—¿Dónde está Matías?—cuestionó Rachel hacía Belén, quién rápidamente busco con la mirada y luego se encogió de hombros al no encontrarlo. Rachel suspiró y se dirigió a los cubículos de descanso para los actores, en donde los encontró -a la mayoría-, mirando un partido de fútbol en una computadora. Concentrados, sin moverse y juraría qué en momentos dejaban de respirar.—Matías.
El mencionado giró a mirarla y con cara de preocupación volvió a mirar la computadora.
—Dame un segundo, Rach. Estoy ocupado.
La castaña cerró los ojos un momento, respiró profundamente y exhaló. Se apoyó en la puerta y se quedó ahí, esperando.
Sintió la puerta moverse bruscamente y dio un par de pasos al frente, dejando que la abrieran. El pelinegro la cerró detrás de él. Rachel lo miraba, cómo si le hubiera quitado su momento de tranquilidad, y fue entonces cuando Enzo se dio cuenta de que ella estaba ahí, viéndole.
—Ah, lo siento, Rach, no te había visto.—se disculpó, estaba apenado—¿Te pegué con la puerta?
—No—dijo rápido, sonando incluso seca—No me pegaste.
Enzo la miró e hizo una mueca, apretando los dientes y asintió leve. Sentía que quizá si le había pegado, o que Rachel estaba enojada con él por alguna razón.
Rachel se dio cuenta unos segundos después de su actitud. Estaba siendo bastante seca con los muchachos, y la única razón era frustración por unas escenas qué no terminaban de gustarles y que ya habían repetido un par de veces. Estaban a punto de dejarlas así aunque no eran sus favoritas pero a la vez se obligaban a querer repetirlas una última vez, averiguando cual era el error, porque no era de los actores, buscaban el error de ellos, de producción. No sabían si era alguna luz, alguna cámara, sí debían mover a los actores de lugar o si se tomaba desde otro ángulo. Se estaban volviendo locos.
—Ya estoy—habló Matías, interrumpiendo aquel momento entre Enzo y Rachel. Y la segunda no sabía sí agradecerle porque no era un momento muy agradable o si era algo que no debió ser interrumpido para disculparse por su actitud. Enzo entró al baño y a Rachel no le quedó otra más que irse con Matías, junto a Bayona quien era el que lo había solicitado.
Rehicieron la escena una, dos, tres veces, aún no sabían cuál era el error. No fue hasta la sexta toma qué lo descubrieron; era una mezcla del ángulo, la cercanía qué necesitaban, y las luces más bajas. Eran detalles, eran centímetros de distancia pero hacían la diferencia para aquellos tres perfeccionistas en cuánto al trabajo.
—Gracias, Matí—la castaña lo abrazó con fuerza, pudiendo relajarse. Matías había sido el actor con el que experimentaban en cuánto a las tomas, junto a Enzo y Agustín.
—No hay de qué, Rach—la abrazó de vuelta, recuperando el aliento. Ya estaba cansandose y necesitaba de un descanso.
—¡Tomen un descanso de quince minutos, muchachos!—gritó Bayona, se escucharon suspiros de alivio, gritos de emoción y unos simplemente se relajaron. Ese descanso incluía a todo el equipo completo. Observaron a los camarógrafos dejar las cámaras y tomar botellas de agua o snaks. Bayona y Belén se quedaron conversando, sentados en sus sillas, por primera vez en el día no hablaban de trabajo.
Rachel estaba apunto de dirigirse con Matías y Juani, que estaban riendo a carcajadas, pero observó como Enzo se iba a la esquina más alejada del set, y encendía un cigarrillo.
Se debatió internamente unos momentos sobre lo que tenía que hacer, o sí es que se vería mal al ir con él, pero al final, miró a Matías y éste le dio una mirada de apoyo total, era como si le gritara un "sí" con la mirada. Rachel tragó, pensando en sí era obvio que ella se sentía atraída por el pelinegro, sí es que se sonrojaba o su sonrisa la delataba o sí es que todos en el set lo sabían.
Caminó entre la nieve hasta llegar con él, le sonrió levemente.—Hola, Vogrincic.
—Hola, Rodríguez.
Rachel sonrió aún más al escuchar su apellido salir de la boca del hombre frente a ella. Enzo podía decir cualquier cosa y se escuchaba bien con esa voz.
—Ehm—comenzó Rachel, buscando la manera de decirlo—Yo, lamento lo de hace rato, creo que te hable muy feo y sólo porque estaba estresada. Perdón.
Enzo sonrió, de la manera más dulce y cálida qué lo había hecho, le dieron ganas de acariciarle la cara y decirle que no pasaba nada, pero sólo la miró, con la mirada más dulce qué podía ofrecerle.
—Te perdono
Ambos rieron suavemente y después Rachel se apoyó en la pared de los cubículos para encender un cigarrillo.
—Oye,—habló Enzo, tragó saliva y se preparó para cualquiera que fuera la respuesta. Rachel lo miró, soltando el humo, y alzó las cejas en señal de que lo estaba escuchando—Tú y Jesús, ¿están en algo?
Rachel se sorprendió un poco por la pregunta, ¿Jesús y ella?, jamás. Sonrió como si le hubieran contado el mejor de los chistes y mordió su labio inferior por un momento, aguantando una carcajada.
—Jesús es gay.
Enzo alzó las cejas en sorpresa, abrió y cerró la boca y asintió con la cabeza. No sabía que decir, probablemente se había visto como un idiota.
—Bueno, es que no lo parece.—se excusó.
—Sí, es bastante masculino—rió un poco—Somos amigos desde hace años, y desde que lo conozco tenemos los mismos gustos en hombres, entonces...
Sonrieron ante aquello, y Enzo pudo respirar con tranquilidad.
—De hecho, algo me ha comentado de tí, ya sabes, sí es que acaso te gustan los hombres
Ahora estaba tratando de ver que era lo que le interesaba a Enzo, sí alguien tan masculino y varonil como Jesús era gay, nadie decía que Enzo no lo podría ser. Y era una indirecta muy sutil, que quizá él no entendería. Recordando qué Jesús y ella tenían el mismo gusto en hombres.
Enzo rió levemente y negó, con una sonrisa. Miró a Rachel directamente a los ojos;—No, yo soy más de mujeres, de esas que aún creen en el arte.
Rachel asintió con una sonrisa, apretando los labios. Sintió su cara calentarse, en señal de que probablemente se había puesto algo roja y le dio una última calada al cigarro. Lo apagó en la nieve y miró a Enzo un segundo más.
—Voy a ir con los chicos—miraron en dirección a la música, donde los veían bailando.—Parece que la están pasando bien
Enzo asintió:—Claro, en un rato te alcanzo.
Rachel asintió y se dirigió con los demás. Se sentía nerviosa por culpa de Enzo pero al menos creía que era definitivo qué la atracción era mutua.
"I'm still standing" de Elton John sonaba en la bocina de los camarógrafos, y mientras que todos cantaban y bailaban, Enzo los veía en la distancia, con aquella sonrisa dulce y mirada tierna qué les daba siempre a sus amigos.
Rachel estaba abrazando a Agus de los hombros, y viceversa, pues todos habían comentado que esa era la canción de Nando Parrado, y en cada "yeah, yeah, yeah" qué formaba parte de la canción, Rachel y Agus levantaban las manos al ritmo de la canción, mientras bailaban de la misma forma. Reían todos juntos y en la montaña sólo se escuchaban las voces de más de cuarenta personas cantando esa canción.
Enzo se daba cuenta que estaba cumpliendo sus sueños y que se sentía tan feliz ahí, observando a todos sus amigos y compañeros del set bailando y cantando. Juani los grababa a todos, centrandose en los que bailaban y Bayona aplaudía con la canción y la cantaba. Enzo se acercó a éste último y le siguió la corriente, haciendo qué todos se alegraran de que él ya estuviera ahí y no a lo lejos.
Se sentía como si ya fueran una familia entre todos, había mucho cariño, mucho amor y mucha admiración entre todos.
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Rachel Rodríguez
FanfictionTodos conocen al director de cine J.A. Bayona, pero el equipo con el que trabaja a veces se queda en las sombras. Rachel Rodriguez es una productora mexicana con la que Bayona ha trabajado por años, y en el nuevo proyecto del director, "la sociedad...