Capítulo 9

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Aún era de madrugada cuando Oleg me llevo cargada de vuelta a la aldea. En todo el rato que estuvimos recostados ninguno puedo sentir, oler o hasta escuchar a ningún bebé dentro de mí. Estábamos realmente decepcionados, aunque ninguno dijo nada, ambos lo sabíamos, así que sugerí irnos, ya que sentía que si pasaba un minuto más ahí, no me iría jamás, esperando la llegada de un bebé que ni siquiera sabía si en verdad existía o existiría alguna vez.
Nunca creí desear un cachorro con alguien que no fuese mi Mate pero hoy pude ver que si era posible. Ansiaba desesperadamente un cachorro y no entendía la razón.

Tal vez sólo quería complacer a Oleg, tal vez me sentía responsable con la manada, o quizá en realidad lo quería.

Donde vivía antes, con la manada de Mijail, podía ver a casi todas las jóvenes de mi edad, con sus Mates y encinta. Ansiando la llegada de ese lazo que las uniría más con sus parejas. Lloraba casi todas las noches pensando en mi Mate, en lo que pudo haber sido. Hasta que un día Mijail me encontró muy profundamente en el bosque, llorando mi pérdida y me dijo algo que de verdad necesitaba escuchar.

-Galina, no vivas en tu pérdida. Se que es doloroso pero si crees que todo esta perdido, entonces vive del recuerdo. Pero vive, no te mates. Él no lo querría así.

No vivas en tu pérdida, Galina.
Pude sobrevivir con esas seis palabras, esperando a que, lo que sea que tuviesen los dioses para mi, llegara.

Y llegó.

Pero él estaba tan perdido como yo.

Oleg no me dirigió la palabra en todo el camino a casa.

Cuando ya estábamos a punto de llegar, tuve que romper el silencio incómodo que nos invadía.

-No tenías que cargarme.

-Aún tengo la esperanza de que lo lleves, no quiero que te esfuerces.

Sus palabras encogieron mi corazón, me dolia demasiado no poder darle lo que quería.

-¿Aún crees que...?

-Lo creo, Loba. Y si no sucede esta noche, lo hará la siguiente. No me voy a rendir tan fácilmente.

-¿Porqué es tan difícil para ti tener un cachorro?.- Al momento de terminar mi pregunta me arrepentí de hacerla.

El rostro de Oleg se transformó en la viva imagen de la tristeza.

No contesto mi pregunta hasta que estuvimos dentro de la casa, en la seguridad de nuestra habitación.

-Hace muchos años, el padre de mi padre, Uver, insulto el poder de Freyja y a la Luna, ya que no encontraba a su pareja eterna. Todos los dioses se enfadaron con él de tal manera que castigaron a tres generaciones de su familia, incluyendolo a él. Ninguno de nosotros tiene derecho a su pareja eterno por la ofensa que él lanzó hacia la diosa Luna y Freyja.
Y como tu lo sabes, cuando esa persona no es tu Mate, es quizá hasta imposible que puedas procrear. Y yo no quiero dejar a mi manada sin un Alpha, los Vurdalak los asesinarán sin pensarlo y sin mucha dificultad, también. Matarían a los hombres frente a sus familias, violarían a las mujeres frente a los cachorros y a ellos... No quiero ni pensar que harían con ellos.- Su voz se fue apagando mediante iba hablando, un sabor amargo se instaló en mi boca, cada palabra era tan cierta como la anterior.

No supe en que momento comencé a llorar, hasta que Oleg se acercó y limpio mis lágrimas.

Me Sentí muy avergonzada, se suponía que yo tenia que estarle consolando. Así que puse mis manos en sus mejillas y me acerqué para besarle.

Fue un beso increíblemente suave y apasionado, un verdadero beso de amor.

No sabia cuanto tiempo llevábamos sólo así, dándonos esa pequeña e inocente muestra de amor, hasta que un pequeño sonido, nos saco de nuestro trance. Oleg y yo nos miramos a los ojos confundidos, cuando de pronto, lo escuchamos de nuevo.

Se escuchaba lejano, pero era firme y continuo. Un pequeño golpeteo, como cuando, a lo lejos, escuchas el martilleo de un pájaro carpintero, perforando la madera por un poco de comida.

Y lo supimos.

Era un corazón y ese... Ese era nuestro hijo. Nuestro cachorro.

Luna por Elección (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora