Capítulo 6

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Pasamos horas y horas disfrutando de el cuerpo del él otro. Nuestra naturaleza nos estaba exigiendo procrear. El calor de apareamiento fue creado exclusivamente para eso, mantener a nuestra especie con vida.
Luego de varias repeticiones de consumación, Oleg acepto el darme un espacio para descansar. A pesar de que yo todavía sentía la necesidad de ser llenada.
Decidimos que lo mejor era que yo durmiera pero con Oleg aún en mí interior. El hambre se iba pero el calor seguía ahí, desperté muchas veces en medio de la noche gritando por un abrazador orgasmo que invadía todo mi sistema.

Por supuesto que Oleg también sufrió los mismos percances y en el último que tuvimos me dejó recostada en su pecho. Yo sobre él.

Estaba a pocas horas de que amaneciera pero tras el último ataque de excitación que tuve, no pude seguir durmiendo. Mis pechos comenzaban a doler y en mi frente perlaban las gotas de sudor.
Estaba desesperada por las atenciones de Oleg pero él estaba profundamente dormido y por supuesto no quería despertarle.

Mi necesidad fue aumentando según pasaban los minutos y en cualquier momento sentía que podía hecharme a llorar por el dolor.
Así que, muy cuidadosamente, comence a moverme con Oleg enterrado muy profundo dentro de mi.

Mi respiración se hizo más rápido y mis gemidos más sonoros pero realmente no me importaba, estaba tan cerca de encontrar la liberación que el ser detenida fue como si me lanzarán agua fría directo al rostro.

-Comienzas sin mi, Loba. ¿Porqué?.- Preguntó entre molesto y extrañado.

-Lo necesitaba pero no quería despertarle.- Mi mirada cayó avergonzada y un rubor tiñó mi rostro de un rojo muy brillante.

-Yo estoy para complacerte, Loba. Tu estas para complacerme. No me niegues mi liberación y yo no negaré la tuya.- Exclamó serio.- O la próxima vez no permitiré que llegues.

Quizá en otro momento su amenaza no hubiese sonado dura, pero justo en ese instante hizo que mi cuerpo temblará y que de verdad me preocupara por lo que estaba diciendo.

Tome su rostro en mis manos y dejando de lado mi orgullo, complaci los deseos desenfrenados que agobiaban a mi dolorida loba.

-Por favor, Alpha.- Susurre, viéndole fijamente. Sus facciones se relajaron y una pequeña sonrisa trato de hacerse presente.

-Cómo desees, Luna.- Murmuró llevando lejos aún estando tan cerca.

- - - - -

Luego de yacer juntos toda la mañana, Oleg se despidió y comenzó a ejercer sus obligaciones como Alpha.

Varias horas pasaron en las que su ausencia me agobio a tal punto de querer convertirme e ir en su caza.
Pero mi parte humana y cuerda aún funcionaba.

Trate de despejar mi mente pero todos los rincones de la casa de Oleg me recordaban a el tiempo que compartimos hacia unas horas.
Así que salí de casa sorprendiéndome por que no hubiese nadie custodiando la casa.
Siempre estaban unos cuantos guerreros fuera cuidando a el Alpha y la Luna.

Pronto note que no sólo los guardias estaban ausentes, sino que también el lugar se encontraba en silencio.
Camine un poco más tratando de escuchar algo que me diese una pista sobre donde estaba todo el mundo.

Casi llegando al mercado de la aldea, escuché muchos insultos y gritos en contra de quien sea la persona que se encontraba en medio de toda la gente.

Trate de abrirme camino entre la multitud, algunos me identificaron de inmediato, mostrando su respeto y cediendome el paso.

Pronto fue llegando al centro, haciendo que lo que vi por poco y me hiciese desmayarme.
Oleg estaba condenando a una pobre muchacha, quizá de mi edad, de cabellos rojos y piel pálida. Tenia unos enormes ojos verdes que se encontraban llenos de pánico.

La respiración me falto al ver tal cosa. Oleg hablaba pero yo no podía escuchar nada, de pronto el rostro de la joven palideció, si se puede, un poco más. Su mirada encontró la mía rogandome en silencio que hiciera algo pero yo estaba totalmente inerte, de pie, apenas respirando.

La gran bofetada que Oleg estampó en el rostro de la muchacha me saco de mi limbo, no lo pensé un minuto más y corrí hacia donde se encontraban sorprendiéndome a mi misma por el golpe que le solté yo a él después, provocando que su rostro se girará.

Dioses, ¿Acabo de golpear a un Alpha?

Luna por Elección (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora