Capítulo 4

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Había despertado sola en la cama del Alpha Oleg, todo se encontraba en silencio, solo podía oír los lejanos murmullos de los habitantes en el pueblo. Mi loba aún se encontraba incómoda por el hecho de no estar con su Mate, pero también se encontraba necesitada y excitada.
El calor comenzaría esta misma noche.
Era extraño ya que creía que llegaría en una o dos semanas mas.
Tal vez las atenciones de la noche anterior habían acelerado el proceso.
De solo recordarlo, mi respiración se agitaba y vientre se contraía de necesidad.

Entrar en calor sólo podía me traería algo con seguridad, Un Cachorro.
Un cachorro del Alpha Oleg.
Sorprendentemente la idea no me desagrado por completo.

Me levanté con cuidado, sintiendo mi necesidad bajando por mis muslos.
Mi rostro se calentó por la reacción que estaba teniendo.
Camine hacia el baño y prepare el agua con muchas plantas relajantes y aromas embriagantes.

Estaba por entrar cuando un aullido a lo lejos me hizo sobresaltarme.
Era Oleg.

No le tome importancia ya que quizá podría estar cazando. Entre en el baño y cerre mis ojos, tome todo el tiempo que pude relajando mis músculos y acariciando cada parte de mi.

Al salir, tome un sencillo y cómodo vestido blanco y me dispuse a ir a la cocina cuando Oleg entró con rudeza a la casa, azotando la puerta al cerrarla.

-¿Qué sucede?.- Pregunté girandome de golpe donde el estaba y encontrándome con su mirada furiosa.

-¡Tú!.- Gruño, acercandose a mí.

-Alpha, ¿Qué pasa?.- Mi voz tembló pero trate de ocultarlo. Sus ojos estaban totalmente negros y sus caninos estaban inusualmente más largos.

-Una Luna en calor puede ser detectada a Kilómetros. Tanto amigos como enemigos vendrían a ti.
Una loba en calor embriaga a cualquiera y más una Luna.
Puedo saborear tu necesidad, tienes a mi pueblo desesperado, no tardarán en venir a ti. Asesinare a todo el que venga, pero hoy me darás un cachorro.- Su boca estaba en mi cuello, tan cerca de mi marca, la rozaba con la intención de que mi cuerpo reaccionará a él y funcionaba demasiado bien.

Mi garganta se seco de repente recordando lo que había dicho, todo era cierto. Desde que me transforme he tenido que tener mucho cuidado con los machos a mi alrededor, las lobas son inusuales y una en época de apareamiento los vuelve incontrolables.
Muchos habían querido tomarme a la fuerza como su compañera, pero el Alpha Mijail siempre estuvo ahí para salvarme.
Pero hoy no sería así.

-Alpha, Y-Yo...- Un golpe se escuchó. Oleg me tomo de la cintura y me llevo a nuestra habitación. Me hizo seña de que no hablará y salio.

Rápidamente otro golpe, este mas fuerte y cercano, se escuchó. Gritos y aullidos le siguieron. Mire por una abertura en la pared y lo que observe me dejó sin aliento.

Un enorme lobo negro golpeaba y hería a los otros hombres y lobos que trataban de acercarse a la casa.
Un lobo pequeño gris lo logro y trato de romper la pared para llegar mas rápido a mi pero Oleg se lo impidió golpeando en el costado, dejándolo inconsciente o tal vez muerto.

Poco a poco todos fueron dejando los ataques, solo habia tensión y silencio en el ambiente. El gran lobo negro se transformó dejando en su lugar a Oleg, quien se encontraba desnudo y muy enojado.

-¿Cómo se atreven a tratar de robar a mi hembra?.- El hecho de que no gritara, lo hacía más intimidante.- Huelan, apesta a miedo. ¿Es esto lo que os he enseñado?.- Todos y cada uno de los presentes bajaron su mirada, Oleg tenía mucha autoridad y era muy respetado.

-Alpha, no lo podemos controlar. Por favor, le pido disculpas a nombre de toda la manada.- No sabia quien había hablado pero estaba segura de que fue el Beta, solo él puede dirigirse directamente al Alpha.

-No lo pasare por alto, ella es la Luna, más respeto, manada. Ahora ¡Largo!

Todos se dispersaron corriendo al bosque.
Me senté en la cama y me abrace las rodillas, quería llorar pero me había prometido ser mas fuerte.
Trague el nudo en mi garganta y levante la mirada justo en el momento en el que él Alpha Oleg entraba a la habitación y trancaba la puerta con algunos muebles junto a este.

-Hoy quiero a la Loba.- Sonrió arrancando mis ropas.

-Nunca será tuya.- Susurre más para mi que para él.

Luna por Elección (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora