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—Hola, Jesús—saludó Rachel, apoyándose en los tocadores frente a Juani y Blas, sentados en las sillas, mirandose a los espejos y dejando a los maquillistas hacer su trabajo—Juani, Blas.

—Hola—saludaron a la vez, mirándola de reojo. Juani sonrió grande en su dirección. Ya llevaban dos semanas grabando y Rachel ya había creado una bonita amistad con Juani y Agustín.

—¿Qué te parece?—le preguntó Jesús García, uno de los miembros del equipo de maquillaje. Realmente la magia del maquillaje y peinado en una película era una de las cosas más importantes. Se llevaban una hora o dos en poder crear esa magia.

—Magnífico—admitió Rachel, admirando el maquillaje en el rostro de Juani. El talento del equipo era inigualable, era increíble como podían hacer qué los actores lucieran quemados, con la piel levantándose y los labios secos

—¿Me veo guapo?—preguntó Juani e hizo una pose exagerada, cómo si modelara, y miró a Rachel, para después los dos estallar en carcajadas.

—Muuuy guapo, Juani

—Oye, Rachel, hay algo que quería hablar contigo—habló Jesús de repente. Rachel lo miró, poniéndose seria y asintió. Ambos le caminaron a una esquina, alejados de los demás actores y personas del equipo.

—¿Pasa algo?—Rachel frunció el ceño, con preocupación.

—No, no. Quería hablarte sobre aquél proyecto del qué tú papá me habló. Hemos estado hablando, le he comentado que sí. Ya hable con Bayona y me dijo que estaba bien pero hasta finalizar este proyecto.

—Ajá, ¿y cuál es el problema?

—Qué tu papá me esta pidiendo que vengas con nosotros, que lo ayudes en el marco creativo.

Jesús García sabía que Rachel y su papá tenían problemas desde hace mucho tiempo, y aunque ya tenían tiempo de no hablar sobre el tema, sabía que aún no estaban bien.

Rachel hizo una mueca, cómo si lo considerará, cuando en realidad sabía que no lo aceptaría. Respiró profundamente, hinchando las mejillas al dejar el aire salir.

—No lo haré, pero si te vuelve a molestar con ello, yo lo arreglo.—sonrió sin mostrar los dientes, casi que forzada. Le palmeó el hombro amigablemente y después lo miró de nuevo—Gracias por decírmelo. Tenemos que terminar de grabar unas escenas hoy, así que estaría bien si terminas de maquillarlos pronto.

Jesús entendía qué era solo su manera de esquivar el tema, de terminarlo ahí y de no tener que mencionar más a su papá. Le sonrió y volvió a su lugar, junto a Blas y Juani, para terminar los retoques.

Juani y Agustín habían visto parte de lo que había pasado, no escuchaban nada pero pensaban qué igual y había un tema entre ellos que no sabían.

Pero no eran los únicos que pensaban qué quizá era un tema entre ellos, algo más relacionado a que quizá estaban saliendo o quizá estaban juntos. Enzo Vogrincic no sabía porqué había visto toda la escena desde que Rachel había llegado a los cubículos de maquillaje, y tampoco sabía porqué su mente no podía dejar de pensar en que Rachel probablemente estaba saliendo con alguien. Tragó saliva con algo de dificultad, sentía que quería preguntar algo, decir algo o hacer algo.

Y por fin lo admitió para sí mismo en ese momento; se sentía atraído por Rachel de una manera en la qué nunca se había sentido. Creía que había sido atracción normal, de una joven guapa como cualquier otra, pero en ese momento se sintió cómo un balde de agua fría; no era normal y no era cualquier otra joven guapa. Estaba sintiendo atracción real, de esa atracción qué te hace querer salir con la persona y conocerla.

Rachel RodríguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora