había un detalle... No lo presione a él, si no al señor gruñón.

Entre a mensajería para comprobar mi error, y efectivamente ahí estaba. Maldije por lo bajo mil veces; la puerta del ascensor se abrió, pero mis pies estaban inmóviles, escuche a alguien decir buenos días, a lo que murmuré algo que ni yo misma comprendí, ni siquiera me preocupe en ver de quien se trataba hasta que escuche su pregunta:

— ¿Te quedas aquí?

Las puertas cerraron, por lo que daba igual, respondí con un "sí" antes de volver a pulsar el botón.

¿Era nuevo aquí? Nunca lo había visto, usualmente no suelo toparme con los inquilinos de este lugar, pero eso no significa que no los conocía, y la cara de este muchacho no me suena de nada.

Su mirada cayo en la mía, tenía unos ojos cafés bastante claros, su cabello tenía una tonalidad castaña y era liso y corto, llevaba barba, pero no mucha, su estatura es alta, su tono de piel era canela, aunque no tenía sobre peso su estilo de cuerpo es esbelto, más bien daba la apariencia de ser fuerte.

Lujuria [Libro 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora