XII

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En el teleférico estaban Matías, Agustín, Blas, Juani, Fran, Kuku, Agustín Della Corte, Felipe y Rachel.

Todos ellos tenían un mate en las manos, y Rachel, bueno, su café.

—No creí que estuviera tan frío, eh—habló Matías

—¿Cómo no iba a estar tan frío si literal es pura nieve, Matías?—contestó Juani y todos rieron.

—Me gusta como se te ve ese peinado, Fran, y aún con ese maquillaje se ven guapos todos, eh—los halago Rachel. Ella era muy de halagos, hasta que era alguien que le atraía muy enserio, y no podía decir nada muy atrevido.

—Ya lo sabíamos—Matías hizo una pose como si le fueran a tomar una foto y Agustín hizo como si tuviera una cámara en las manos y la tomara. Rachel volteó los ojos con una sonrisa.—Rachel,—la mencionada lo miró—¿Cristiano Ronaldo o Messi?

Todos los demás soltaron un "uuuh" qué hizo reír a Rachel, a Agustín y a Fran. Olvidaban qué los más pequeños eran muy amantes del fútbol.

—Messi.

—Lo dices porque estas rodeada de argentinos,—señaló Felipe, acusandola—Di la verdad, sin presiones

—Sin presiones, pero si escoges a Cristiano, te aventamos desde aquí a la nieve, eh—habló Juani. Rachel volvió a voltear los ojos.

—Estoy diciendo la verdad, Messi.

—¿Por qué?—la cuestionó Matías, Blas rió y Rachel se cruzo de brazos.

—Porqué sí, Matías.

—No, di una razón, ¿Por qué?

—Porque...—suspiró—Porque es más guapo

Fue suficiente para ellos, se pusieron a cantar algún canto argentino sobre Messi. Llevaban dos días viendo los partidos de fútbol entre escenas, idas al baño, descansos y comidas. En cualquier momento en el qué pudieran verlo, lo hacían.

—Es gracioso verlos así de animados con el fútbol ahora, ¿cierto?—le preguntó Fran a la castaña. A ninguno de los dos le importaban aquellos partidos.

—Algo—sonrió y lo miró—Pero honestamente, me anima escuchar los cantos

Fran se carcajeo y asintió con la cabeza. A veces los escuchabas saltar y cantar, abrazarse entre todos y empujarse, y nadie podía evitar sonreír. A veces eran una recarga de batería cuando estaban cansados o un momento de relajación cuando estaban estresados.

—Ya vamos a bajar, preparen sus cosas.—anunció Rachel y todos comenzaron a tomar sus mochilas y demás pertenencias.

Bajaron del teleférico y se reencontraron con los demás esperándolos. Tenían que caminar unos diez-quince minutos para llegar al fuselaje, en el lugar más escondido qué pudieron encontrar de sierra nevada.

—Es increíble—dijo Enzo en cuánto vieron el fuselaje en la nieve. El equipo técnico sonrió, orgulloso de parte de su trabajo en ello.

—Vayan acomodándose para grabar—ordenó Bayona a los camarógrafos, quiénes asintieron y de inmediato comenzaron a acomodar las cámaras fijas, con apoyo de Bayona y Belén.

Rachel se acercó a aquellos camarógrafos qué no tenían cámaras fijas y comenzó a explicarles cual seria la primera escena y como es que sería el movimiento de la cámara.

Los actores seguían observando sierra de nevada y algunos jugaban un poco con la nieve.

—¿Ya le preguntaste por Jesús?—cuestionó Agustín de repente, al momento de posicionarse a lado de Enzo, quién frunció el ceño, cómo si no supiera de que estaba hablando y rió, cómo si pensara qué Agustín estuviera loco.—Eres buen actor, Enzo pero esa mirada no la puedes ocultar con nada

—¿Cuál mirada?—negó, aún divertido—No sé de qué hablas, Agus.

—Esa mirada qué tienes cada que miras a Rachel.—alzó las cejas mirando a la mencionada, causando que Enzo la mirara también. La castaña estaba bastante ocupada en su trabajo, organizando las cámaras, hablando con los camarógrafos y mostrando cómo es que se filmaría la escena.—Esa.

Enzo giró a mirar a Agustín de forma inmediata.—No tengo una mirada diferente qué cuando miró a cualquier otro del equipo, Agus.

—Ay, por favor, Enzo.—se puso serio, desesperado—Matías y yo ya lo sabemos, y ya puedes dejar toda esa mierda de que no piensas nada y no la miras diferente qué al resto y que todo. Los dos te apoyamos, creemos qué hacen bonita pareja.

Enzo suspiró. Confiaba en Matí y en Agus. Enzo era más reservado que el resto, era más sensible y menos extrovertido, reía de lo que escuchaba pero no contribuía en los chistes, hablaba con todos pero no salía en los vídeos, le daba pena cuando hablaban mucho de él o lo elogiaban, pero amaba hacerlo sobre los demás.

—Estoy pensando primero en la película, Agus. Sobrepienso mucho sobre mi lugar aquí, sobre mi talento, sobre si voy a dar el nivel que me exigen cómo actor o si lo hago mal y ninguno me lo dice por lástima. Sí me concentró un poco más en Rachel, me da miedo cagarla y arruinarlo todo, con ella y con la película.—admitió, abriéndose un poco más.

—Vaya qué eres sensible, eh—le palmeó el hombro, con algo de diversión en su voz. Carraspeó y se puso serio—Escucha, eres un gran actor, no por bonito estas de protagonista, eres el narrador, eres la unión de toda la película. Sí lo estuvieras haciendo mal, Bayona, Belén y Rachel te lo dirían, nosotros te lo diríamos, pero al contrario, eres alguien de quien tomamos notas y seguimos en escenas, que nos inspiras y nos unes, Enzo. Déjate de cosas y date la admiración propia que te mereces. Preguntale si tiene novio y luego invitala a salir. No te castigues por algo que no esta pasando.

Enzo miró la nieve debajo de sus zapatos y asintió, sabiendo que lo que Agus le decía era sincero y que probablemente era toda la verdad. Necesitaba calmar su ansiedad y comenzar a hacer más de las cosas que quería dentro de esos momentos.

Unos minutos después, todos los actores, incluidos Enzo y Agustín, jugaban con los demás a aventarse nieve.

Los productores los vieron pero no los regañaron, creyeron qué la nieve real en la ropa y cabello serían un buen detalle para las escenas.

El equipo técnico encendió una pequeña bocina qué tenían consigo siempre y la música llego a los oídos de todos, relajandolos un poco más. Los actores bailaban entre ellos y el equipo se reía al verlos. Era un día que se sentía más feliz y animado.

Las escenas fueron más rápidas, más detalladas, mejores. El hecho de que comenzarán a crear esta amistad entre todos los hacia poder ponerse en la piel de las personas a las qué interpretaban de una mejor manera, con más sentimiento y más real, y eso se podía ver a través de la pantalla, J.A, Belén y Rachel lo podían sentir cuando veían las escenas y eso para ellos era el sentimiento de haber elegido a los actores correctos.

Rachel RodríguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora